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3. Candice y sus secuaces:

Bajamos del coche y lo primero que vimos fue a Candice con el idiota de Chad dándose el lote en la entrada principal del instituto.

- Que asco - le dije a Beth, que desvió sus ojos hacía dónde yo estaba mirando

- Iugh, solo falta que se desnuden delante de todos y seguro que no lo hacen porque vendrían a arrestarlos por escándalo público. - Y me puse a reír debido a su comentario.

Lo cierto es que no se porque estaba saliendo con Chad, era igual que Candice. Al fin y al cabo eran tal para cual.

- Beth, como mi mejor amiga recuérdame que no salga con capullos como ese.- Y señalé a Chad.

- Eso esta hecho. Pero seguro que sabes defenderte bien Chica de Azul.

Chica de Azul era el apodo que me habían puesto en las carreras y en el ring, se me olvidó decíroslo pero también participo en peleas clandestinas.

- Hablando de eso - le dije a mi mejor amiga- esta noche tengo una pelea, ¿vienes?.

- Claro, ¿crees que te voy a dejar sola en medio de una jauría de perros sarnosos?, ni en sueños.- Me reí a carcajadas con su comentario.

- ¿Sabes que puedo defenderme sola no? Pero de todas maneras gracias, no se lo que haría sin ti.

- Pues probablemente cogerías a otra para que curara tus heridas.

- No hay nadie como tú para realizar esa tarea futura enfermera.

- No bromees con ese tema, mi padres no dejan de presionarme para que después de graduarme envíe una solicitud de admisión en la facultad de medicina y enfermería. - Me dijo con cara triste.

- Lo siento cariño, no pretendía hacerte sentir triste.

- ¿Es que no entienden que lo que realmente me hace feliz es la moda?- Dijo gritando provocando que algunos estudiantes giraran en nuestra dirección.
Y esa señores y señoras es mi mejor amiga, cambia de humor cada dos segundos.

- Respira hondo Beth, estas destinada a ser una gran diseñadora de moda porque tu trabajo es verdaderamente brillante. Y si los capullos de tus padres no lo ven habrá que abrirles los ojos a guantazos.
Beth me miró perpleja.

- Chica de Azul no hacía falta ponerse tan agresiva.
Y sin pensarlo dos veces pasó su brazo por encima de mis hombros.

Era la hora del almuerzo y Beth y yo nos acercamos a nuestras taquillas, que eran contiguas, para dejar los libros e ir al comedor.
Una vez que tuvimos nuestros almuerzos en bandejas nos sentamos en una mesa vacía y nos pusimos a charlar de cosas triviales, has que sentí como un liquido se derramaba por mi cabeza y bajaba por mi espalda.
En un primer momento pensé en girarme y golpear al idiota, que de seguro había sido Candice, que me había derramado el batido por encima. Cuando me di la vuelta me encontré a una chica menor que yo unos dos años con un vaso vacío entre las manos, me levanté y le planté cara.

- ¿Por qué mierda me has hecho eso? - dijo con voz cabreada.

- Me ha obligado Candice, lo siento pero si no lo hacía iba a colgar fotos comprometedoras de mí. - Me dijo la muchacha con arrepentimiento en los ojos.
Pasé por su costado y me dirigí a la mesa de la estúpida de Candice, cuando llegué la agarré del pelo para que terminara su asqueroso beso con Chad y le golpeé la nariz con mi puño, esta empezó a sangrar y por sus ojos amenazaban con derramarse lágrimas.

- Estúpida me has roto la nariz.- Me dijo la muy idiota.

- Perdóname zorra no me he dado cuenta.- Le dije con ironía.

- No me digas zorra.

- No se si te has enterado aún, pero las que roban el novio a otras y mandan a sus secuaces que hagan cosas por ellas tienen el título de zorras cobardes.

Acabado mi discurso cogió a Chad de la camiseta y se fue corriendo, lo que yo decía zorra y cobarde.

Amanda Seyfried como Candice Wilde•

Dulce Provocación #DPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora