Dulce Provocación #DP

.14.

14. Un mensaje de ¿Chad?:

Solo nos quedaba una semana para volver a nuestros dulces hogares, nótese la ironía
Tanto Beth como yo pasábamos todos los días aprovechando al máximo el tiempo, salíamos temprano del hotel y volvíamos a altas horas de la noche.

Una mañana nos levantamos tarde, bueno no excesivamente tarde si no más tarde de lo que lo habíamos hecho los días anteriores, cogí el móvil de la mesita sed noche y revisé mis mensajes. Había de mamá, los cuales no me molesté ni en mirar, seguro seguía enfadada conmigo por haber tenido que sacarme de la cárcel, otro de mi abuelita, si, tengo mi abuelita tiene móvil, al que sí respondí.

*inicio*

ABU🌹: ¿como te está yendo el viaje corazón?

EM 🐼: Muy bien abuelita, no quiero volver todavía 😢

ABU🌹: nada de quedarte allí Emily, tú te vienes aquí conmigo corazón.

EM🐼: si abuelita volveré pronto, tengo que irme te quiero 💚

*fin*

La única persona a la que dejaba llamarme por mi nombre completo era a mi abuelita, esa mujer era increíble, valiente, fuerte como nadie que había conocido en toda mi vida, era independiente y me había enseñado todo lo que sabía.

Seguí respondiendo todos mis mensajes con simples frases hasta que el nombre de uno de los mensajero me llamó la atención. ¿Chad?, ¿que quería el capullo de Chad?. Dudé entre abrirlo o no pero soy tan curiosa que no podía quedarme con la duda, eso solo me generaría más desconcierto.
No se ni por que lo seguía teniendo guardado en los contactos si con el quería el menor contacto posible, tomé nota mental de borrarlo en cuanto tuviese oportunidad.

CHAD: hola Em soy Chad te escribo este mensaje para decirte que me gustaría volver contigo, siento haberte engañado con Candice pero no significó nada para mi te lo juro, maldita sea contesta a este mensaje en cuanto lo leas. Se que me comporté y fui un capullo pero quiero arreglarlo todo, quiero que volvamos a ser tu y yo nadie más. Te quiere Chad ❤️

Los ojos se me llenaron de lágrimas, después de haber deseado este momento con todas mis fuerzas me encontraba en un callejón sin salida, no iba a negar que seguía sintiendo algo por Chad pero no sabía que sentimiento era, dicen que del amor al odio hay solo un paso y viceversa. En aquel momento mis sentimientos estaban confusos al igual que mi corazón así que decidí preguntarle a Beth.

- Beth...

- Dime- se dio la vuelta para mirarme y se acercó al darse cuenta de que mis ojos estaban llenos de lagrimas y mis mejillas rojas- ¿Que te pasa Em?

- Chad... Chad me pasa.

- ¿Que ha hecho ese capullo ahora?

No necesite decirle ni una sola palabra, le tendí el móvil y dejé que lo leyera. Su cara pasaba del asombro al enfado y al miedo.

- Dime que no lo estas pensando - me escrutó con la mirada - Em no puedes volver con él.

- ¿Y si lo dice en serio? ¿Y si de verdad me quiere?

- Emily - peligro, si Beth me llamaba por mi nombre era algo malo- no pedes volver con él, te engañó cuando tú estabas tendida en una cama en un puto hospital, ¿acaso fue a visitarte? Dime Emily ¿fue a visitarte una sola vez?- estaba cabreada, todo lo que hablaba lo gritaba.

- No, no me visitó ni una sola vez.

Era cierto, mi amiga tenía razón no me había visitado ni una sola vez, no se dignó a dirigirme la palabra ni una sola explicación de porque lo había hecho, si no llega a ser por mí todavía seguiría en la ignorancia.

- Em, creo que lo ves o más bien lo veías como un apoyo masculino después de todo lo que pasó en tu vida con tu padre pero es hora de dejarlo ir porque no va a causarte más que problemas, no estás enamorada de él, solo no quieres perderlo y eso está bien. Ya sabía o que debajo de toda esa piel se escondía un corazón.

- Gracias Beth, creo que tienes razón, no estaba ni estoy enamorada de él, solo lo veía como un apoyo. - Abracé a mi amiga tan fuerte como pude, en ningún momento se quejo de que no podía respirar.
Cuando la solté le di un beso en la mejilla y me dirigí al baño a darme una ducha, debía pasar página no se ni como me atreví a pensar que podría volver con él.

- ¿Que quieres hacer hoy? - le pregunté a la rubia que estaba tendida en mi cama mientras me colocaba la ropa interior y encima una sudadera Tommy Hilfiger de color gris con unas leggings negras.

- Lo que tú quieras.

- Ya hemos visitado todos los lugares existentes en Venecia ¿que te parece si nos vamos a la Toscana?

- ¿A beber vino?,¿qué? ¡¡¡No me mires así, como si tu no hubieses pensado lo mismo!!!

- Es cierto, no lo voy a negar- necesitaba beber y perder la cabeza, ¿que mejor forma de hacerlo que irte a beber vino?

- ¿A que esperamos? VAMOS - se levantó para abrir la puerta y desaparecer segundos después.
Recogí toda mi ropa, preparé la maleta, me despedí de Venecia y salí para coger el barco que nos llevaría de vuelta al coche.

Rumbo a la Toscana.

- ¿Cómo te va con Mark? - últimamente no había hecho más que centrarme en mis problemas y descuidar a Beth.

- Quiere que hablemos cuando volvamos de viaje - su cara se tornó roja.

- ¿Que crees que quiere decirte? - alcé una ceja interrogante.

- Probablemente quiere que hablemos de nosotros.

- ¡¡Mark te va a pedir salir!!

- No digas eso, lo más seguro es que me mande directa a la friendzone.

- No digas eso- la empuje sobre el asiento - ¿tu te has mirado al espejo?

- Suelo hacerlo todos los días- negó con la cabeza a la vez que soltaba una pequeña pero sonora carcajada.

- Pues debería hacerlo más a menudo, eres una chica preciosa con unos ojos que quitan en aliento y un cuerpo de infarto, cualquier hombre estaría loco por tus huesos. Para ganar debes arriesgar.

- Esta bien, pero si al arriesgar pierdo me deberás un día de compras.

- Uf, sabes que odio las compras... Espero que a Mark se le ocurra pedirte salir si no lo perseguiré y le cortaré las bolas por hacerme ir de compras contigo.

- ¿Le cortaras las bolas por hacerte ir conmigo de compras y no por hacer daño a mi corazón?

- También por eso pero principalmente por lo otro.

- Cierra el pico - se hizo la ofendida y cerró los ojos para al poco quedarse dormida.

•Max Irons como Chad Cooper•