Me paro y, en ese entonces, las lagrimas ya corren por mis mejillas, goteando en mi barbilla.
—¿Qué...? ¿Co...cómo...? —digo, con la voz rota, la mirada perdida, y voz apenas audible. Esto no es bueno, no, no. Calum se acerca a mi cuidadosamente y me abraza, paso mis brazos por debajo de los suyos y lo sostengo por los hombros mientras sollozo en ellos— ¿Có-mo.... cómo pasó?
—Choque —responde Luke, sin expresión alguna, sigo llorando contra el hombro de Calum mientras el me acaricia desde mi cabello hasta la parte baja de mi espalda—, tranquila, Aria, todo estará bien.
—Luke su mamá está muerta, ¿Cómo puede todo estar bien? —le dice Ashton bajo pero audible para mi.
—Lo siento...
—¿Vas a ir a verla? —dice Calum separandose unos centimetros.
—Debo, pero no quiero, no me gustan los funerales.
—Aria, es tu mamá, debes ir.
—Iré, pero no sola.
—Yo no puedo, Aria, lo siento, debo escribir —dice Luke.
—Yo no te sirvo para funerales —dice Ashton con una mueca.
—Yo voy, entonces.
—Gracias, Calum, gracias, graciaaaas —lo abrazo de nuevo, pero esta vez más fuerte, sigo llorando.
—Bueno, eso era —dice Luke.
—¿Y tú por qué no estas triste?
—Por que.... no me importa —oh, vaya Luke, gracias por encenderme.
— ¡¿Como que no te importa?! ¡Mi mamá fue como tu segunda madre! ¡Estuvo contigo cuando nadie de tu familia podía! ¿A caso no te acuerdas de eso? —dije entre lagrimas, ya soltada del abrazo de Calum.
—Aria, debes calmarte.
—¿Calmarme? ¡Mi madre está muerta, Luke! ¡Muerta! —agacho la cabeza y luego me tiro el pelo— Y tu lo único que me dices es que me calme, que no pasa nada, que todo estará... todo estará... —caigo al suelo de rodillas, pongo mis manos en mi cara, cubriendola, y me rompo a llorar.
—Aria, yo... —empieza, Luke, pero lo corto.
—¡Dejate de explicaciones!
—Dejenla dormir aquí hoy, yo dormiré en su cuarto, se debe calmar —dice Luke, luego se escucha un portazo por lo que creo que se fue.
—Ven,Aria —dice Ashton tomandome de los brazos, tratando de levantarme—, vamos.
—Es mi mamá, mi mamá...
—Lo sé, vamos —siento otro par de brazos más levantandome, pero estos me agarran por la cintura, me suben a lo que creo es la cama en la que estaba sentada hace unos minutos y me arropan—. Ya está, ahora descanza.
Siento susurros y, como todavía tengo las manos en mi cara, siento que alguien se recuesta a mi lado, acariciandome el pelo y jugando con el.
Tardo un poco en darme cuenta quien es... es Calum.
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Editado.
