»Capítulo 16«

7K 394 6
                                    

POV Jake

Estaba en mi placido sueño y.. ¿No les enfada cuando están súper cómodos en sus camas y alguien los interrumpe? Cuánto odio eso. Pues les cuento que me acaban de hacer salir de mi cama. Alguien (una muy odiosa persona) me acaba de despertar tocando la puerta.
Refunfuñé, me pasé una mano por la cara y me paré, caminando tan lento como una tortuga, llegué a la puerta.

- ¿Diga?- Miré con cara de aborrecimiento a una chica. Tal vez como de unos... ¿Veinte años?

La chica quién me miró de arriba a abajo (probablemente debido a que olvidé ponerme una camisa), se quedó... Digamos que atónita... Abrió su boca e inmediatamente la cerró.

- Eres la nueva, ¿verdad?- Asintió.- ¿Me ibas a decir algo?- Por segunda vez, abrió su boca, pero calló.- Bien. Con su permiso.- Cerré la puerta. ¿Qué nunca había visto a un chico sin camisa? Pff...

Eso fue algo rudo.. Le cerré la puerta en la cara. Debería disculparme. Abrí la puerta, ya estaba alejándose por el pasillo. Siseé.

- Oye, tú.- Se volteó.- Perdón, es que estoy un poco de mal humor.

- No hay problema.- Sonrió y siguió su camino. Por fin habló.

Volviendo a mi felicidad, hoy es gloriosamente sábado.

Abrí mis brazos y me tiré de pecho a mi hermosa cama, me quedé así como por diez segundos... Hasta que alguien volvió a tocar la puerta. Parece que hoy va a ser un excelente día...

- ¿En serio?- Mascullé.

Me paré perezosamente y de la misma manera caminé hacia la puerta. Abrí la misma y me encontré con la chica de hace un rato... Quién volvió a examinarme. Definitivamente, no ha visto un chico sin camisa.

- ¿Me vas a decir algo?- Crucé mis brazos y me apoyé del marco de la puerta.

Sacudió su cabeza.- Eh... Si... Perdón. Este... Me mandan a decirle que vaya a la oficina del Águila espantosa uno.- Dijo con sus ojos cerrados, como para que no se le escapara ninguna palabra... O para que yo no la pusiera nerviosa.

Traté de no reír a lo que me acababa de decir.

- ¿Águila espantosa uno?- Asintió.- Dile que voy para allá en unos minutos.- Asintió y se fue.- Águila espantosa uno... Tch...

Tomé una camisa blanca, unos pantalones negros. Tomé un baño, me lavé los dientes y partí a la oficina del "Águila espantosa uno". Me pregunto quién será el Águila espantosa dos.

Llegué a la oficina del "Águila espantosa" y entré con una sonrisa burlona.

- Oye, Águila espantosa uno. Veo que sigues con la tradición de engañar a las nuevas sirvientas. ¿No se te ocurrió nada mejor?

- Oye, oye... Hacen años no venían nuevas sirvientas, ya mi trabajo se estaba volviendo aburrido.

- ¿No que te gustaba la adrenalina y el peligro?- Me senté frente a él.

- Es que ya me estoy poniendo viejo.

- John... Apenas tienes treinta y dos.

- Por eso lo digo, ya estoy llegando a los cuarentena.- Hizo puchero. Rodeé los ojos.- Bueno, ya comencemos con el trabajo. Un miembro de Syko probablemente esté internado en el instituto de Heavenly.

- ¿Qué?- Ya puedo sentir la furia recorriendo mi cuerpo.- ¿Tienes algún nombre o apariencia?

- Los de la D.I.S. todavía están investigando.- Me pasé una mano por mi rostro mientras respiraba hondo.- Solo ten cuidado hasta que encontremos información.- Asentí y me fui, así sin decir nada.

Creo que tendré que ir al gimnasio a desquitarme con el saco de boxeo. Ahora que lo pienso..

- Oye, John. ¿Y si le damos unas clases de defensa personal a Heavenly?

- Me parece bien.

- Iré a decirle.

Todo esto me está volviendo loco. Espero que nada resulte mal. Pero esto solo comienza, así que debo mantener la calma si quiero que todo salga bien... En un futuro, creo.
Caminé por los pasillos hasta llegar a la habitación de Heavenly. Toqué la puerta dos veces. No hay respuesta. Toqué otra vez, tampoco.

- ¿Heavenly?- Toqué tres veces.- Heavenly. ¡Heav..- Se abrió la puerta.

- Me has levantado de mi dulce y placentero sueño.- El rostro de Heavenly es la pura representación de la palabra "adormilado", hasta su cabello está desordenado.- Ahora debido a eso, estaré malhumorada por un buen rato.

- Me hicieron lo mismo y estoy de lo más bien.- Arqueó una ceja.- Solo vine a decirte que vas a tomar clases de defensa personal.

- ¿En serio?

- Sí y ahora más que nunca tendré que estar vigilándote. Probablemente un miembro de Syko se instalará o está instalado en tu instituto.

- ¿Qué? ¿Y quién o qué es Syko?

- Syko es el nombre del grupo terrorista.

- Los hombres que nos atacaron..?- Pausó.

- Sí, ellos son de Syko.

De pronto dió un suspiro, como si se hubiese asustado. Me giré rápidamente en posición de pelea, pero no había nadie.

- ¡Dejé mi longboard en mi apartamento!

- ¡No hagas eso!- Puse una mano en mi cara.

- ¿Podemos ir a buscarla?- Susurró.

- No.

- Porfiiiiis...

- No. Un momento. Tengo una idea...

The Boy Next Door ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora