Stephen
Conduci hasta la antigua casa que compartíamos con Stefano, tenía que encontrar esos papeles, se que en algún lugar de esta vieja casa tiene que estar.
Ver a Carther tener pesadillas no era grato, estaba tan asustada, me dolía pensar que ella creía que tenía algo que ver en esto, lamento destruir tus ilusiones, pero no, está vez no tengo nada que ver con eso.
No sería capaz, verla temblar asustada era una mierda, y molestarme por Kian era otra. No me gustaba que estuviera cerca de ella, sabía que le gustaba, pero no tolero que este intentando cortejarla siempre que tiene la oportunidad.
Esta casa era un total desastre, había fotos antiguas, cartas, vídeos, lo cual me recuerda que aún no logró abrir esa estúpida carpeta, pero nose porque ya se cual es su contenido.
Si llega ser lo que estoy pensando, Stefano lo va a pagar. ¿en que momento mi hermano perdió su corazón? Me gustaría que alguien lo salvara, Carther me salvó en maneras que no puedo describir.
Le debo todo, por ello, debo encontrar al cabron que la lastimo. Me pregunto como no me di cuenta antes, ¿como no lo supe?, de seguro Stefano me lo oculto, porque está claro que el si lo sabia, ¿pero por que ocultarlo?
Di vuelta todas las cosas pero lo encontré absolutamente nada. El se lo había llevado todo.
Tenía una sola opción, si quería respuestas, tenía que volver con el. ¿como hacerlo sin meter a Carther en esto? ¿como desaserme de el sin que se dé cuenta?. Mi hermano era astuto, siempre lo fue, más inteligente que el resto. Si tan solo la utilizará haciendo cosas buenas.
Sabía perfectamente donde encontrarlo, y sabía que el me estaría esperando, porque esa carpeta no la puso ahí por casualidad, ese sobre no llegó a su puerta por arte del destino, el sólo quiere que supliqué por su ayuda. Si tenía que suplicarle para salvar a mi chica, eso sería lo que haría.
Tome las llaves de mi auto y subí la computadora, en los buenos tiempos teniamos una casa en las afueras de la ciudad, la usábamos para llevar chicas, fiestas sin control, éramos unidos, eso antes de ella.
Tarde un par de minutos en llegar, y como lo había pensado, no me equivoqué, su moto estaba estacionada afuera, me molestaba la soberbia con la que actuaba. Sabiendo que yo llegaría.
me acerqué a la puerta para tocar pero antes de siquiera acercarme el ya estaba abriendola con una sonrisa de suficiencia en su rostro.
-Stephen James...¿si no es mi hermanito ?- soltó una sonora carcajada, iba a romperle todos los dientes si seguia jodiendome de esta manera.
-Vengo a hablar contigo- cruzó sus brazos por sobre su pecho-
-¿ah si? Dime donde carajo estuviste todos estos meses eh! ¿crees que puedes irte y abandonarme así nada más? No Stephen, y será mejor que no me hayas traicionado-
- Deja tu paranoia Stefano, no podía aparecer de la nada, te recuerdo que fingir mi muerte fue tu plan!-
- ¿fuiste con ella verdad? - se acercó a mí mirándome cabreado- Responde la pregunta.
-No, te dije que vamos a destruirla y es eso lo que haremos ¿vas a perder tu tiempo discutiendo o prefieres trabajar?-
-Cuidado conmigo Stephen...no te atrevas a memtirme- se inclinó mirándome molesto- como me enteré de que la has visto...esta vez no se escapa.
-Te recuerdo que fue a ti que se te escapó, hablas demasiado y haces poco-
-¿quieres que haga algo entonces?, Supongo que estás aquí por la carpeta que deje en tu computadora ¿no? Ya que hablo demasiado, dejaremos que el vídeo lo haga por nosotros - sonrio con malicia, ¿que demonios pensaba hacer ahora?. Me quito la computadora de las manos y entró a la casa como alma que se la lleva el diablo.
Se sentó en la antigua mesa sin quitar la sonrisa de su rostro, apretó un par de teclas, y subió el volumen, de pronto los llantos de una chica comenzaron a escucharse, mis manos comenzaron a temblar, quería tapar mis oídos , quería que se detuviera, queria matarlo, matarlo a golpes, hasta que no quedara ni un solo hueso por romper. Volteo la computadora enseñándome el vídeo.
Cabron de mierda, mis manos temblorosas se hicieron un puño, Carther estaba sobre la cama sollozando semi desnuda, el cobarde tenía la cara cubierta, sus manos intentaban apartarlo pero apenas si lograba tocarlo. Mi pecho dolía, dolía verla.
Me acerqué de golpe cerrando la computadora con tanta fuerza que rompí la pantalla al hacerlo.
Stefano me vio descubriendome, no podía hacerlo, ya estaba muy jodido. Ver a Carther en ese estado solo hacia que no soportará el hecho de haberla lastimado.
La sonrisa en el rostro de mi hermano apareció al ver mis ojos llenándose de lagrimas.
-No puedo creerlo... si la amas - comenzó a reir, mi mano fue directo a su mandíbula dándole un puñetazo, pero ni eso logro callar su risa.
-¿Lo has hecho tú? Respondeme!- grité en su rostro-
-Lamento decepcionarte hermano...pero no he tenido el privilegio de tirarme a mi ángel- otro puñetazo a su nariz-
-Vas a decirme ahora mismo quien mierda lo hizo!- una sonrisa ensangrentada aparecio en su rostro-
-Lo siento Stephen...yo no traiciono a mi familia- comenzó a reír mirándome consumirme en la ira, esto era lo que queria, y lo había logrado una vez mas, había dejado al descubierto mis intensiones.