Epílogo

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Había decidido recostarme unos cuantos minutos para descansar, estaba exhausta de estar de un  lado al otro por toda la casa. Aún no estaba segura si en algún momento me iba a volver loca, pero estaba comenzando a tener mis sospechas.

<< No eres la única, mija>>

Estoy en mi cama apenas cerrando los ojos cuando de repente escucho algo hacerse pedazos. Me pongo de pie lo más rápido que puedo y luego escucho a Coqui ladrar.

Al parecer el ruido venía del salón.

— ¡Christopher, qué hiciste! —grito entre enojada y asustada. El piso estaba lleno de pedazos de vidrio del jarrón que se había roto.

—Lo siento, mami —menciona con su vocesita y al momento siento que el enojo se me ha pasado.

<<Tenia que ser igual a su padre>>

—No te preocupes, mi amor... ¿estás bien? —inquiero comenzando a revisarlo por todos lados.

—Sí, mami... Solo estaba jugando con Coqui y me tropese con la mesita de allí donde estaba el jarrón —explica señalando el lugar. — ¿nos vas a castigar? —pregunta haciendo puchero al querer llorar. Dirijo mi mirada a Coqui y también él me mira con esa cara de arrepentimiento que me hace flaquear.

—Los Velez me van a volver loca —murmuro riendo y nuestro peludo amigo comienza a mover la cola con felicidad. —Para la próxima vez tengan más cuidado, Chris, ¿si?

— ¡Sí, mami!

Le doy un beso sonoro en una de sus mejillas y al instante sale corriendo con Coqui para seguir jugando. Me siento en el sofá a descansar un poco antes de tener que limpiar este desastre.

La puerta principal comienza a moverse anunciando que alguien entraría, aunque luego de escuchar el escándalo proveniente de muchas risas, estaba segura de que no se trataba de solo uno. 

Adiós mini descanso.

<<Necesitamos vacaciones>>

El primero en entrar es Christopher y me regala una gran sonrisa en cuanto me ve. Trae en sus manos un enorme ramo de flores junto a una funda de regalo.

Al instante Joli, Yoyo, Zab, Erick, Joel, Richard y su hija Aaliyah entran realmente animados y riendo quién sabe porqué.

— ¿Cómo está la esposa más hermosa del mundo? —pregunta Chris y me da un beso fugaz en los labios cómo saludo.

—Cansada, pero feliz de verte, mi amor —respondo y de inmediato se escuchan los pasos de Chris y Coqui que vienen corriendo.

— ¡Papi! —grita él emocionado y Christopher no pierde tiempo en agarrarlo entre sus brazos para estrecharlo.

— ¡Campeón, te extrañé mucho! —dice feliz de ver a su hijo. Si no lo conociera tan bien podría decir que está exagerando porque lo vio apenas esta mañana, pero la realidad es que él ama tanto a nuestro pequeño que sus palabras son sinceras.

Sé perfectamente que preferiría quedarse aquí en casa con nosotros antes que ir a la disquera. Amaba eso de él, pero ambos sabíamos que esto a parte de ser nuestro sueño, también era nuestro trabajo y teníamos que cumplir con él.

—Hola, tíos —saluda a todos los chicos una vez que está en el suelo. A quien se acerca primero en a Zabdiel, su tío favorito.

— ¡Dímelo, baby Chris! —lo saluda Zabdi para después darle un fuerte abrazo. —Mira lo que te traje —dice sacando de uno de sus bolsillos una paleta. Lo miro entrecerrando los ojos porque ya le he dicho que no lo llene de golosinas.

MIS DÍAS CONTIGO | FANFICDonde viven las historias. Descúbrelo ahora