DISTINTA

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Después de quedarme en la cama un poco más para recuperar energía, pude levantarme sin tanto esfuerzo. Me dí una ducha y me vestí para ir a trabajar.

Se me ha olvidado decir que llamé a Adrián dos horas antes para pedirle que fuera a por mi hermano ya que yo me encontraba mal. Insistió en venir a verme, pero le dije que no hacía falta.

Esto significa que tenía la casa para mí y no tenía que tener preocupaciones de encargarme de mi hermano.

Cuando estaba retocándome un poco en el espejo, pude ver que tenía dos señales en mi cuello. Los colmillos. Maldije por lo bajo y también me eché maquillaje ahí para disimularlo.

Puse la música lo más alto que pude para olvidarme de lo que se me venía esta tarde: como tener que verle el careto a mi jefe vampiro.

Subí a mi planta correspondiente sola en el ascensor. Menos mal, no tenía ganas de estar revoloteando a mi alrededor.

-Jodido vampiro... -maldije entre dientes al tiempo que dejaba mis cosas sobre la mesa.

-¿A qué vampiro se refiere señorita Watson? -me sorpendió una voz detrás de mí.

-Se-señor -dí un salto del susto que me dió- No he dicho nada...

-Mi sentido del oído no me falla -me pegué cuánto pude a mi mesa para no estar cerca de él.

-¡Karen! -vino Em a mi encuentro- Oh, señor Traynor, buenas tardes -agradecí en mi interior a Em por haber aparecido- ¿Por qué no has venido esta mañana? Te he esperado para comer -a Em le daba exactamente igual que nuestro jefe estuviera delante. Esta chica no tenía vergüenza.

-He tenido que ir a recoger a mi hermano del hospital -le respondí sin poder quitarme los nervios de tenerlo tan cerca de mí.

-¿Qué tienes en el cuello? -me apartó el pelo viendo la señal de los colmillos de Derek.

-Eh, nada... -le quité la mano poniéndome de nuevo el pelo cubriendo la señal. Ví que Derek se removió a mi lado e intervino.

-Señorita Watson, necesito que venga a mi despacho -me dijo serio muy pegado a la oreja.

-¿Es un chupetón? -yo abrí los ojos a punto de negarme, pero siguió- ¿Saliste ayer y te enrollaste con alguien y no me has dicho nada? -preguntó verdaderamente dolida.

-¡Em! -Derek también la miraba desconcertado- No salí, ni me enrollé con nadie y ¡no es ningún chupetón! -exclamé avergonzada.

-Señorita Houston, vuelva a su puesto de trabajo -le ordenó Derek con tono cabreado.

-Si, señor Traynor -y se fue diciéndome adiós con la mirada.

-Vamos -me sujetó bruscamente del brazo y me llevó con él a su despacho.

Cerró la puerta de su despacho y yo esperé inquieta en el centro de su despacho.

-¿Quiere algo? -le pregunté por romper el hielo.

-Se me olvidó quitarte la marca -me quitó el pelo y yo me aparté por reflejo.

-¿Qué hace?

-Voy a quitarte la marca.

-¿Cómo sé si no va a morderme? -le miré malamente.

-He comida ya, y creéme, no tengo intención de volver a tomar de tu sangre -me contestó con asco- Ahora ven que te la quite. No quiero que vayas llamando tanto la atención -le hice caso y dejé que se colocara detrás de mí.

Apartó el pelo nuevamente y me chupó sobre la herida. Noté como las heridas se iban cerrando, pero Derek seguía ahí, con su nariz pegada a mi cuello.

Un extraño calor subió por mi cuerpo al darme cuenta de que nuestros cuerpos estaban pegados.

-Señor Traynor -entró Kimberly por la puerta ojeando unos papeles. Nos separamos, pero no lo suficientemente rápidos para que no nos viera- Oh, está ocupado -una pequeña sonrisilla se dibujó en su rostro.

-No, la señorita Watson ya se iba -se alisó su cara chaqueta de Gucci.

-Si, ya me iba... -le sonreí nerviosa a Kimberly y salí de allí con el corazón a mil.

¿Por qué aquel chico me volvía tan... distinta?



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Un poco de Deren en este capítulo ^^ Hacedme saber qué os ha parecido.

EN BUSCA DE MI ESCLAVA DE SANGRE (2ª PARTE DE "ESCLAVA DE SANGRE") Donde viven las historias. Descúbrelo ahora