Mandé a José con un amigo suyo para pasar la noche mientras que yo la podía pasar con mis amigos y celebrar mi nuevo puesto.
-¡Esta fiesta es increíble! -se me acercó Saray con una copa en la mano.
-¡Ya ves! -le apoyó Adrián.
-Os agradezco mucho que hayáis venido -nos juntamos todos en el jardín para salir un poco de aquel alboroto.
-Todo por la futura secretaria del empresario más poderoso -me dió un beso en la mejilla Adrián. Siempre sabía como ruborizarme.
-¿Por qué estás bebiendo agua? ¿Montas una fiesta y sólo bebes agua? -me cedió su copa- Toma, voy yo a por otra.
-No voy a beber Saray -le devolví el vaso- Mañana es mi primer día y tengo que estar presentable.
[...]
¿Qué pensaríais si os dijera que eran ya las ocho y media de la mañana y tenía una resaca terrible? Si, al final me convencieron todos para beber, aunque Adrián fue el único que intentò convencerme de lo contrario.
-Joder... -me miré en el espejo. Tenía una pinta horrible.
Me metí a la ducha sin dudarlo y dejé que el agua me espabilara para el duro día que me venía encima. Cogí un bonito vestido para ir lo más arreglada que podía y me maquillé lo suficiente para cubrir las ojeras.
Me cogí una manzana y le pegué un mordisco al tiempo que conducía. Estaba muy mal tanto física como mentalmente, y me estaba maldiciendo por haber montado la fiesta de anoche.
Llegué tambaleándome a la mesa de Kim, pero por suerte, no se percató. Dí un trago de agua rápido para tragarme la pastilla.
-Señorita Watson, ha llegado puntual -me sonrió procurando ser lo más simpática posible.
-Claro, cómo no -me dirigió a la moderna mesa que se situaba enfrente del despacho de Derek Traynor.
Estuvo la siguiente media hora explicándome lo que tenía que hacera llegar y antes de irme. Me restregaba la frente deseando que dejara de hablar. La pastilla no estaba haciendo efecto.
-Y eso es todo. Avíseme cuando tenga algún problema -y se marchó, siempre con una sonrisa.
-Por fin se ha ido -dije por lo bajo.
-Parece que no es de su agrado -dijo una grave voz detrás de mí. Dí un saltito del susto y me giré para ver a Derek.
-Se... señor Traynor -mostré la sonrisa más falsa posible- No es...
-Me da igual lo que piense. Sólo quiero que empieze con su trabajo. Tiene en el ordenador todo lo que tiene que hacer -y se giró para encaminarse a su despacho.
-Espere -me coloqué enfrente de él- Quería agradecerle que me haya contratado. No sabe lo MUCHO que significa para mí -no paraba de jugar con mis manos.
-No me lo agradezca a mí, sino a Kim. Fue ella la que no paró de insistir -me esquivó y se encerró en su despacho.
Me quedé mirando la puerta. Parecía que mi jefe era bastante grosero y tenía que aprender a lidiar con ello. Suspiré y me senté en mi nueva mesa, dispuesta a hacer lo mejor de mí.
Unos tacones que retumbaron en el silencio del piso me hicieron levantar la vista para encontrarme con la rubia de hace dos noches.
-Hombre, la chica que ne estropeó mi vestido favorito... -dijo mirándome con asco- Veo que Derek se ha decantado por ti.
-¿Quiere que avise al señor Tray...?
-No hace falta -me cortó Derek saliendo de su despacho abrochándose el botón de su chaqueta- ¿Qué haces aquí?
-He venido a verte y me he encontrado con tu nueva secretaria. Ya te dí mi opinión de que a esta chica no la veía adecuada, pero supongo que no podía competir con tu insistencia de que fuera ella -me quedé a cuadros al oír aquello. Ví que Derek me miró con algo que no suoe interpretar, como si le hubiera pillado, y agarró a la rubia del brazo.
-Steph, vamos mejor a mi despacho -le dijo con una mirada asesina.
Carraspeé y Derek se giró hacia mí.
-Señor, ya he terminado todo lo que quería... -le entregué los papeles- Ya es la hora de que me vaya... ¿Puedo...?
-Si, claro -y se metió sin siquiera despedirse. Antipático....
Supongo que así iban a ser mis días...
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EN BUSCA DE MI ESCLAVA DE SANGRE (2ª PARTE DE "ESCLAVA DE SANGRE")
VampirosTras tantos momentos vividos entre dos personas que cayeron enamoradas apesar de ser tan diferentes, todo acabó en la nada. Karen y Derek fueron separados por la maldición de una bruja en modo de venganza. Ya no se acuerdan de nada. Ni siquiera del...