A mis padres no les importó que yo me fuera con los lobos. El coche de los padres de Andy era un Volkswagen Golf de 1986. Era muy antiguo, pero funcionaba estupendamente. Fuimos a nuestra casa seguidos por los lobos, quienes se asombraron muchísimo al ver el garaje. Cuando salimos del coche, los miembros de mi familia se esparcieron por el garaje, quedándose justo al lado de sus vehículos. Los lobos salieron del coche y tenían los ojos abiertos como platos al ver mi reluciente BMW descapotable.
-¿De quién es este coche?-preguntó Andy, acariciando suavemente el capó.
-Es mío. ¿Te gusta?
-Es un coche precioso. Seguro que corre mucho.
-No te haces una idea-sonreí ampliamente y luego les indiqué de quién era cada vehículo. Al terminar, Andy suspiró.
-Mi coche es una mierda en comparación con cualquiera de los de aquí. Por no hablar de la moto...
-¿Tienes una moto?-preguntó Julio.
-Es una porquería de moto. Trabajo en ella cuando tengo tiempo libre, y no tengo mucho, la verdad.
-Yo podría ayudarte-eso nos sorprendió todos-. Entiendo bastante de mecánica, en especial de motos. Si quieres podría pasarme por tu casa un día y echarle un vistazo.
-Vale. ¿Qué tal este viernes? No tengo nada que hacer.
-Me parece estupendo. Las chicas saldrán de caza.
-Guay-dijo Andy. Luego me sonrió y me preguntó-. ¿Nos vamos ya?
-Claro-respondí. Besé a Julio en la mejilla antes de meterme en el coche. Arranqué el motor y Andy se sentó en el asiento del copiloto.
La verdad es que me lo pasé bastante bien. Sus padres prepararon pollo asado con patatas y una ensalada. Pero, mientras Carlos y Rafa estaban patrullando, encontraron un rastro fresco. Aullaron, avisando así a los demás. Andy y sus hermanas se miraron, asintieron una vez y ellas se fueron.
-¿Porqué no vas con ellas?
-Me quedo para protegeros.
Le ignoré y me levanté. Él me cogió el brazo izquierdo rápidamente.
-¿Adónde vas?-preguntó.
-Si no vas tú, voy yo.
-Es peligroso.
Puse los ojos en blanco.
-Vivo con seis vampiros y ya soy mayorcita para decidir por mi cuenta. Además, seguro que tiene que ver conmigo.
-Entonces te acompaño.
-Idiota-mascullé. Cuando salimos, le dije-. Ve al bosque y transfórmate en lobo mientras yo llamo a Lucía. Quiero asegurarme de que no son ellos.
Andy asintió y corrió hacia el bosque. Él no quería matar a gente inocente. Y le gustaba mi familia. Llamé a Lucía, quien respondió al primer tono.
-¿Ana? ¿Qué ocurre?
-Lucy, ¿han salido los chicos de caza?
-No, están aquí acabándose las reservas de sangre. Siento decirte que tendrás que cazar algo por ahí. ¿Por qué lo preguntas?
-Los lobos han encontrado un rastro de olor a vampiro y quería asegurarme de que no sois vosotros.
-¿Vampiro? Vamos para allá ahora mismo.
No me dio tiempo a responder; colgó justo después de acabar de decir eso. Andrés estaba acercándose a mí en forma lupina mientras les ordenaba a los demás que fueran sigilosos y no atacaran hasta que él lo dijera. Las órdenes del macho alfa se cumplían siempre. Una cosa nueva de la que me había enterado: a mí también debían obedecerme. Tenía el mismo poder que Andrés en su manada. Eso era muy útil.
Me monté encima de Andy como si me montara en un caballo. Incluso cogí dos mechones de su grueso pelaje rojizo a modo de riendas. Corrimos hacia donde estaban los demás. Yo intenté escuchar las mentes de los “intrusos”. Eran tres hombres y dos mujeres. Por lo visto, el aquelarre eran amigos íntimos, prácticamente familia, de Carlota. Se alimentaban igual que nosotros. Andy paró, escondiéndose en los árboles. Le informé enseguida:
-Son amigos de Carlota, Andy. No nos harán daño. Voy a hablar con ellos.
Me bajé del enorme lobo alfa de pelaje rojizo mientras empezaba a escuchar a mi familia en el bosque. Había un pequeño claro y el aquelarre se paró en mitad del claro. Cuando me vieron ir hacia ellos se asustaron, pero vieron mi colgante y se calmaron. Lo reconocieron. Los lobos empezaron a gruñir y a aproximarse, pero los paré enseguida.
-Tranquilos. Son amigos-le ofrecí mi mano a la jefa del aquelarre. Era una mujer pálida, de pelo oscuro y liso que le llegaba hasta 10 cm por encima de la cintura. Se relajó al ver a mi familia detrás de mí, junto a los lobos-. Soy Ana, la Hija de Safar de la leyenda vampírica.
-Yo me llamo Sara-dijo ella estrechando mi mano-. Conozco a Carlota desde toda la vida, prácticamente.
-Sara-dijo Carlota-, me alegro mucho de veros a todos, pero, ¿por qué habéis venido?
-Queremos pedirte un favor. Es un poco complicado.
-Está bien. Vamos a mi casa- luego se volvió hacia Julio-. Ve a por el coche de Ana y llévala a casa. Nosotros iremos corriendo.
Él asintió y fuimos corriendo a la casa de Andy. Nos montamos en el coche y fuimos a casa. Él no habló durante todo el camino, pero estaba preocupado por todo. Me preguntaba qué era lo que quería la familia de Sara. Ella era simpática. Cuando aparcamos, ellos ya habían llegado. Julio se bajó y me abrió la puerta, pero estaba tan serio que no parecía mi Julio.
Empezamos a caminar hacia la casa cogidos de la mano. Los lobos también estaban allí, vigilando por si acaso. Entonces me pregunté, un poco preocupada, qué era lo que querían de Carlota. “Un poco complicado”, había dicho Sara. No habían hablado aún. Nos esperaban.
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Ocaso (Editando)
RomanceFui creada para matar, para vengar una muerte injusta y sobrevivir a la lucha. Estaba pensando eso mientras conducía a 160 km/h e intentaba no chocar. Tenía que encontrarle antes que mi enemigo. Si se enteraba de mi existencia antes de tiempo, perde...