ALLÁ VAMOS

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-Pero yo no quiero quedarme con ella... -se quejó Jose por enésima vez.

-No voy a volver a repetírtelo otra vez -puse mis brazo en jarra cansándome ya de Jose.

-Pero es que es muy rarita... Se pone a ver cosas melosas en la tele y me obliga verlas con ella -se cruzó de brazo hinchando sus mofletes.

Sonreí al ver ese gesto tan tierno y le invité a sentarse junto a mí en el sofá. Lo atraje hacia mí y coloqué su cabeza en mi hombro, acariciándosela.

-Es sólo durante un ratito. Sabes que todo esto lo estoy haciendo por los dos -le besé en la frente- Sólo quiero lo mejor para ti -le achuché y me levanté.

-Espero que esta vez sea la buena -me acompañó hasta la puerta, la cual sonó.

-Saray, menos mal que estás ya aquí -la abrazé recibiéndola- Bien, ya sabes lo que hacer con este diablillo -le guiñé un ojo a mi hermano y le mandé un beso.

-Claro. ¡Buen suerte tía! ¡Esta si que es la buena! -puso sus pulgares hacia arriba y así se quedó hasta que desaparecí con el cochd por la esquina.



Llegué finalmente al gran e imponente edificio de la empresa BWL. Vestida con lo más formal para ese tipo de situaciones que tenía, entré decidida a conseguir el puesto.

Mi autoestima y esperanza cayó cuando entré a la sala de espera para las candidatas al puesto. Todas eran completamente... increíbles. Rubias, o de castaño claro, altas, vestidas super arregladas... Y se notaba que eran listas. Si no fuera porque necesitaba ese trabajo, me hubiera marchado por dignidad.

-Hola, disculpe -le toqué el hombro a una de las chicas- ¿Es usted la última?

-Eh... -me miró de arriba a abajo- No, es aquella chica de allí -señaló a otra despampanante chica.

-Gracias -me senté al otro lado de la chica dispuesta a esperar un par de horas. Estaba claro que esa cola iba a llevarme para largo.

La suerte fue que me dieron un papel con mi nombre, por lo que pude bajar a la cafetería a tomar algo.

Encargué un café e hice tiempo mirando las fotos de instagram y demás. De pronto, la pantalla cambió y pude ver la imagen de Adrián.

-Hey, hola -descolgué el teléfono.

-¿¡Te han dado el trabajo!? -me exclamó en todo el oído. Tuve que apartarme el móvil y restregarme la oreja.

-Gracias por dejarme sorda -se rió al otro lado- No, todavía no me han hecho la entrevista -dí un sorbo al café.

-Seguro que te van a coger. Eres la mejor -sonreí ante su intento de hacerme sentir mejor.

-No sé Adri... En mi currículum van a ver que no he podido terminar los estudios. Ya sabes, entre la enfermedad de mamá y demás... -suspiré- Cruzaré los dedos.

-No seas tan negativa Karen -me tranquilizó- Has hecho mucho estos últimos meses. La vida tiene que darte una recompensa por ello, y creo que esto te lo mereces -se me saltó una lágrima al oírle decir eso.

-Oh, Adrián -me limpié con cuidado para no correrme el maquillaje- Vas a hacer que se me corra el rímel -me reí bajito.

-Eres muy importante. Siempre lo has sido -me dijo con un tono que transmitía toda la energía que necesitaba.

-Grac... -miré la hora y me levanté de golpe casi tirando el café encima de mi vestido- ¡Dios mío! Ha pasado ya más de una hora -dejé dinero sin esperar el cambio y corrí a coger el ascensor.

-¿No estabas ya en la empresa? -preguntó Adrián alarmado.

-Si, pero había bajado a la cafetería un momento -al fin se abrieron las puertas del ascensor, dejándome en la sala de espera de antes. Estaba vacía. Mierda. Qué rápido habían ido.

-Perdone, usted es... -se acercó la que atendía a las candidatas.

-Karen. Karen Watson. Yo... -le mostré el papelito con mi número- He llegado hace rato...

-Llega tarde -me recriminó.

-Estaba en la cafetería y... -me eché el flequillo hacia el otro lado- Por favor, ¿hay alguna manera de que me atienda?

-No lo sé señorita... -dirigió su mirada hacia el Ipad, como comprobando el horario.

-Por favor. Necesito hacer esta entrevista -le rogué.

-Espere un momento -echó a andar hacia el despacho del director general, donde entró. Salió al cabo de unos minutos con una falsa sonrisa- Está bien. Entre, pero debe de ser más breve de lo normal. Tiene la agenda algo atareada -por educación, no brinqué de la emoción.

-Si. Muchísimas gracias -llegué a la puerta del despacho junto con la chica, la cual me abrió la puerta.

"Allá vamos" y entré, enfrentándome a mi nuevo futuro.



*********
Ya queda poco para el reencuentro 😍 ¡Qué bien!

Votad y comentad.

Un inciso, tengo pensado hacer una maratón. Tal vez sea mañana por la mañana, pero no tengo todavía por seguro si podré. Lo intentaré. De todas maneras, estaros atentas.

EN BUSCA DE MI ESCLAVA DE SANGRE (2ª PARTE DE "ESCLAVA DE SANGRE") Donde viven las historias. Descúbrelo ahora