The Boy Next Door ©

Extra: "¿Interrumpí?"

(antes de la boda)
Heavenly

- ¿Ya terminaste?- Revoleo los ojos.

- ¿Cuántas veces te tengo que decir que no, Jake Walters?- Me volteo y continuo mirando la ropa frente de mí.

Estaba aburrida así que le dije a Jake que quería ir de compras, y como Jake es tan buen novio me complació.

- Entonces voy a pagar este abrigo.- Lo miro sonriente.

- ¿Te lo vas a comprar porque dije que me gusta como te queda o porque te gusta?- Entrecierro los ojos con mi sonrisa intacta. Jake blanquea sus ojos a la vez que sus pómulos se teñían de un ligero color rosa.

- Claro que no, es... Es por que me gusta.- Pellizco su mejilla.

- No me mientas.- Sonríe.

- Eso es lo malo de que me conozcas bien.- Vuelve a rodar sus ojos antes de besar mi frente.- Ahora sí, voy a pagar, no tardo y recuerda...- Lo interrumpo.

- Estar alerta de todo lo que se mueve a mi alrededor. Comprendido, señor.- Le hago saludo militar. Jake ríe y se va a pagar.

Luego de ver unas cuantas prendas y rendirme, decido ir a acompañar a Jake. En mi camino, noto como la cajera, una pelirroja claramente teñida, se queda viendo a Jake. Mí Jake. Lo estaba mirando de arriba a abajo mientras sonreía como estúpida.

Probablemente así me veo yo.

Tomo rápidamente una camisa cualquiera y me acerco, inmediatamente su rostro cambia a uno molesto.

- ¿En qué puedo ayudarte?- Dice de mala gana.

- Ay perdón, ¿interrumpí? Como sea, quiero ver el precio de ésta camisa.- Mentira, solo la quería interrumpir.

Ella toma la camisa y pasa la etiqueta en el pequeño monitor, yo solo la miro fijamente. Ella vuelve a mirarme.

- Seis con noventa y nueva centavos.

- Te quedaría muy bien.- Me sonríe Jake.

A ti te halo el pelo en un momento.

- ¿De verdad lo crees, amor?- Siento la mirada de la pelirroja teñida, mientras que Jake me asiente con su sonrisa.

Vuelvo a mirar la camisa, la verdad es que sí es bonita. No me había fijado.

- Entonces con más razón me la llevo.- Me giro a la cajera y le dedico una sonrisa más falsa que decir que Dora la exploradora no es ciega.

Saco el dinero y se lo entrego. No hay ni una pizca de sonrisa en su rostro.

Luego de pagar, Jake entrelaza nuestros dedos antes de salir, gesto que me hace sonreír con arrogancia.

- ¿Defendiendo territorio?- Lo miro.

- Es mi deber.- Él ríe.

- Por eso me encantas.- Se detiene y me da un corto beso en los labios. Aún dentro de la tienda.

- Y por eso me encantas a mí, gracias por el trabajo en equipo.- Él vuelve reír y pasa su brazo sobre mis hombros, guiándonos hacia afuera.

- Eso fue divertido, hagámoslo otra vez.- Frunzo el ceño y lo empujo. Jake vuelve a reír y vuelve a entrelazar sus dedos con los míos.