-¿A un bar? ¿Que hacías en un bar?- me crucé de brazos mirándolo preocupada, para que se colocará a tomar de esa manera algo malo le tuvo que ocurrir.
- Quería tomar un trago, no te preocupes que Aylsa me trajo - se levantó y camino a tropezones hasta la cocina.
-Stephen, estamos hablando- me acerqué a el intentando entablar una conversación- ¿que pasa contigo? ¿Por que no me cuentas qué pasa?.
-No pasa nada!- levantó la voz y me miró cansado, camino hasta la habitación quitándose la ropa a duras penas.
¿Que tenía? ¿Por que no habla conmigo? No mentire diciendo que no me molestaba saber que podía confiar en Aylsa pero a mi no era capaz de contarme que ocurría.
Espere un momento, para dejarlo pensar, y luego de unos minutos entre a la habitación, estaba sentando en la cama mirando sus manos, estaba tiritando.
-¿Amor?- me acerqué incandome entre sus piernas ¿estaba llorando?, Aparto su rostro intentando evitar mi mirada.
-Carther...No quiero que me veas así - suspiré tomando sus manos, ¿que estaba mal?.
-Dime que pasa, me pone mal verte así y no poder ayudarte -
-Tengo miedo a perderte...-nunca había estado tan asustado desde que mi madre murió - tomó mis manos acercandome a el para abrazarme, ¿su madre murió? Dios...sabía tan poco de el.
-No vas a perderme Stephen ¿por que piensas eso?- me senté sobre su regazo rodeando lo con mis brazos, escondió su rostro en mí cuello abrazándome fuertemente.
-Hable con Max hoy...fui a verlo a la cárcel- lo mire preocupada, ¿por que fue hasta allá? De seguro no le quiso decir nada- sólo me dijo una cosa " Yo no traiciono a la familia", carther, sólo me quedan dos opciones y no se nada de ellos..si te llegan a tocar, si tan solo te lastiman..
-Nadie va a tocarme Stephen, vamos a estar bien - acaricie su cabello mientras sentía sus brazos rodearme aún más fuerte- te preparare un café ¿está bien?
-No..sólo quiero que te quedes aquí - bese su hombro enredando mis dedos en su cabello.
Nunca lo había visto así, Aylsa era la última cosa por la que me preocupaba ahora, de hecho, debía agradecerle que no lo dejara sólo en este estado. No tardó en quedarse dormido, tome las mantas y lo cubrí con cuidado de no despertarlo, había dormido toda la tarde, mucho sueño no tenía. Lo miré descanzar, se veía tan tranquilo, se que no me lo había contado todo, porque su rostro me decía mucho más.
Me senté en el sofa,Argos se acorruco a mi lado, y acaricie su cabeza mientras miraba como cerraba sus ojos.
No podía entender como había llegado hasta aquí, estaba enamorada del tipo que mató a mi madre, y que tiene un hermano que quiere matarme, pero no podía olvidarme de lo que había hecho por mí.
Los cinco meses que estuve lejos de Stephen, me ayudaron a pensar en todas las cosas que no entendia, pero cada vez que lo colocaba a el en una oración, la frase parecía tener sentido. Fue entonces cuando me di cuenta que no importaba lo que hubiera hecho, el intento salvarme y había arriesgado lo unico que tenía para darme, para salvarme a mi.
Quiero hacer algo por el, quiero ayudarlo, pero se que no me dejara hacer nada, el tenía a Aylsa que podía ayudarlo en todo lo que yo no, de seguro ella sabía de su madre, conocía a su familia, cosa que yo jamás haré.
Si el podía recibir ayuda de su amiga, quizás Alex podría ayudarme, aunque no estaba segura de querer encontrar al único tipo que he odiado en mí vida, el que me enseñó la desconfianza, a odiar a los hombres..
Flashback
-Mírame cielo - ¿por que jamás se quitaba la máscara? No me gustaba cuando se acercaba, no quería que se acercara.
-Aléjate de mí ¿que quieres? Dime qué quieres y déjame en paz - retroceso hasta dar con la pared de la oscura habitación.
-¿Que quiero de ti? Quiero muchas cosas cielo, pero por sobre todo, quiero que me quieras- ni siquiera podía ver claramente sus ojos, me aparte en cuanto sus manos intentaron tocar mi cuerpo.
-Jamas podría quererte, me amenazas y me lastimas ¿como podría siquiera confiar en ti? Te odio, juro que vas a pudrirte en la cárcel.
Su mano fue directo a mi cuello y en un solo movimiento me tiró contra mi antigua cama, el aire comenzaba a faltarme intentaba gritar pero apenas podía articular palabra.
-No Carther...No cielo ¿por que no entiendes aún?! - soltó un poco su agarre dejándome respirar- Si abres tu boca, si gritas, si no me complaces, voy a encargarme de dejarte sola y comenzaré por tu dulce madre.
-N..o..No te a..trevas a to..tocarla - golpeé sus manos intentado apartarlo de mi.
-comienza a utilizar ese cerebro entonces Carther...eres tan linda, pero tan estúpida - me soltó dejándome casi sin aliento - ¿cual es la primera regla cielo?
No podía hablar, mi cuello dolía, podía jurar que luego quedarían marcas en mí cuello
-respondeme Carther - lo mire asustada, su sola presencia me hacía temblar.
-Tu eres mi secreto..-se acercó a mí acariciando mi cabello y mi rostro con vehemencia.
-Que no se te olvide cielo, el día en que me liberes iré por ti...y cuando te encuentre..-sus manos acariciaron mi cintura lentamente - tu y todo lo que ames va a conocer la oscuridad ¿lo has entendido Carther?.
-Carther?- sentia manos tocar mis caderas, es el...es el...grita Carther..hazlo, no puede lastimarme ahora.
-No..No me toques - su mano comenzó a tocar mi rostro fue entonces cuando desperté de golpe- No me toques! - lleve las rodillas a mi pecho mirando a Stephen asustada, maldición debí haberme dormido..¿que hora era?.
-Carther...- me miraba sin saber que decir, sus manos se quedaron quietas, como si temiera s que saliera corriendo si se movia- nena no quería asustarte...
-Yo..necesito una ducha..una ducha estará bien - no podía mirarlo, mi pecho dolía, no podía decirle, no podia...mi corazón duele ¿por que siento que se rompe? corrí hasta el baño sin poder aguantar más las nauseas y aunque sabía que quería estar sola, llegó hasta mi para sostener mi cabello. Tenía que protegerlo, tengo que recordar su nombre, tengo que recordar.