EN BUSCA DE MI ESCLAVA DE SANGRE (2ª PARTE DE "ESCLAVA DE SANGRE")

INSOMNIO

Sentada en una de las sillas del vestíbulo del edificio, observaba como los vampiros recogían los cuerpos inertes de los caza vampiros.

Menos mal que ya eran las doce de la noche y no había ya apenas gente por la calle. A la gente le sorprendería ver a personas desgarradas y llenas de sangre siendo transportadas por lo que resultaban ser vampiros.

Miré mi móvil en busca de alguna llamada. Me vino a la mente la llamada de la niñera que al final no pude coger.

-Jessica -la nombré cuando oí que descolgó el móvil.

-Karen, menos mal que has llamado -su voz sonaba muy nerviosa.

-Lo siento, estaba liada. ¿Hay algún problema? -escondí mi rostro en la mano, estaba muy cansada y desesperada.

-Tu hermano tiene fiebre y está teniendo alucinaciones -se paró en seco para decirle algo tranquilizador a José- A veces se pone a gritar sin más. No sé que...

-¡Mamá! -oí chillar a mi hermano interrumpiendo a Jessica.

-¿Qué...? ¿Le has dado alguna pastilla? -me levanté de la silla. El chillido de mi hermano me había puesto los pelos de punta.

-Si, pero no le hacen efecto -contestó apenada.

-Voy para allá -cogí mi bolso mientras colgaba el móvil.

-Hey, hey -la mano de Derek me cogió del brazo- ¿Adónde vas?

-A mi casa. Es urgente -no pude dar ni un paso porque me seguía teniendo sujeta.

-Después de lo de esta noche no puedo dejarte sola por ahí -me comentó serio.

-Señor... Derek -me corregí. Tras el beso, supuse que podría tutearlo- Es mi hermano. Está mal. Voy a ir con él te guste o no -me soltó al fin.

-Iré contigo -dijo sin más.

-¿Con todo el lío que tienes aquí? No tienes por qué venir. Estaré bien -le aseguré. Dió un ligero paso hacia mí y me dió un suave beso.

-No quiero que te pase nada -murmuró en mis labios.

-No me va a pasar nada. Confía en mí -le rogué. Resopló pero acabó accediendo.

-Si ocurre algo, llámame -por su tono me hizo saber que más bien era una orden.

-No te preocupes -me puse de puntillas, le dí un pico y salí del edificio rumbo a mi casa.

Conducí lo más rápido hacia mi casa preocupada por mi hermano. Giré la llave y entré dejando mis cosas por el suelo.

-José -me asomé a la puerta viendo a Jessica sentada a los pies de la cama de José, pero él no estaba en la cama- ¿Dónde está José? -busqué por toda la habitación con la mirada.

-Oh, no te preocupes, está bien -un hombre entró a la habitación con mi hermano amarrado.

-¿Qué? Jessica, ¿qué haces? -no entendía nada de lo que estaba ocurriendo.

-No te hagas la tonta. Lo de esta noche en la BWL... Matan a decenas de los nuestros y tú únicamente te importa Derek... -me quedé sin aliento al oír aquello.

-Eres una cazadora...

-Si, al igual que tú, por si no te acuerdas -me echó en cara- Conseguí que me contrataras para poder vigilarte y mantenerte alejada de los chupasangres, pero tú sólo te basas en trabajar y dejarte llevar por uno de ellos.

-No tienes derecho a meterte en mi vida. Yo hago lo que quiero -la desafié- Ahora soltad a mi hermano y salid de mi casa.

-No, no. Tú te vienes con nosotros. Ahora no está Derek para impedírlo. Te ha lavado el cerebro ese vampiro, pero nosotros te vamos a hacer ver la verdad -un pequeño dardo se incrustó en mi brazo, haciéndome caer en el insomnio.