QUE NADA TE OCURRA

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-¡Hey! -me abrazó fuerte Em- ¿Qué haces aquí?

-¿No puedo venir a ver a mi amiga? -le arreglé el pañuelo tras el abrazo.

-¡Pues claro! Ahora mismo iba a tomarme un café -pulsamos el botón para bajar cuando una mano con uñas paró la puerta.

Una rubia despampanante entró al ascensor, y cómo no, con Derek detrás. Nuestras miradas se cruzaron pero yo la aparté furiosa por ver que no había tardado en encontrar a otra.

-Buenos días -saludó amablemente la chica. Se volvió a girar a Derek- Los informes están casi terminados... -yo les miraba de reojo, y sabía que Derek lo sabía.

Para terminar de destrozar mi corazón, Derek le cogió del mentón a aquella modelo y le besó con la misma ternura que lo hizo con mío. Le apartó el pelo dejándome ver las marcas de su cuello: le había hecho suya.

Se abrieron las puertas del ascensor y salí de allí sin mirar atrás.

-¡Karen! -me llamó Em por detrás- Hey, ¿qué te pasa?

-No soporto verlo -me senté en una de las mesas de la cafetería.

-Al jefe -sonrió maliciosamente.

-Si. Ya sabes, me despidió -añadí para disimular. No quería que supiera sobre lo nuestro.

-No soy tonta. A ti te ha molestado verle con otra chica -se cruzó de brazos sobre la mesa.

-¿De qué estás hablando?

-Sé que os besasteis. Os pillé un día en la oficina. Lo que pasa es que al veros, dí media vuelta y me fuí -miré hacia otro lado, dolida- Es su nueva secretaria. Muy guapa. Pero nada que ver contigo -ambos entraron por la puerta.

-No lo creo -Derek tenía su mano en la espalda de la chica.

Hacía apenas dos días que me había ido y ya había encontrado a otra. Otra persona conocida entró a la cafeteria. Se trataba de Vector, el hombre lobo.

-Tengo... Ahora vengo.

-No te preocupes. Me acaba de mandar un mensaje. Tengo que volver ya a mi puesto -nos despedimos y me acerqué a la mesa de Vector.

-¿Qué haces aquí?

-No has ido a la quedada. He tenido que venir yo a por ti -aupó los hombros.

-¿Y vienes al sitio donde trabaja Derek? -susurré.

-No está aquí. ¿Qué más da? -señalé disimuladamente al otro lado donde Derek estaba hablando con su nueva novia.

-Mierda. Vámonos a otro sitio -se levantó y me cogió de la mano.

-¿Perdona? Iré si quiero -me solté de su agarre.

-Hay que hablar de tu decisión -me volvió a coger entre dientes.

-Mi decisión está ya tomada -me volví a intentar soltar- ¡Suéltame! -llamé la atención de la cafetería, girándose todos a mí, incluido Derek- Es un NO -salí de allí deseando dejar a ese hombre para no volver a verlo.

Las farolas se había encendido ya cuando salí a la calle rumbo a mi coche, el cual estaba aparcado en un parque cercano. Una fuerza sobrehumana me empujó a un callejón oscuro apartado de la calle principal.

-Has hecho muy mal en tratarme así delante de toda esa gente -gruñó Vector.

-Déjame ya -le pegué una patada en sus partes, pero lo único que conseguí fue llevarme un zarpazo en mi vientre.

Caí al suelo del dolor provocado justo cuando una sombra veloz derribó y mató a Vector.

Me apoyé en la pared subiéndome la camiseta para verme la herida, que era bastante profunda.

-Déjame ver eso -esa voz...

-Derek -dije asombrada- ¿Qué... haces aquí?

-Creo que salvarte la vida -me remangó la camiseta hacia arriba y vió mi herida- Estás perdiendo mucha sangre. Tengo que morderte.

-No. No te acerques a mí -me levanté a duras penas.

-Vuelve a sentarte. No estás para moverte -lo empujé con la fuerza que tenía.

-A ver si lo entiendo, ¿me echas de mi tu empresa por rencor y odio, y ahora vienes a salvarme como si de verdad te importara? Deberías de volver con tu novia.

-Si, tienes razón. Debería. Pero no voy a hacerlo -sin darme tiempo a reaccionar, me clavó sus colmillos en mí- No voy a permitir que nada te ocurra.



EN BUSCA DE MI ESCLAVA DE SANGRE (2ª PARTE DE "ESCLAVA DE SANGRE") Donde viven las historias. Descúbrelo ahora