EN BUSCA DE MI ESCLAVA DE SANGRE (2ª PARTE DE "ESCLAVA DE SANGRE")

PRUEBA DE AMOR VERDADERO

Tocaba una y otra vez la puerta de la habitación a la que me había mandado el recepcionista del hotel.

-Karen -abrió por fin Dorothie- ¿Qué haces aquí?

-Necesitamos hablar contigo -dije apurada.

-¿Necesitamos? -Derek se dejó ver y Dorothie se quedó perpleja- ¿Qué está haciendo este vampiro aquí?

-No hables como si no estuviera aquí, vieja bruja. Karen y yo venimos a hablar contigo sobre el conjuro que nos echó tu familiar -nos sentamos en uno de los sillones y Dorothie nos imitó.

-Ya te dije Karen que no hay cura para esto. Es un conjuro muy poderoso...

-Que tu puedes romper -añadí- Llevas la sangre de aquella bruja, habrá un modo en el que tu puedes revertirlo.

-No, no lo hay. ¿No crees que si no lo hubiera hecho ya? -dijo desesperada.

-No me toques las narices bruja de mierda, porque ya sabes que no me gusta que me tomen el pelo -se levantó con los ojos rojos carmesí Derek.

-Derek, tranquilízate. Hemos venido a hablar, no a pelearnos -le cogí la mano y así conseguí que se tranquilizara y se sentara.

-Mira, Karen. Hay una manera de romper esta maldición... -acabó confesando.

-¿Lo dices en serio? Por favor, dímelo -sonreí de la alegría.

-Una prueba de amor verdadero -terminó de decir.

-¿Una prueba de amor verdadero? -se mofó Derek.

-¿A... a qué te refieres con eso? -no entendí nada.

-Tenéis que hacer algo que demuestre vuestro amor.

-Pero, ¿el qué? ¿Casarnos, besarnos...? ¿Qué exactamente? -me estaba poniendo muy nerviosa con tanto misterio.

-Eso ya no lo sé Karen. Tiene que ser algo que se considere amor verdadero -aupó los hombros- Eso ya está en vuestras manos. Yo, a partir de ahí, no puedo hacer nada.

-No nos estarás tomando el pelo, ¿verdad? -se aseguró Derek.

-No, chupasangre. Ya podéis iros e intentad descubridlo por vosotros mismos -nos acompañó a la puerta y nos despidió antes de cerrarla.

-Esto cada vez es más confuso -me apoyé en la pared, cansada.

-Lo lograremos juntos Karen -me animó Derek.

-Pero, ¿y si no encontramos la prueba de amor verdadero? -me deprimí.

-El nuestro es un amor verdadero, y si hace falta, moveré cielo y tierra para que todo el universo se entere de ello.