EN BUSCA DE MI ESCLAVA DE SANGRE (2ª PARTE DE "ESCLAVA DE SANGRE")

NO PODÉIS

-Te... Te estás confundiendo -mentí deseando que sonara creíble.

-No. No me estoy confundiendo y lo sabes -me inspeccionó el rostro con sumo cuidado- Eres igual que ella. Tienes sus rasgos -guardó mi DNI en mi monedero.

-No sé lo que queréis, pero si me dejáis irme, no diré nada -prometí.

Una risa masculinas por detrás de nosotros me tensó. Por un momento creí que se trataba de Derek, pero no fue así.

-No sabes en lo que te has metido -se puso enfrente mía un chico joven- Tú, una de los nuestros trabajando para él.

-¿Quién eres? -las muñecas me dolían de lo fuerte que me estaba cogiendo el otro caza vampiros.

-El nuevo líder de los caza vampiros -me respondió- Desconocíamos de tu existencia hasta hace unos días... Lo que no sabíamos es que trabajas para él -añadió con asco.

-Venís a matarle -entendí por fin.

-Bingo -llamó a otros chicos con un gesto de la mano- Y no vamos a tardar más en hacerlo.

-No, no podéis hacerlo -dije cuando se dirigían al ascensor.

-¿Acabas de decir lo que acabo de oír? -vino otra vez a mí- Eres una de los nuestros, ¿y no quieres que matemos al más peligroso de los vampiros? Mató a tu madre -añadió para meter leña al fuego.

-Lo sé -respondí triste.

-Será venganza por lo que hizo Karen -me dijo más tranquilo.

-Sé es él el culpable de que ella ya no esté más aquí, pero tiene algo... Hay algo bueno en él -pronuncié aquellas palabras deseando que hiciera efecto en él.

-No. No lo hay -cogió de las manos de otro una especie de espada de plata y se metió en el ascensor.

-¡No! ¡Espera! -me retorcí en los brazos de aquel desconocido cazador.

-Estate quieta -me ató las manos con una cuerda sujeta fuerte por un buen nudo.

-Déjame ir tras él. No podéis hacer esto -le supliqué tirada en el suelo.

-No eres consciente de lo que ese monstruo ha hecho a la humanidad -se agachó a mi altura- No tienes ni idea -y se marchó.