Carther
-No se si esto fue tan buena idea...- tome un trozo de pizza, mirando la sonrisa de Kian, su casa estaba desordenada, supongo que los turnos no le habían dado tiempo de hacer algo de aseo.
-¿Lo dices por el chico de los tatuajes?- llevo un pedazo de pizza a su boca y se sentó frente a mi-
-Se llama Stephen, y no lo digo por el...bueno si, esque - suspire y tome un poco de soda- olvidalo, ¿como van las cosas en el hospital?-
-Bastante gente enferma, poco tiempo, ya sabes, lo mismo de siempre, ¿como van tus clases?-
-Estoy en vacaciones, vuelvo en un par de meses - me encogí de hombros, miraba cada rincón de su casa, intentando evitar su mirada, me colocaba nerviosa ser el centro de atención, tenía varios cuadros colgados, pero sólo una foto- Quien es el?.
Volteo mirando hacia la pared, encontrando la foto - Mi hermano.
-lo siento...¿puedo saber que le ocurrio?- me acomodé en el suelo, la mesa estaba ocupada por un par de carpetas y papeles revueltos asique decidimos comer en el suelo.
-Un accidente, un descuido- lo mire con algo de tristeza, se lo que se sentía perder a alguien-
-¿Y cual era su nombre?- dejo de ver la foto para colocar su atención en mi-
-Mike - tomo un poco de su soda y suspiro- pero no estamos aquí para hablar de cosas tristes.
-¿entonces estamos aquí para?- arquee mi ceja mirándolo con curiosidad-
-Para solucionar nuestra situación -
-¿nuestra situación?- lleve mis rodillas hasta mi pecho- pense que la habíamos dejado clara
-Lo se, pero necesito preguntarte algo- me miró un poco nervioso- ¿Nunca sentiste nada? Si ... si quieres no me respondas pero me gustaría saber la respuesta.
-Kian...yo, no nos conocemos demasiado como para.. sentir algo más, me refiero a que, si me agradas mucho y me atraías pero yo no puedo mirarte de otra manera, hice mal en intentarlo, no quería lastimarte -
-No te preocupes por mí Carther, me gusta ver que estás bien, sólo espero no empieces a alejarte, sería triste - recogió los platos para llevarlos a él lavabo-
-¿por que haría eso? Me agradas Kian, no tienen porque cambiar las cosas entre nosotros - me levanté del suelo para ayudarle.
Kian era un buen chico, pero no era para mí, estaba segura que encontraría alguien más, que pudiera corresponder a sus sentimientos.
Estaba algo preocupada por la hora, no quería que cuando llegara a cada Stephen ya estuviera ahí. Se que le molestaba Kian, pero no quería comenzar a dejar a mis amigos sólo porque no eran de su agrado.Me fui de su casa cerca de las siete, me agradaba estar con él, tenía muchas historias, viajes y cosas que contar, me gusta la gente que soñaba alto, que quería conocer lugares nuevos. Me prometió llevarme a una nueva sala de arte que abrió en la ciudad, le dije que lo pensaría, no quería discutir con Stephen.
Stephen
Llamé a Carther, pero no contestó a ninguna de mis llamadas, me preocupaba como el infierno cuando hacía eso,mas ahora luego de hablar con mi hermano.
No puedo sacar esas imágenes de mi cabeza, se repiten una y otra vez, su llanto resuena en mi cabeza aún. Jamás debí haberme metido en esto.
Si tan solo la hubiera conocido antes, si no hubiera escuchado a Stefano, Carther no era lo que creía, ella superaba toda las expectativas que tenía en una chica, ella superaba todo lo bueno que creía que podía haber en la vida y tengo miedo de que alguien ma se de cuenta de ello.Pase a mi antigua casa a buscar algo de ropa, me encantaría traer a Carther a vivir conmigo, pero no aquí, está casa tiene demasiados recuerdos que no me gustaría que ella supiera, merece algo mejor que esto, aunque nose si alguna vez pueda darle lo que merece.
Tome la computadora estropeada y la deja sobre la mesa en la sala, tenía que encontrar la manera de arreglarla. Ese vídeo tenía que tener alguna pista, la voz, alguna marca, un tatuaje, lo que sea, tenía que encontrar los nombres de los "hermanos" de Stefano. Ese trio era peligroso, es gracioso como dentro de cada infierno sigue existiendo un ángel, Carther era el mio.
Si tenía que arriesgarme por ella, lo haría, si tenía que volver al infierno del que salí, eso haré. Estaba esperando a una persona, que era la única que sabía que era leal a mi, y podría ayudarme sin tener que preocuparme por una traición.
Tocaron la puerta y me acerqué a ella para abrirla, no pude evitar sonreír al verla, tenerla cerca me hacía sentir en casa.
-¿Alguien te vio?- meneo la cabeza y se acercó a mí extendiendo sus brazos-
-¿No piensas darme un abrazo Theron?- sus brazos rodearon mi cintura y bese su cabeza cerrando la puerta- Traje lo que me pediste, ¿quieres hacerlo ahora?.