EN BUSCA DE MI ESCLAVA DE SANGRE (2ª PARTE DE "ESCLAVA DE SANGRE")

AQUELLA REALIDAD

Me encontraba mirando por la ventana bastante pensativa. Derek estaba aún algo confundido después del "sueño" que tuve sobre mi madre.

-No pensemos tanto en eso Karen -se apartó el flequillo de la frente.

-Ha sido mucha coincidencia. ¿Y si de verdad no tenemos que estar juntos? Siempre que parece que va a funcionar todo...  Ocurre algo que nos separa -una lágrima resbaló por mi rostro, pero Derek me la quitó.

-Todo va a ir bien Karen. Ahora estamos juntos. Eso es todo lo que importa -en ese momento, la ventana estalló en mil pedazos.

-¿Qué es...? -Derek me puso detrás suya para protegerme de lo que podía venir.

Varias personas entraron enganchadas a una cuerda. Pusieron los pies en el suelo de la habitación y nos apuntaron con unas armas.

-Esta vez, todo va acabar para siempre Derek -era aquella chica que se hizo pasar por la niñera de mi hermano.

-Sabes que no te conviene desafiarme -gruñó Derek en respuesta.

-Ya te lo dejé muy claro en su momento -intervení yo- Vete y déjanos en paz -Derek me retuvo detrás suya.

-Tranquila Karen, a ti no te vamos a hacer nada -unos hombres intentaron cogerme pero Derek, con un sólo golpe hizo que sus cabezas volaran por los aires.

-Ahora si que me has cabreado -Derek soltó un extraño gruñido muy agudo. Segundos después las otras ventanas se rompieron en mil pedazos con la entrada de varios vampiros- Vámonos -nos dirigimos hacia la puerta mientras los otros vampiros se encargaban de los cazadores.

-¿Qué está ocurriendo? -salimos del edificio para coger el coche.

-Que quieren alejarte de mí. Eso es lo que ocurre -antes de llegar al coche, otros cazadores lo rodearon para que no pudiéramos cogerlo.

-No tenéis escapatoria -dijo uno de ellos. Ese chico me sonaba muchísimo...

-Jason -era él- Jason.

-¿Cómo sabes mi nombre? -me apuntó con un arma.

-Nos conocemos. Bueno, nos conocíamos -los cazadores estaban alerta. Jason se me quedó mirando, pero no hizo ninguna señal de que verdad me reconociera.

-Sólo sé que eres la hija de nuestra líder. Y que te vas a venir con nosotros -se fueron acercando, y yo ya no podía más.

-¡No! No pienso pasar por lo mismo otra vez -me quité a Derek de delante mío- Dejadnos en paz de una vez. No os hemos hecho nada.

-Tu no. Pero él si -Derek los amenazaba con la vista de sus colmillos- Pero no vamos a ser nosotros quien se encargue de él.

Se apartaron para dejar pasar a una persona encapuchada, algo bajita. Cuando esta se dejó descubrir, la recordé al momento.

-Usted... -la bruja culpable de todo aquello estaba delante de mis narices.

-¿Creíais que estaba muerte verdad? Pues me temo que no -Derek y yo nos miramos sin entender nada- Parece que vuestro amor es más fuerte del que me esperaba... Os habéis vuelto a encontrar, algo que no debería haber ocurrido -no podía ni casi andar. Iba acompañada de un bastón bastante robusto.

-Deshaga el hechizo. Por favor -le pedí al borde del llanto- Hemos aprendido la lección. Sólo queremos estar unidos -nos cogimos ambos de las manos.

-No. No lo habéis hecho. Al menos, no él -señaló a Derek y yo le miré esperando alguna respuesta de a lo que la bruja se refería- Ha seguido haciendo las mismas atrocidades que en su vida pasada. Sobre todo cuando está contigo.

-¿Es eso verdad? -le pregunté con dolor.

-Sólo quiero defenderte -los vampiros de antes y muchos más aparecieron detrás nuestra.

-Si. Exacto -le cortó la vieja- Su mayor peligro eres tu -con su mano arrugada me tocó el rostro- Eres una niña tan dulce y buena... pero a la vez el deseo más oscuro de este vampiro tan... peligroso -la gente escuchaba atenta- Juntos... Sois una catástrofe entre ambas especies.

-No. Eso no es así -me negué a creerlo- Nosotros nos queremos mucho. Sólo... Nunca hemos pretendido hacer ningún mal a nadie.

-Y aunque no quisierais, lo haceis sin daros cuenta -me pegó un tirón la bruja apartándome de Derek- La solución es librarme de ti de una vez por todas -el bastón se transformó en algo afilado, el cual se tornó a un color violeta oscuro- Lo siento joven, pero es la mejor solución -antes de que aquella extraña bola impactara contra mí, Derek se puso para detenerla.

-¡No! -grité cuando lo ví caer al suelo- No. Derek. Levanta. ¡Derek! -sollozaba a su lado. La herida seguía abierta. Le quité aquel asqueroso bastón de su pecho- ¿Por qué no sana? Derek...

-Vamos Karen -me intentó apartar Jason, pero no le dejé.

-¿Por qué no se cierra? -le pregunté a la vieja que miraba a Derek anonadada.

-Las fuerzas ancestrales son muy poderosas -me contestó.

-Karen... -consiguió pronunciar mi nombre Derek- No te preocupes... Ahora estarás... bien -me puso la mano en la mejilla.

-No. No lo voy a estar bien sin ti -lloré cogiendo su mano que estaba en mi mejilla- ¿Por qué has hecho eso? ¿Por qué te has puesto delante mía?

-Porque te amo -mi respiración se cortó, y le dí el beso más largo de la historia.

-Y yo a ti. No quiero perderte.

-Ahora me tocaba sacrificarme a mí, ¿no crees? -soltó una floja risa y dejó la mirada en el horizonte.

-¿Derek? ¡Derek! -grité cuando ví que ya no me respondía.

-Esto es todo lo que necesitaba ver -la bruja cogió su bastón del suelo.

-¿Qué dice?

-La verdadera prueba de amor es querer tanto a una persona, que darías la vida por ella. Tu lo has hecho varias veces por Derek, pero él no. Y al final, lo ha hecho -pasó su mano por la cara de Derek- Siempre tuve esperanzas en este chico de corazón roto. Ha sufrido mucho, pero tu, le has devuelto a la vida -se levantó y comenzó a dar vueltas a su bastón- Ahora si. Os deseo una gran eternidad juntos.

-Espere... ¿está diciendo que...?

-Os devuelvo vuestra antigua vida. Pero recordad, vida solo hay una, al igual que el amor -me guiñó un ojo y de pronto, aquella realidad explotó en mil pedazos.