Bajé las escaleras casi sin poder respirar, y eso que era vampiresa y los vampiros no respiran. Con que imaginaros lo nerviosa que estaba.
-Tal vez el vestido no es el adecuado. ¿Y si al ir para el altar me tropiezo? -Emily puso los ojos en blanco.
-Chiquilla, de verdad, eres de lo que no hay. Primero, no te va a pasar. Segundo, si ocurriera, utilizas la velocidad vampírica y te levantas antes de que se den cuenta -unos humanos vestidos como camareros nos abrieron las puertas que daban paso al jardín.
-Y ahora te paso a la persona que te va a llevar al altar -sonrió Emily muy emocionada.
-¿Dorothie? -la abrazé hasta que ví que la iba a ahogar.
-La misma. No podía perderme tu boda -me tendió el brazo para que se lo cogiera.
-Pensaba que no te haría ninguna gracia que me casara con Derek. Ya sabes, por todo lo que ha hecho -se paró en seco.
-Escúchame, sé que ha hecho atrocidades. Todos lo sabemos y hemos sido testigo. Sin embargo, ahora es distinto. Tú eres feliz con él. Él lo es contigo. Tenéis un hijo en común. No me cabe duda de que vais a ser una familia extraordinaria, y que por fin todo volverá a calmarse -evité llorar para no correrme el maquillaje.
-Todo esto es gracias a ti. En la otra vida nos ayudaste. Si no hubiera sido por ti, nada de esto estaría pasando -nos abrazamos una vez más.
-Bueno, mi niña, creo que ya nos hemos dicho todo lo que nos teníamos que decir. Pero ahora ha llegado tu momento. Sonríe y vayamos a por tu futuro marido -salimos del edificio y dejamos que las luces de las estrellas nos iluminara nuestro paso.
Me ruborizé al notar todas las miradas en mí. Ser la novia era el principal motivo, pero también lo era el gran vestido que había elegido par el momento más importante de mi eternidad junto a Derek.
Conseguí llegar al altar sana y salva. Derek me examinaba de arriba a abajo una y otra vez como si no me hubiera visto nunca.-Luego hablaremos de esta vestimenta -me susurró al oído mientras que el "cura", que en realidad no lo era, preparaba las cosas.
-¿No te gusta? -pregunté triste.
-Me encanta. Tanto que me la has puesto du... -le planté un beso en sus labios.
-Es el día de nuestra boda. No me seas soez -él asintió sonriendo- Si te gusta, ¿por qué has dicho eso?
-Porque no quiero que alguien que no sea yo, te coma con los ojos -el "cura" o lo que fuese mandó a los invitados a volver a tomar asiento y nosotros también nos callamos.
-En la noche de bodas discutiremos de esto -se rió flojo y atendimos al "cura".
-Hemos sido reunidos para unir al gran vampiro Derek -él hizo un gesto con la cabeza en modo de saludo- y a la que va a ser su esposa: Karen -yo imité a Derek porque no sabía qué hacer.
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EN BUSCA DE MI ESCLAVA DE SANGRE (2ª PARTE DE "ESCLAVA DE SANGRE")
VampirosTras tantos momentos vividos entre dos personas que cayeron enamoradas apesar de ser tan diferentes, todo acabó en la nada. Karen y Derek fueron separados por la maldición de una bruja en modo de venganza. Ya no se acuerdan de nada. Ni siquiera del...