-Ese es el segundo, yo que tu me detengo ahí - Kian estaba sentado a mi lado en la barra supervisando mis tragos.
- Deberías venir más, siempre te la pasas en el hospital - ignore su advertencia,casi estaba gritando en su oído, la música estaba demasiado fuerte.
-Tu deberías dejar de tomar, no quiero que te aproveches de mi luego - comencé a reir, Kian era realmente adorable, la manera en la que sonreía era capaz de derretir a cualquiera.
Zack estaba muy feliz conversando con Kian el cual parecía divertirle demasiado, Jared paraba de vez en cuando a conversar , el bar hoy estaba lleno. Zack intento evitarme durante toda la noche, de seguro no sabria como responder al listado de preguntas que tenia para hacerle.
Kian fruncio el ceño cuando vio que tomaba mi quinto trago, me encogí de hombros diciéndole que no se preocupara.
¿Vamos a bailar?- me baje del taburete , pero uno de mis pies llegó tarde al suelo y tropecé. Las manos de Kian tomaron mi cintura ayudándome a recobrar el equilibrio, sonrei avergonzada ante lo torpe que podía ser en este estado.
-Mejor te llevo a casa ¿no crees? Demonios Carther, te quito la mirada de encima cinco minutos y ya te tomaste toda la botella - no me gustaba que me hiciera sentir como una niña pequeña.
- Eres un amargado y aburrido doctor Kian - quite sus manos de mi cintura avanzando hasta la pista.
-Carther vuelve acá!- escuche como me llamaba pero no pensaba ir, quería sacar todo de mi mente sólo por un segundo, y disfrutar.
Mire por sobre mi hombro, Kian estaba parado en medio de la pista viéndome con el ceño fruncido, eso solo me recuerda a la cara de furioso que colocaba Stephen cada vez que le llevaba la contraria. Moví mis caderas torpemente, de sexy no tenía absolutamente nada, pero en mi mente creía estar bailando sensualmente.
-Carther...por el amor de Dios ven acá ahora mismo- no me gustaba su tono, como si fuera de su propiedad , como si ya le perteneciera, yo no le pertenecía a nadie.
Seguí moviendome sintiendo su mirada sobre mi,cerre mis ojos llevando mi mente a buenos momentos, donde era feliz sin saberlo. Sus manos tocaron mi cadera haciéndome parar.
-Carther, hay mas de un tipo aquí a quien estas provocando y no me gusta- lo mire algo molesta, ¿cual era su problema?.
-No me hables como si fuera una niña pequeña Kian - fruncio el ceño como si no entendiera a lo que me refería.
-Solo quiero cuidarte Carther, ¿no lo entiendes?, Anda vamos a sentarnos-
-Puedo cuidarme sola - me aparte comenzando a moverme nuevamente.
-Dios..eres insoportable borracha -meneo su cabeza y se dirigió a la barra dejándome sola en medio de la pista. Entiendo tu preocupación pero no necesitaba ser un idiota conmigo.
Habían dos tipos mirándome con cara de depravados, rodé los ojos dándoles la espalda, lo cual tal vez no era buena idea, moví mis caderas lentamente, estaba sentado frente a mi con un vaso en su mano, su mirada quemaba en mi cuerpo, todo lo que veía era el.
Mis manos desordenaron un poco mi cabello sin dejar de moverme. Nadie podía verme como lo hacía el, como si no hubiera nadie mas en este lugar, sólo el y yo.
Me pregunto si lo estoy imaginando o realmente está aquí, si era así, no me sorprendía, era un maniático, no era la primera vez que me seguía a algún lugar.
Unas manos tomaron mis caderas acercándome a su cuerpo , voltee de inmediato encontrándome con uno de los tipos mirándome descaradamente.
-Tu no eres Stephen...- arrastre las palabras viendo aparecer una sonrisa en la cara del tipo.