POR ÉL

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Tenía a mi querido hermano dándome la vara de que cuando íbamos a salir de aquella planta tan silenciosa y triste.

-José, cariño, estás empezando a cabrearme. ¿Puedes hacer el favor de comportarte? En diez minutos bajamos -seguía tecleando en mi ordenador.

-Eso me has dicho hace diez minutos -dejé de teclear y cogí aire, manteniendo la paciencia.

-Hubiéramos bajado ya si no estuvieras molestándome -le contesté bruscamente.

-Ah, es eso, ¿verdad? -estampó la silla contra la pared al levantarse tan rápido- Te molesto. ¡Siempre te molesto! -me levanté y le puse la mano en la boca.

Sonó un "pin" indicando que el ascensor se iba a abrir en nuestra planta. Em hizo presencia y se quedó en el sitio al vernos a mi hermano y a mí discutiendo.

-José, no alzes tanto la voz -le rogué, pero él me apartó la mano de un bofetón.

-¡Yo alzo la voz todo lo que quiera! -tiró los libros al suelo- Estoy harto de que me trates como un cero a la izquierda -se me acercó peligrosamente- Te importa más esta mierda de trabajo que tu propio hermano -la puerta de Derek se abrió, y su mirada furiosa se cruzó con la mía.

-No digas tonterías. Sabes que eres lo primero en mi vida -intenté calmarlo- Bajemos y tomemos algo. Podemos hablar...

-¡No necesito hablar! -dí un paso hacia atrás mirando con horror a aquel niño. ¿Dónde estaba mi cariñoso hermano?- ¿Sabes qué? ¡Ojalá te hubieras muerto tú en vez de mamá! -y salió pitando al ascensor. Em se montó con él para evitar que se fuera sólo.

Sin palabras y completamente patidifusa, me agaché para recoger los libros que había tirado al suelo en su pleno arrebato.

-Karen... -oí que me llamaba alguien, pero en vez de responder, me hundí en un mar de lágrimas mientras que yacía arrodillada en el suelo.

Unas manos me cogieron por los hombros ayudándonos a levantarme. Mis pies siguieron el rumbo de los pies de Derek que me conducían a su despacho.

Me dejé caer en su sofá de cuero negro. Me pasó una caja de pañuelos, los cuáles se lo agradecí con una triste sonrisa.

-Siento mucho el alboroto que se ha armado fuera -dije cuando ví que era capaz de hablar sin venirme abajo- Tenía razón. No debería de habérmelo traído aquí -miré hacia otro lado para que no me viera llorar.

-Si. No deberías de habértelo traído. Y es incuestionable lo que ha ocurrido ahí fuera -me obligó a mirarle- Pero más ha sido lo que te ha dicho tu hermano.

-Aún... -tomé aire- Aún no me creo que me haya dicho eso. Todo esto lo estoy haciendo por él -me metí el pelo en la oreja.

-La gente no suele darse cuenta de lo que vale la gente -fue en ese momento cuando caímos en la cuenta de que nuestras rodillas de estaban tocando.

Me levanté lo más rápido que pude de aquel sofá y me arregle mi falda.

-Siento todo esto -abrí la puerta antes de que me dijera nada- Será mejor que continué con lo de la reunión -y cruzé la salida fuera de esa habitación que me causaba tanta tensión.



*******
Sé que prometí un capítulo más interesante, pero hoy he estado muy ocupada y no me ha llegado a mucho la imaginación.

Si queréis hacer peticiones para que ocurra algo, hacédmelas, y las incluiré. Si me gustan, claro.

Gracias.

EN BUSCA DE MI ESCLAVA DE SANGRE (2ª PARTE DE "ESCLAVA DE SANGRE") Donde viven las historias. Descúbrelo ahora