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16. Día de chicas + vestido perfecto:

Nada más levantar bajé a la cocina y preparé el desayuno para las dos, encendí un cigarrillo y me senté en una de las sillas junto a la encimera.

- ¿Qué haces aquí?- pegué un pequeño saldo debido a la sorpresa y me giré para encontrarme con una Beth todavía soñolienta.

- No podía dormir y he bajado para no despertarte.

Cogió una de las sillas y se sentó a mi lado.

- Te he preparado el desayuno- dije colocando el plato con las tostadas de Nutella y el zumo de naranja recién exprimido delante de ella.

- ¡Que buena pinta!- se llevó un trozo de tostada la boca y sacó la lengua para chupar los restos de Nutella que habían quedado al rededor de su boca.- Deberías dejar de fumar.

- Y tu deberías de dejar de hablar con la boca llena- hice que se riera y salieran de su boca restos del pan que no había conseguido tragarse. - ¡¡Beth que asco, ahora tengo tostada por toda la cara!!

- Lo siento- se limpió con una servilleta y volvió a hablar- lo digo en serio, deberías dejar el tabaco.

- Ya lo se, pero necesitaba algo para relajarme y liberar el estrés y como el gimnasio esta cerrado así que he decidido fumar uno.

- Como tu madre te vea te va a matar.

- Mi madre no se va a enterar- bastó acabar la frase para que se oyera la puerta de la entrada abrirse y dar paso a un taconeo. Me levanté corriendo de la silla, tiré lo que me quedaba de cigarrillo por el fregadero y abrí las ventanas que daban al patio trasero para que saliera todo el humo. Beth empezó a reír como una loca.

- No tiene gracia, no se de que te estás riendo.

- Eres gafe, de eso me rio. Solo has tenido que decir las palabras mágicas para que tu madre a apareciera por la puerta.

Mamá abrió la puerta de la cocina, nos escrutó con la mirada y olisqueó. Beth me miraba a mí y yo la miraba a ella esperando que no notase el olor.

- ¿Qué estáis haciendo? ¿ No estaréis fumando?- alzó una ceja y miró en mi dirección.

- No, y respondiendo a tu primera pregunta íbamos a ir al centro comercial a comprar los vestidos para mi fiesta de cumpleaños.- Aquello pareció entusiasmarle y provocó que se olvidara del olor a tabaco.

- De eso quería hablar contigo. Se celebrará aquí e invitaremos a mucha gente importante, por tanto tenéis, ambas, que compraros vestidos elegantes y que encajen con la temática.

- ¿Cómo que temática? ¿Mamá no es una puta fiesta de Halloween?

- Cuida tu vocabulario señorita- esta mujer llegaba a ponerme de mal humor en cuestión de segundos- la temática de la fiesta será sobre Desayuno con diamontes por tanto deberéis llevar un vestido con pedrería y brillo.- A Beth se le iluminaron los ojos, he de decir que esa película era su favorita,y me miró como lo hace una niña pequeña al darle un caramelo.

- Esta bien, tu organizas mi fiesta y yo elijo mi vestido- le tendí la mano a mi madre, la cual tomo gustosa, para terminar de firmar el trato.

- Ahora debo irme a comprar mi hermoso vestido para la gran fiesta- dije con ironía.

Cuando subí a mi habitación me di una ducha y escogí un vestido de Dolce & Gabbana y unos botines negros con tachuelas. Beth había optado por un mono azul cielo de Fendi y unos zapatos de Chanel.

Dulce Provocación #DPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora