Capítulo dedicado a rosemarieh3 que tengas un excelente día, gracias por todos tus comentarios😊
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Carther
Carlos quería matarlo, de la primera persona que desconfío fue de Stephen, lo amenazó hasta que el se aburrió de decirle que no tenía nada que ver con esto.
Estaba bastante molesto, y no dejaba de abrazarme y sentirse culpable por no haber estado ahí para ayudarme, que más hubiera querido yo que conocerle antes. Pero las personas llegan en los momentos precisos, ni antes ni después, cuando son necesarias.
Prometió venir a quedarse está semana conmigo, la verdad no se como sería estar con dos chicos que más encima no se llevan, en la misma casa.
-Tengo que salir, ¿estas segura que no quieres que me vaya? Puedo pedirle a Aysla que venga-
-No...estaré bien Stephen, hay cámaras por todo el edificio, no pasará nada - bostece algo cansada - me miró sonriendo y se acercó a mí rodeando mi cintura-
-Deberias ir a descanzar, a noche no dormimos mucho -beso mis labios repetidas veces para luego separarse- por favor si sales, contesta mis llamadas, ¿esta bien?.
- Stephen, estaré bien - reí y lo vi alejarce y desaparecer por la puerta.
No entiendo porque me encontraba tan tranquila, habían dos personas allá afuera con la intención de matarme, ¿quizás ya me había acostumbrado? Que lunático suena decirlo, ya había visto a Stefano querer lastimarme tantas veces, que creía que podía contra cualquiera, que equivocada estaba.
Me recosté en la cama, estaba bastante cansada, de pronto comencé a sentirme adormecida, y mis párpados pesaban, no había logrado dormir en toda la noche y la mitad de la culpa es de Stephen. Aunque...no debería quejarme.
Saque un par de mantas y me acorruque en la cama, no tarde mucho en quedarme dormida, estaba realmente cansada. Supongo que descanse lo suficiente, porque para cuando desperté ya estaba oscuro ¿como había dormido tanto? No era de las personas que tomaban largas siestas en las tardes.
Me levanté dando un pequeño bostezo, Salí de la habitación esperando encontrarme con Stephen pero el aún no llegaba, me pregunto donde habrá ido, no entiendo porque no puede decirme donde anda, no creo que por eso me vayan a matar también.
Abrí el refrigerador sin saber para qué, mire si había algo que me apetecía comer, pero no encontré nada así que volví a cerrarlo. Quizás en el día me creía valiente y capaz de quedarme sola, pero ahora mismo, a oscuras no me agradaba mucho la idea de estar sola, bueno, Argos estaba mordiendo un cojín, seguramente el podría salvarme si alguien llegaba a lastimarme.
Tome la bolsa de basura que llevaba a comulada casi la semana entera, debería haberla botado en la mañana, pero dormir era un mejor panorama en ese entonces. Tome las llaves del apartamento y la bolsa con la otra mano, deje a Argos cuidando la casa y sali bajando las escaleras para ir a los contenedores afuera del edificio.
Kian venía bajando las escaleras, una sonrisa apareció en su rostro en cuanto me vio.
-Carther - se acercó a mí tomando la bolsa- déjame ayudarte - aunque le insisti en que no necesitaba ayuda, llevo la bolsa hasta el contenedor.
-Gracias Kian...enserio no era necesario- coloque mis manos en los bolsillos y comenzamos a caminar de vuelta a casa, el contenedor estaba asqueroso, el estómago se me revolvió de tan sólo acercarme.
- ¿estas bien? Estas algo pálida - le sonreí con cansancio -
-Si..es sólo que estaba algo sucio el contenedor y se me revolvió el estómago - me miró algo preocupado- ¿como te ha ido? Te ves contento hoy.