Dane, tienes que dejar de ser una sentimentalista... tienes que parar con tratar de buscar excusas para perdonar a Christopher e irte sin más.
<<No puedes negar que te encantó pasar toda la tarde de ayer con él>>
¡No lo niego, y es lo que más me enfurece!
— ¿Dane, estás allí?—preguntan a mi puerta y me apresuro más en terminar de alistarme. Mi taxi debe estar esperando afuera para llevarme al aeropuerto. —¿Dane?
— ¡Voy, Zab!—respondo gritando. Me acomodo el cabello hacia un lado y me veo al espejo por última vez.
Trato por quinta vez de cerrar mi equipaje y fallo de nuevo haciendo que esta vez caigan varias cosas al suelo, entre ellas regalos de mis fans que obligatoriamente tendré que dejar y el osito que me obsequió Chris. Los deposito en uno de los cajones del armario y me encuentro con los llaveros de panditas que me dio Dana en mi viaje a Argentina, los tomo al igual que el osito de Chris y cierro mi maleta esta vez con éxito, pero con mucho esfuerzo aún así.
—Estoy aquí—menciono saliendo de la habitación y sonriendo como si nada.
—Te tardas un siglo, Dan—dice rodando los ojos aparentando estar enojado y le doy un pequeño golpe con los hombros para luego sacarle la lengua.—Vamos, están esperándonos.
—¿Esperándonos? Pensé que me llevaría un taxi.
—No, Renato y los chicos están esperando desde hace más de quince minutos... te llevaremos al aeropuerto—responde y toma mi equipaje.
Comienzo a seguirlo por el pasillo y miro de reojo la puerta de la habitación de Christopher. Está cerrada, quizá no quiere verme marchar... o quizá está también en el auto junto a los demás para despedirme. Realmente la segunda opción me parece imposible, pero es la que más deseo justo ahora.
<< ¡María Justa! >>
Me detengo mientras Zabdi sigue caminado y bajando por las escaleras sin percatarse de lo que hago. Vuelvo atrás y toco su puerta sin pensarlo. No responde, así que vuelvo a hacerlo, pero sigue sin responder. Abro la puerta despacio y cuando está parcialmente abierta caigo en cuenta de que la habitación está vacía. Sonrío sin querer, ya que mi segunda opción no estaba tan equivocada. Pienso en bajar, pero antes entro y me acerco a su mesita de noche, saco del bolsillo de mi sudadera uno de los llaveritos y lo dejo justo allí... El otro lo llevaré conmigo.
Bajo y Zabdi me está mirando de brazos cruzados.
—Lo siento, Zab, olvidé algo—miento y le doy un beso en la mejilla en disculpas.
Cuando llegamos al auto todos se alegran de que al fin aparezca pero mis ánimos bajan un poco al notar que Christopher tampoco estaba con ellos.
—¿Sucede algo?—inquiere Erick y niego rápidamente.
Subo al auto y comenzamos a movernos por las calles de Miami. Mi vuelo saldrá en menos de una hora y si todo va bien, hoy en la tarde estaré con mi familia al fin... Comenzamos a cantar entre ratos y entre otros los chicos les hacen bromas a Renato, realmente los extrañaré todos estos días.
Cuando finalmente llegamos al aeropuerto, de la nada empieza a llover, lo que es muy raro porque no estamos en épocas de invierno. Todos corremos adentro mientras Renato intenta no mojarse y sacar mi equipaje lo más rápido que puede... todos nos ahogamos de risa una vez más llamando la atención de muchos en el aeropuerto. Algunos se sorprenden pero la gran mayoría no se inmuta, es decir, es demasiado común que vean celebridades a diario.
—Bien, chicos, creo que hasta aquí llegamos—menciono un poco cabizbaja y todos hacen un círculo para abrazarme mientras intento no llorar.
—Saluda a Estefa de mi parte—dice en susurro Joel y me sorprendo un poco por ello. No he hablado mucho con Estefa últimamente, pero estaba segura que lo haría ahora y le pediría muchas explicaciones. —Y a tu familia también—menciona luego un poco sonrojado.
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MIS DÍAS CONTIGO | FANFIC
FanfictionSEGUNDA PARTE DE CHRISTOPHER VÉLEZ ENAMORADO DE MÍ. Hace tres meses que Christopher Vélez y Dane Vera están juntos y todo parece estar a su favor... Pero hay nuevas amistades, nuevos retos, nuevos caminos por seguir y ellos tendrán que elegir entre...