Capítulo 25 - ¿Cómo estás tan seguro de eso?

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MARATÓN 2 DE 5  

Sinceramente en este punto mi corazón estaba hecho un remolino de emociones. Johann estaba besándome y no sabía muy bien que sentir al respecto. Era algo lindo que casi me hacía sentir emocionada y simplemente quería rodear su cuello con mis brazos para atraerlo más hacía mí. Pero algo me decía en el fondo que esto no estaba bien y sobre cualquier cosa, Christopher no se alejaba de mi mente ni un solo momento.

Johann es quien corta el beso y me mira con intensidad. Sus ojos aún están cristalizados y puedo notar que su mejilla está húmeda por las lágrimas que rodaron por ella. Inconscientemente llevo mi mano hacía ella y la acaricio con suavidad.

— ¿Estás bien?—inquiero preocupada.

—Deja de hacer eso o se me va a hacer mucho más difícil soltarte—dice evadiendo mi pregunta y me sonríe con tristeza.

¿Soltarme?

— ¿Dejar de hacer qué? ¿A qué te refieres con soltarme?—pregunto confundida y toma mi mano notándose en su rostro que quiere decirme algo pero le cuesta. Intenta hablar, pero su voz pasa a segundo plano cuando estoy segura de que he visto algo, o en el peor de los casos, a alguien moviéndose entre las casas de los vecinos. 

— ¿Qué sucede?—pregunta siguiendo mi mirada.

—Creo que alguien nos está espiando—digo preocupada. Si son paparazzis estoy acabada.—¿Alguien sabía que venías aquí? ¿Le mencionaste a alguien aquello?

—Solo a Richard—dice y lo miro sin entender. 

¿Richard?  Ahora entiendo lo de la llamada, aunque estaba confundida sobre su conversación con él.

— ¿Alguien te venía siguiendo desde el aeropuerto? —pregunto una vez más sin quitar mi vista de aquel punto y comienzo a acercarme paso a paso.

<< ¿Estás loca? ¡Puede ser un ladrón! >>

—Dane, nadie más sabe que estoy aquí... fui muy cuidadoso en el aeropuerto —explica Johann y valiéndome de mi certeza sobre lo que vi, sigo caminando en aquella dirección sin importarme nada más. 

Me sobresalto al segundo de ver que alguien sale corriendo de inmediato de aquel lugar y para mi mala suerte... lleva una cámara en sus manos. 

¡Mierda!

<< Eso si que no está nada bien... ¡Todo por tu imprudencia! >>

¡Cállate! Deberías darme soluciones ahora mismo, no recriminarme lo que sucedió.

El aire me comienza a faltar y siento que todo da vueltas a mi alrededor. Esto no podía estar sucediendo, lo más seguro es que tomó muchas fotografías de mi y Johann en aquel beso.

— ¿Eso era un...?

—Sí, un paparazzi —digo de inmediato nerviosa. —Seguramente te vio en el aeropuerto y te siguió sin que te dieras cuenta.

—Dane, de verdad lo siento... juro que...

—No, Joli, no es tu culpa... simplemente no lo vimos venir —digo tratando de tranquilizarme. Tomo una bocanada de aire inmensa y llevo mis manos a mi sien. —Piensa, Dane, piensa.

—Lo mejor hubiese sido que no me aparezca por aquí —dice Joli sintiéndose culpable. Lo miro y niego. Me acerco hasta él y lo abrazo sintiendo que yo necesito más de eso que él. Justamente ahora me sentía vulnerable y no quería ni imaginar lo que pasaría a partir de este momento.

—No digas eso, estoy tan feliz de tenerte cerca de mí... eres el único en estos momentos con quien me siento en paz... últimamente me siento muy sola y Joli... tu eres ese rayito de luz que me alegra la existencia. No sé que haría sin ti —menciono y me alejo. —Aunque siendo sincera, sí estoy muy preocupada por esto, realmente nos hemos metido en un gran lío... sobre todo yo.

MIS DÍAS CONTIGO | FANFICDonde viven las historias. Descúbrelo ahora