MARATÓN 2 DE 3
El estúpido vuelo se había tardado más de dos horas para poder llegar a su destino... mi desesperación aumentaba con cada segundo que pasaba y sólo deseaba llegar lo más rápido que podía hasta mi casa. No tenía idea de si alguien estuviera allí, pero era el único lugar al que podía ir; mi celular estaba muerto por la batería y no tenía otra forma de comunicarme con mamá.
Llego hasta la puerta corriendo y comienzo a tocar desesperada como si la vida se me fuera en ello.
— ¡Mamá! ¿Estás aquí?—pregunto desde fuera y solo escucho silencio. Sigo tocando de la misma manera y siento que al fin está por abrirse. — ¡Oh Dios mío, mamá!—es lo primero que digo cuando la veo y me abalanzo sobre ella para poder abrazarla con tanta fuerza que no puedo evitar llorar.
—Ya cariño todo está bien—dice mamá y me separo para poder verla al rostro. Trato de tranquilizarme y la miro de pies a cabeza. Está más bonita que de costumbre, no recuerdo haberla visto tan arreglada desde que papá murió. ¿Por qué? Ni siquiera tiene los ojos hinchados por llorar... se la ve de maravilla.
Miro a un lado tratando de buscar alguna respuesta en particular y mi vista se desenfoca hacia uno de los sofás, Mau está allí sonriéndome, absolutamente bien.
— ¿Mau? —digo aún así incrédula y empiezo a llorar otra vez sin poder controlarme. Me acerco hasta él sin entender que está pasando y lo abrazo con fuerza.— Pero... ¿estás bien? ¡No entiendo nada! —menciono en un hilo de voz mientras acaricio su rostro.
— Sí, brujilda... estoy bien ¡Sorpresa!—menciona Mau emocionado y vuelve a enredarme en un abrazo que lo recibo como el mejor obsequio del mundo. Pero aún seguía sin entender lo que sucedía.
— ¿Sorpresa?—inquiero sin poder creerlo, definitivamente estaba en shock. Miro con detenimiento al resto de personas que se hallan en la sala y me centro en la persona que menos esperaba encontrar aquí. — ¿Joli? —Pero qué hace él aquí.—¿Qué se supone que es todo esto, mamá?—pregunto mirándola fijamente y se encoje de hombros para luego dirigir su mirada hasta la puerta de cocina.
Christopher había salido de allí. Está realmente guapo y trae consigo un ramo de flores hermoso.
—Hola, preciosa... ¡Sorpresa!—dice con una sonrisa nerviosa y me extiende el pequeño ramo para que lo tome.
Lo miro aún pensativa y frunzo el ceño sintiéndome enojada y triste a la vez. Ahora comprendía todo... lo de Mau había sido su excusa perfecta para traerme hasta aquí para su "sorpresa". ¿Pero en qué estaba pensando?
Lo miro sin poder aparentar mi disgusto y lo próximo que hago simplemente sucede por la rabia que estaba sintiendo en ese momento. Mi mano termina en su mejilla haciendo un fuerte ruido y todos los demás se sorprenden de mi reacción. Mis ojos se llenan de lágrimas rápidamente y Christopher baja el ramo de rosas con la mirada triste.
<< Se lo merecía >>
—Cariño...—dice mamá acercándose y la detengo poniendo mi mirada fija en ella y negando.
— Eres... eres un idiota—digo sintiendo un gran nudo en la garganta. Quería abofetearlo de nuevo por todo esto. —un gran idiota, Christopher —vuelvo a decir llorando y no puedo contenerme, por lo que me lanzo sobre él para luego abrazarlo y llorar sin control.
<< ¿Acaso eres bipolar? >>
No soy bipolar, tonta... pero lo que siento es una mezcla de muchas cosas a la vez.
No estaba solo furiosa porque habían jugado tan horriblemente con mis sentimientos con esa mentira... sino más por el hecho de que amo a este tonto y sentía que me había abandonado en el momento en que más lo necesitaba. Estaba enojada con él por eso, pero en el fondo amaba que todo esto se trate de una broma de mal gusto y que él esté aquí conmigo de nuevo.
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MIS DÍAS CONTIGO | FANFIC
FanfictionSEGUNDA PARTE DE CHRISTOPHER VÉLEZ ENAMORADO DE MÍ. Hace tres meses que Christopher Vélez y Dane Vera están juntos y todo parece estar a su favor... Pero hay nuevas amistades, nuevos retos, nuevos caminos por seguir y ellos tendrán que elegir entre...