.31.

2.5K 130 18
                                    

31. Como buen espécimen que soy:

Recibimos un par de codazos y golpes al intentar acceder al cuadrilátero e ir en sentido contrario para socorrer a Ian. La gente había comenzado a abandonar el lugar y eso nos dificultaba el paso.

- ¡Ponlo de lado!- Grité para que Mark me oyera sobre el resto.- ¡Así evitaremos que se ahogue!- Con ayuda de Stefan lo colocó sobre su brazo izquierdo. Su cara era del color más pálido que había visto en la vida.

- ¡Tenemos que llevarlo al hospital!- Mark estaba nervioso, no sabía cómo ayudar a su mejor amigo, y gritaba ante la rabia y la impotencia de verlo de esa manera, sin poder hacer nada para cambiar la situación.- ¡Ya!- Intentó incorporarlo pero antes de que lo consiguiera le pegué un manotazo.

- No podemos, hay demasiada gente, las puertas están colapsadas por la gente que intenta dejar el almacén.

-Emily, no lo entiendes, mi mejor amigo puede estar muriendo con cada segundo que pasemos aquí.- Agarraba su pelo para conseguir calmarse, pero no le servía de nada.

- Tranquilízate.- Beth se levantó del suelo, se acercó a Mark y le acarició con suavidad la cara.- Así no vas a conseguir que Ian mejore, sino que te va a dar un infarto a ti y vamos a tener que llevar a dos al hospital en vez de a uno.

- Esta bien.- Respiró hondo y se volvió a acercar a donde estaba el cuerpo de Ian.- Buscaré alguna otra salida mientras que la puerta se despeja.

- Te acompaño.- Afirmó Stef levantándose del suelo y posicionándose a su lado.- Tal vez haya una puerta trasera, la cual desconozcamos.- Antes de ponerse en marcha se acercó a mi y deposito un beso en mi frente.

Ambos se alejaron de manera rápida y se introdujeron entre el gentío que estaba dejando el lugar. Mientras tanto volvía centrarme en la bestia, acaricié lentamente su rostro con mi mano, pensando en todo aquello que me había llamado la atención de aquel que estaba en aquel momento tendido en el frío suelo de un almacén prácticamente abandonado con un cuadrilátero improvisado en el centro. Observé su pálido rostro y maldije todo lo que tenía alguna relación con las peleas y los puñetazos.

Ensimismada en aquel bello rostro, probablemente habían pasado un par de minutos, no sentí cuando mi mejor amiga me acarició la espalda. No fue hasta que me sacudió el hombro cuando volví a la realidad.

Levanté la cabeza y fruncí el ceño en su dirección.

- ¿Qué quieres?- Exclamé angustiada intentando mantener a raya las lágrimas.

- Em, cariño.- Su voz era serena y calmada.- Creo que han encontrado una salida.- Exhalé una gran bocanada de aire al recibir esa noticia. Una lágrima se me escapó y cayó por toda mi mejilla hasta mi barbilla, luego de desprendió de esta y se perdió en el suelo. Me sentó bien soltar todo el aire que había estado conteniendo, el cual me empezaba a oprimir el pecho.

- Menos mal, una buena noticia después de todo.- Levanté la cabeza y divisé a Mark, Stefan y un chico de gran musculatura.- Pensaba que ya encontraríais ayuda.

Me levanté de un salto y agarré la mano de Beth como apoyo para poder seguir adelante con todo aquello.

- Em, te presento a Tobias.- El chico, unos años mayor que nosotros, me hizo una señal con la cabeza en forma de saludo.- Es uno de los organizadores de la pelea.- Prosiguió Stef.- Sabe donde están todas las salidas de emergencias y nos ayudará a llevar a Ian hasta el coche. Más tarde te explicaré como lo he encontrado.- Me llevé las manos al corazón y le dí las gracias por lo que estaba haciendo por nosotros.

- Mi coche está en el aparcamiento, lo cogeremos para llevarlo al hospital.- Mi voz sonaba demasiado ronca.

STEFAN POV's

Dulce Provocación #DPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora