Eran alrededor de las 4:00 a.m cuando el avión estaba aterrizando en el aeropuerto de Miami. Faltaban algunas horas para que salga el sol, pero la actividad en la ciudad, como siempre parecía de lo más normal.
Pese a que había podido descansar un poco, era obvio que en un avión es imposible dormir plácidamente... al menos para mí, mucho menos cuando hay alguna turbulencia y precisamente en mi caso, estás muriéndote del miedo.
<<Me he dado cuenta, por las lindas ojeras que adornan tu rostro>>
Estoy más que segura que es cierto.
— Señorita, Dane. Buenos días —menciona un hombre fornido y con cara de pocos amigos llamando mi atención mientras caminaba hacia la salida. Vestía todo de negro y parecía ser un guardaespaldas.—El Sr. Ricky la está esperando en el auto—dice serio y me hace una señal con la mano para que lo acompañe. Asiento y aunque un poco intimidada comienzo a caminar con él detrás de mí.
Llegamos a un auto negro de lujo con vidrios oscuros, donde fuera de él se encontraba de pie otro guardaespaldas, me saluda con un asentimiento y procede a abrir la puerta trasera del auto para que pueda entrar. Dentro se encontraba Ricky y me dedica una sonrisa apenas me ve.
— ¡Hola, linda! Siento mucho el haber pedido que vengas tan tarde—dice en saludo y me da un abrazo cálido.
El auto tenía la calefacción encendida porque estaba haciendo un poco de frío por la hora de la mañana, lo que para mí era un gran alivio ya que estaba comenzando a temblar un poco allí afuera.
—No te preocupes, no ha sido mucho... solo no dormir muy bien y estar un poco asustada, pero nada más—digo divertida y ambos reímos. El auto es encendido y nos empezamos a mover por la ciudad. —No te hubieses molestado en venir a recogerme, podría haber ido a mi casa sin ningún problema y esperar a que amanezca para ir a la tuya—explico y el niega.
—Esto es importante, no hay mucho tiempo que perder... y no vamos a tu casa ni a la mía, por ello vine a recogerte—menciona un poco serio y no digo absolutamente nada por un largo tiempo, hasta reconocer hacía donde nos dirigíamos.
— ¿Vamos a casa de los chicos?—pregunto casi susurrando para mi misma pero soy escuchada por Ricky. Asiente y enarco una ceja sin entender.
<< ¿Alguien me puede explicar lo que sucede? >>
Cuando llegamos todas las luces de la casa están apagadas a excepción de la habitación de Christopher. Quizás se quedó dormido con la luz encendida sin percatarse.
Bajamos del auto y Ricky marca un número. Espera varios segundos y al parecer la persona atiende.
—Joel, lo siento mucho por molestarte a estas horas—dice, hace una pausa y luego continua.— ¿Puedes bajar y abrir la puerta, por favor?—inquiere y asiente. — ¡Listo!—menciona y cuelga.
Se acerca a tomar mi equipaje que había sido bajado del auto por uno de los "hombres de negro" y toma mi muñeca para acercarnos a la puerta. Cuando lo hacemos, Joel al mismo tiempo abre la puerta y Ricky le dedica una sonrisa. Mientras tanto yo, estoy con cara de poker porque no entiendo absolutamente nada de lo que sucede.
— ¿Dane?—pregunta confundido Joel y me encojo de hombros. Dirige la mirada hacía Ricky y éste no dice nada.—Buenos días... pasen—dice haciéndose a un lado y Ricky entra primero jalandome tanto a mí como a mi equipaje.
—Mil disculpas de nuevo por la hora, pero sabía que eras el único que escucharía el celular y se levantaría... todos los demás duermen como piedra —dice divertido y me pide que me siente.— ¿Estás demasiado cansada?—pregunta hacia mí y niego. Al parecer me había convertido en una muda desde que llegamos aquí.—De acuerdo, voy por Christopher—dice y mi corazón se detiene por milésimas de segundos.—Joel, por favor, ¿puedes preparar algo de café?—pide y Joel asiente. Me mira confundido por segunda vez y camina hacia la cocina para preparar el café.
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MIS DÍAS CONTIGO | FANFIC
FanfictionSEGUNDA PARTE DE CHRISTOPHER VÉLEZ ENAMORADO DE MÍ. Hace tres meses que Christopher Vélez y Dane Vera están juntos y todo parece estar a su favor... Pero hay nuevas amistades, nuevos retos, nuevos caminos por seguir y ellos tendrán que elegir entre...