CAPITULO 55 Momentos de tensión. Parte II.

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---Zero---

Kaname realmente se ha vuelto muy...

¿Posesivo? ¿Celoso?

Realmente a veces da miedo.

Es un chico algo agresivo.

No me gustaría que por mi culpa tuviera un enfrentamiento con Toga-sensei.

Amo mucho a Kaname.

Todo empezó por mi culpa.

Y no sé cómo detenerlo.

Nunca pensé que Kaname fuera del tipo celoso.

Y que Toga-sensei fuera aferrado.

Realmente.

Esto no terminara bien.

¿Cómo puedo sobrellevarlo?

Ya le he dicho a Kaname que lo amo.

Que es el único para mí

Pero tampoco puedo alejarme de Toga.

Es un gran profesor.

Y es mi amigo.

Acaso...

¿No puedo mantenerlos así?

Esto es tan pesado.

-Ah, -suspire- que cansancio.
-¿Estás cansado de mí? –me miro Kaname.
-No, -sonreí- solo que no dormí bien.
-¿Por?
-Tenía que estudiar para un examen.
-¿Y cómo te fue?
-Aprobé.
-Ese es mi chico.
-...

Siento mis mejillas arder.

Siempre hace algo que me hace sentir avergonzado.

Pero...

Aun así yo lo quiero.

No...

Yo lo amo.

Es un baka.

Me quede escuchando todas sus anécdotas.

Son divertidas y entretenidas.

Siento que a su lado puedo olvidar las presiones.

Olvidar todo.

De un momento a otro me da un beso casto.

-¡Kaname, Zero! No es momento para ponerse románticos, si quieren hacerlo fuera del salón, -gruñó el profesor- quiero que en este momento me hagan un reporte del libro que estamos revisando, quiero por lo menos 5 hojas.
-Hai. –respondimos.
-Lo siento amor. –murmuro Kaname.
-Ya me las arreglare contigo. –susurre.




---Yokozawa---

Saque a Zen de la casa.

Siento un gran dolor en mi pecho.

Lo sé...

Fui un idiota.

Me acosté con otro.

Pero... ¡No recuerdo nada!

Todo esto me tiene tan confundido.

No entiendo ¿Por qué me habla así?

Yo lo amo.

Siempre lo he hecho.

Puede insultarme.

Decirme lo peor...

Pero quitarme a mi hija, eso jamás.

No puedo permitirlo.

Me deje caer de rodillas mientras lloraba por coraje, por enojo.

Por idiota.

¿Por qué me acosté con él?

Se supone que amo a Yasuda.

¿Qué mierda ocurrió?

Soy la peor basura.

Una escoria.

Maldita sea.

¿Por qué?

Realmente...

¿Soy tan fácil?

¿Fue venganza?

No entiendo.

No encuentro que ocurrió.

La puerta se abrió y vi a mi Hiyo con Takano y Ritsu.

-¿Mami?

Ella me abrazo y me aferre a ella.

-¿Qué pasa mamá?
-No habrá boda.
-¿Eh?
-Lo siento yo...

Takano miro a Ritsu y luego camino hacia mí.

Me tomo del brazo y me llevo hasta el balcón mientras Ritsu se quedaba con mi hija.

-¿Qué ocurrió Yokozawa? –pregunto cuando nos encontramos solos- Dime la verdad.

Mis lágrimas siguieron cayendo y lo abrace.

Le empecé a contar lo que ocurrió.

No puedo mentirle a él.

Ocultarle cosas ya que es como mi hermano.

Él me abrazo con fuerza.

-Sabía que ese tipo no era de fiar.
-Masamune.
-Ese tipo jamás me agrado, estoy seguro que él fue...
-...
-Maldito Zen, -exclamó- en vez de querer descubrir la verdad simplemente te señalo y te lastimo.
-Takano, no quiero que me quite a Hiyo.
-No podrá, -me miro- juro por este cariño que te tengo que nadie te quitara a Hiyo, que no dejaré que te hagan daño.





---Nowaki---


Realmente me gustaría estar al lado de mi Hiro-san todo el tiempo.

Es mi todo.

Soy feliz a su lado.

Aunque también quiero que mis mejores amigos lo sean.

Que sonrían.

Que tengan a su lado a la persona que aman.

Es lo que más deseo.

Camine a la habitación de Ryu y toque la puerta.

-Ryu, soy yo, -comente- ¿puedo pasar?

No escuchaba nada.

Sentí un miedo de solo pensar lo peor.

-Adelante. –dijo después de unos minutos.

Abrí la puerta y lo vi acurrucado en la cama.

-Ryu.
-Hola Nowaki. –murmuro.
-¿Cómo te sientes?
-Pues... -murmuro.

Me senté a su lado y él resoplo.

-Me siento muy cansado.
-¿Y mi sobrino?
-Aún no lo siento, dijo el doctor que a partir del tercer mes empezaré a sentir sus pataditas.
-Vaya.
-Nowaki.
-¿Huh?
-Si algo me llega a pasar...
-No te pasara nada.

Él negó con la cabeza y me miro.

-Sí algo me llega a pasar te pido, no, te suplico que cuides a mi bebé.
-Ryu.
-Por favor.
-Te lo prometo hermano, -comente- pero también te prometo que te voy a proteger, haré lo que sea posible para que ambos sobrevivan.
-Nowaki.
-Lo juro.
-Eres un idiota.
-Solo un poco.
-¿Te apetece una partida de cartas?
-Claro, ¿apostamos?

Él rio y suspiro.

-Sí, necesito recuperar esos dólares que me quitaste.
-Los tome prestados.

Empezamos a jugar y luego comimos lo que nos había dejado mi amado.

Me comento que ayudar a Hiroki a buscar los trajes, flores y todo para nuestra boda.

Realmente también quiere que sea feliz.

Mi amigo se fue a dormir y mi Hiro-san llego con unos postres.

-He vuelto.

Me acerque y lo bese.

-Te extrañe mi amor.
-Y yo a ti. –sonreí.
-Hiro-san, -lo abrace- ¿Qué te parece tener una cita?
-Yo...
-¿Qué pasa?
-En esta semana estaré un poco ocupado.
-¿Huh?
-Lo siento, es por trabajo.
-Entiendo, -lo llene de besos- no importa, podemos posponerlo.
-Gracias.

No sé porque pero...

Siento como si me ocultará algo.

¿Será que no confía en mí?

O...

¿Es algo muy personal?

Mejor no lo atosigo.

No quiero que se molesten conmigo.

-Hiroki.
-¿Huh?

Tome su mano y le coloque un anillo.

-E-Esto...
-Cásate conmigo Hiro-san.

Él me miro con un lindo sonrojo en sus mejillas.

-E-Es la propuesta más tonta que he escuchado.
-Lo siento, -murmure- yo...
-Pero, -me miro- acepto Nowaki.
-Hiro-san, te amo tanto.
-Y yo a ti.

Pronto...

Solo un poco más y seremos felices.





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