»Capítulo 37«

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- ¿Segura que quieres venir?- Asentí nuevamente.

- Ya te dije que si.- Jake suspiró, como si ir a la oficina de John y escuchar cualquier información sobre lo que encontraron en donde  dispararon a Jake fuese a provocarme un desmayo.

- Bien.- Entrelazó sus dedos con los míos y comenzó a caminar.

Llegamos a la oficina de John, Jake me abrió la puerta y le sonreí agradecidamente antes de entrar. La mirada de John cambió, haciéndolo ver nervioso.

- ¿Ella va a oír?- Jake asintió mientras se sentaba en la silla que estaba a mi lado.- Creo que...se enojaría más...- Miró a Jake, como si de estuviesen hablando con la mirada.

Ahora sé yo que soy un estorbo.

- Heav...- Miré a Jake.- ¿Podrías dejarnos solos? Prometo que te diré después.- Resoplé, no tenía ganas de discutir, así que salí de la pequeña oficina sin decir una palabra... Además ya tenía un plan.

Luego de salir me paré en la puerta, apegando mi oreja a ésta para poder escuchar su conversación. La puerta se abrió dejando ver a Jake, quien arqueó una ceja, le sonreí inocentemente, mostrándole todos mis dientes.

- Un momento John.- Cerró la puerta detrás de él y cruzó sus brazos mirándome a los ojos.- Heavenly...

- Ya sé, pero solo quiero saber quién fue...- Fruncí el ceño ligeramente.

- Ya te dije que te diré la información que haya encontrado John cuando salga.- Delicadamente colocó un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.- ¿Confías en mi?- Asentí.- Entonces se paciente, ¿está bien?- Sonrió ligeramente.

- Está bien...- Rodé los ojos, Jake soltó una risita y besó mi frente.

- Te veo en unos minutos.- Guiñó un ojo y volvió a entrar.

Me quedé mirando la puerta por unos segundos y luego bajé las escaleras que no están tan lejos de la oficina de John. Me senté a esperar como a mitad de escalera, apoyando mis codos en mis rodillas mientras sostenía mi rostro. Escuché una puerta cerrarse en mi lado izquierdo y miré a ver quién era, era Carter y estaba...¿cojeando? También se veía como si estuviese perdido en sus pensamientos.
Iba a subir las escaleras y se detuvo cuando me vio, noté que tenía un moretón en su mejilla izquierda y un rasguño en el lado derecho de su mandíbula.

- H-Heavenly, me sorprende verte aquí.- Su sonrisa tembló por un momento.

- ¿Que te pasó?- Pestañeó repetidamente.

- ¿P-Perdón?

- No te hagas, ¿por qué cojeas? ¿Y qué te pasó en la cara?- Rió.

- ¿Desde cuándo te preocupas por mi?- Sonrió otra vez.

No estoy preocupada, solo es curiosidad.

- No me cambies el tema.- Insistí, haciéndolo suspirar.

- Solo fue una misión.- Volvió a mirar mis ojos.

- Ah... Bueno... ¿Y te golpearon la rodilla?- ¿Desde cuando hago interrogatorios?

- No, me caí mientras huía de... Cuando huía de los traficantes...- Se rascó la nuca.

- Ah.- Hasta yo noté que mi voz sonó como si no le hubiese creído, fue como un impulso, no planeaba que mi voz saliera así.

- Ehm... Me tengo que ir, con permiso.- Subió las escaleras como pudo.- Ah y...- Aclaró su garganta.- Perdón por los malos ratos que te he hecho pasar.- Me volteé a mirarlo.

The Boy Next Door ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora