Apenas cierro la puerta Calum me da vuelta y me besa desesperadamente, salto y amarro mis piernas en su cintura y mis manos quedan en sus hombros, comienza a caminar y luego siento algo blando contra la espalda, me cuesta un poco darme cuenta de que estamos en la cama, Calum se saca la polera y la tira, pongo mis manos en su pecho parándolo.
—No quiero llegar a Australia y quedar con la noticia de que estoy embarazada —digo mirándolo a los ojos, él ríe y me besa la nariz.
—Tranquila, pequeña, tengo protección.
Y luego de esas palabras nos sumergimos en el cuerpo del otro, haciendo el amor como pareja, por primera vez.
A la mañana siguiente despierto temprano, aplastada por el brazo y la pierna de Cal, trato de moverlo, pero su agarre se hace cada vez más fuerte, le muevo los párpados hacia arriba, hacia abajo y hacia los lados, pero tampoco despierta, por lo que opto por despertarlo con un beso, me acerco y presiono mis labios contra los suyos, no tarda en responder el beso y su mano se dirige a la parte trasera de mi cabeza impidiéndome separarme, río en el beso y el sonríe, luego nos separamos.
—No tuviste suficiente anoche ¿Eh? —bromeo.
—La verdad es que sí, pero cada vez queda menos para que te vayas —sonríe con tristeza y me besa cortamente en los labios.
—Tengo que irme, Cal, y lo sabes —suspira pesadamente y me mira a los ojos, el en serio está triste—. Te quiero.
—Yo también, por eso no quiero que te vayas...
—Cal...
—No te preocupes, voy a estar bien.
—¿Seguro?
—No, va a ser difícil no volver a ver lo que ví anoche por cinco meses —ríe y río con él, le pego en el hombro juguetonamente.
—¡Cal!
—¿Qué? Es la pura verdad.
—Jm... ¿Solo extrañaras mi cuerpo?
—No, te extrañaré a ti.
Nos juntamos en un nuevo beso y no paramos hasta que alguien toca la puerta.
----------Editado.