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33- Esto no es un hasta siempre:

Dejó de mirar la pared y se centró en mis ojos, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo esperando que dejara salir de su boca las palabras que tanto parecía costarle decir.

- No lo se.- Agachó la cabeza derrotado, nunca lo había visto tan triste, hasta llegué a pensar que lágrimas comenzarían a deslizarse por sus mejillas de un momento a otro.- Te necesito, eso es lo único de lo que estoy seguro.- Sus ojos brillaban como las estrellas en la oscuridad de la noche. Sus palabras me dejaron realmente sorprendida, no esperaba que esa fuera su respuesta. Viendo que no recibía respuesta de mi parte continuó hablando.- Haces que un mal día se convierta en bueno con tan solo aparecer en mi campo visual.

- Yo...- No tenía palabras.- No se qué decir.- me ignoró y siguió con su discurso.

- Eres un ángel, sonríes, hablas y hasta caminas como tal.- Sonrió ante su ocurrencia.- Pero no es eso lo que me atrapa, sino que a pesar de todo tienes una parte oscura, eres un pequeño diablo disfrazado. Y eso es justamente lo que me vuelve loco.- Tomó una bocanada de aire.- Eres la combinación perfecta entre el bien y el mal. - ¿Era un cumplido? - Y no sé como ha sucedido pero he llegado a la conclusión de que no puede estar sin ti, soy mejor persona cuando estas a mi lado. No te voy a pedir que te quedes junto a mi porque no sería justo para ti, no merezco a alguien como tu a mi lado.- Decidí que era mi turno de palabra.

- Todos merecemos a alguien a nuestro lado que nos haga sentir seguros, que nos trasmita la confianza qué necesitamos para continuar adelante y que en los momentos difíciles permanezca junto a nosotros para decirnos que todo saldrá bien o sentir que no estamos solos, porque nadie merece estar solo. Sólo quiero que sepas que estoy dispuesta a estar junto a ti y no he estado tan segura de algo en un buen tiempo.- Mis palabras provocaron que la comisura derecha se levantara, alzó la mirada y pasó un tiempo hasta que alguno de los dos dijo una palabra. Él negó con la cabeza.

- No lo entiendes, no soy bueno para ti. Y nunca lo seré.

- Eres tú el que no lo entiende, mereces más de lo que crees merecer, y eres mejor de lo que piensas. Da igual los errores que hayas cometido, al fin y al cabo son oportunidades para hacerlo mejor la próxima vez. - Me acerqué lentamente a la cama de Ian y apoyé mis codos sobre el duro colchón.

- He cometido tantos errores que no quedan oportunidades para mi Em.- ¿Por qué era tan cabezota?- No quiero que por mi culpa sufras, porque eso es lo único que hago, hacer sufrir a las personas que más me importan por cometer una y otra vez estupideces.

- ¿Por qué no me dejar decidir a mi dónde quiero estar?- Sus ojos no se apartaban de los míos.- ¿Acaso no puedo yo tener opinión propia?

- Claro que puedes.- Sonrío.- Pero eso no significa que vaya a aceptarla.- Su expresión se volvió dura.- Quiero que te alejes de mi, quiero que encuentres a alguien con el que merezca la pena estar y que seas feliz con él.- Ordenó.

- Pero yo te quiero a ti, quiero ser feliz contigo, quiero estar contigo.- Mis ojos empezaron a cristalizarse, una lágrima bajo por mi mejilla y acabo mojando la sábana blanca que había debajo.

- Eso no va a pasar, no voy a permitir que destroces tu vida por estar conmigo, que cambies por mi culpa o que tomes decisiones incorrectas.- Intentó limpiar las lágrimas que descendían por ambas mejillas pero me deslicé hacia atrás impidiendo que sus dedos tocara cualquier parte de mi cuerpo.

- ¿Y qué vas a hacer alejar a todo el mundo que te importa? ¿Quedarte sólo sin dejar que nadie te ayude? ¿Sabes lo que vas a conseguir con eso?- No deje que respondiera.- Apartar de tu lado a la gente que se preocupa por ti, va a llegar un momento en el que te des cuenta que ese es el mayor error que vas a cometer hasta ahora.- Gritaba ante la desesperación, tan solo quería que se diera cuente de la gran estupidez que iba a cometer.- Solos no somos nada. Necesitamos a alguien que nos apoye y en el que confiemos. Si no quieres que sea yo, al menos no comentas el error de desprenderte de todo el mundo porque llegará un momento en el que necesites hablar con alguien y nadie estará para ti.- Sabía que por más que hablara con él no daría su brazo a torcer.- Espero que te vaya bien, y si decides cambiar de opinión ya sabes dónde encontrarme, estaré a tu lado pase lo que pase porque eres importante para mi.- Me levanté de la silla dispuesta a irme por donde había llegado pero antes de atravesar la puerta mi nombre sonó entre sus labios.

- Emily.- Me giré con los ojos todavía empañados.- Hasta siempre.

- No es un hasta siempre.- Sonreí, más quisiera él deshacerse de mi tan fácilmente.- Es un hasta pronto.- Y cerré la puerta sin esperar respuesta de su parte.

La vida es difícil a veces, pero cada momento vivido es bueno, de las experiencias se aprenden grandes lecciones. No todo es un camino de rosas, hay subidas y bajadas en las desearías que todo desapareciese, pero en el momento más inesperado aparece alguien o algo que hace que todo vuelva a cobrar sentido y que vuelva a iluminar tu vida tanto como antes lo había sido. La vida no es justa pero está en tu mano decidir si deseas continuar adelante o quedarte estancado en el sitio en el que te encuentras.

Y si de algo estoy segura es de que no hay que dejar que se marche lo que de verdad te importa, porque el mundo esta lleno de personas que esperan que vuelvan los que dejaron ir.

Dulce Provocación #DPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora