ANÁLISIS

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-Ni siquiera es seguro que su sangre de cazadoras corra por mis venas -me defendí- Usted mismo lo ha dicho -se paró en seco y se quedó pensativo.

-Entonces, será mejor hacerte una prueba -me quiso coger del brazo y se lo quité a tiempo.

-¿Qué clase de prueba? -le pregunté sospechosa.

-Análisis de sangre. Y a tu hermano también. Dime donde está -me ordenó rotundamente.

-No soy tan tonta para hacer eso -puse los ojos en blanco.

-O me dices donde está, o te juro que si lo descubro por mi mismo, acabaré con su vida sin dudarlo -me amenazó con los colmillos saliendo de la ira.

-Va... va a matarlo de todas formas -me atreví a responderle.

-Puede salvarse si no posee la sangre de tu madre -me comentó más tranquilo.

-Está bien -acabé resignándome- Está con Em. Le dije que iría yo a por él -se peinó el flequillo y habló.

-No. Tú no vas a ningún sitio. Dile que que irá un amigo tuyo -llamó con un gesto de la mano a uno de sus hombros- Irás tú -se dirigió al otro vampiro.

-No, iré yo. No dejaré a mi hermano con un vampiro. Voy yo o nada -me levanté del sofá.

-El que decide aquí soy yo -me miró amenazante- No olvides lo que te he dicho antes -bajé la cabeza, sabiendo que sería capaz de cumplir sus palabras.

-Está bien -fuí hacia el teléfono fijo- Em -pronuncié su nombre al oírla contestar.

-Hey, Karen. ¿Vas mejor? -observé a Derek que escuchaba atento.

-Si, ehh... Llamaba para decirte que voy a mandar a un amigo mío a por José -controlé mi temblor en la voz.

-¿Y por qué no vienes tú? -esa pregunta me dejó a cuadros.

-Estoy ocupada terminando una cosa del trabajo -le mentí- En un cuarto de hora estará allí. Besos -y le colgué sin esperar una respuesta por su parte.

-Bien hecho -me sonrió orgulloso.

-No sabe lo que me arrepiento el haber asistido a su entrevista de trabajo -terminé diciendo.

-¿Qué acabas de decir?

-Lo que ha oído -me cruzé de brazos mirando al frente.

-No me desafíes -se colocó enfrente mío.

-Máteme... ¿o prefiere esperar a ver las pruebas de mi análisis? -gruñó cuando dije eso.

A partir de ahí, se hizo el silencio hasta que oí un rato después la puerta de mi casa abriéndose.

Mi hermano entró quedándose asombrado al ver a tanta gente en nuestra casa. Corrí a abrazarlo sin dudarlo, sorprendiéndome el hecho de que no me lo rechazó.

-Bien, dejaros ya los cariñitos -Derek enganchó a mi hermano y a mí del brazo y nos sentó en unas sillas.

Una mujer vino con una aguja para cada uno. Mi hermano se pegó más a mí a punto de caerse de su silla.

-José, tranquilízate. Será rápido -le acaricié rápido.

-Sabes que no me gustan las agujas -se estremeció.

-Hazlo por mí. Luego haremos lo que quieras como recompensa -le susurré, pero seguía mirando la aguja con temor- Cógeme la mano -se la tendí- Cierra los ojos y aprieta todo lo fuerte que quieras -eso hizo justo cuando la mujer le introdujo la aguja.

Antes de que mi hermano chillara, la vampiresa le sacó la aguja y metió la sangre sacada en un tarro.

-Lo has hecho muy bien -le dí un fuerte beso en la mejilla. A pesar de no estar frente a frente con Derek, sabía que sus ojos estaban fijos en mí.

-Ponte recta -me dijo la muy mala leche de la vampiresa.

Me mordí el labio inferior evitando el ver la aguja. Yo tampoco las soportaba, pero no podía hacerme la débil delante de mi hermano.

-Ya está -solté el aire que sin darme cuenta había estado reteniendo todo el tiempo.

Mi hermano y yo nos cogimos las manos deseando que todo fuera bien.

-¿Quiénes son esta gente? -me preguntó el inocente de mi hermano.

-Sólo unos médicos -le besé en la frente y una lágrima resbaló por mi mejilla, limpiándomela antes de que se diera cuenta.

Un rato después sin nadie haber hablado, la mujer volvió con los resultados de los análisis.

-La madre les había inyectado algo -le informó a Derek que escuchaba con los brazos cruzados- Como una especie de escudo mágico -le pasó unos papeles- He conseguido quitarlo. Y ya tengo los resultados -su mirada me hizo esperar lo peor.

-Dispara -Derek también estaba ansioso por saber.

-El chico no es nada. Es sólo un humano -me pasé mi mano libre por la cara, aliviada- Pero la chica no -si hubiera tenido líquido en la boca, lo hubiera soltado de repente- La sangre de cazador -escupió- corre dentro de ella -Derek tensó la mandíbula y me miró.

-¿Qué? No -negué rotundamente- Mi hermano no la tiene, ¡es imposible que yo sí! Somos de la misma sangre -nos señalé a ambos.

-Si es posible. Los genes de tu padre, extrañamente, acabaron en los de tu hermano. Y los de tu madre, en ti -me dejó bien claro.

-Sacad al chaval de aquí -ordenó Derek con una voz que me dió miedo.

-¿Adónde me lleváis? -se resistía José.

-José, cariño, tranquilo. Sabes que te quiero, ¿verdad? Tranquilo -quise llegar a él pero no me dejaron.

No me hacía falta girarme para saber que Derek estaba justo detrás de mí dispuesto a hacerme desaparecer de la faz de la tierra.

*****
Hey, sé que todos estáis preocupados por la eliminación de mi cuenta debido a que muchos os gustan mis novelas, pero no puedo aseguraros nada.

Haré lo que pueda, pero no sé si llegaré a acabar la historia. De todas formas, mientras que pueda, seguiré subiendo. Gracias.

EN BUSCA DE MI ESCLAVA DE SANGRE (2ª PARTE DE "ESCLAVA DE SANGRE") Donde viven las historias. Descúbrelo ahora