Extra: "Feliz Cumpleaños"

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Sinceramente, creo que voy a publicar solo una cápsula que sea después de su boda xD

Como sea... Aquí tienen otra cápsula mucho antes de la boda.

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»POV Heavenly«

Miro a la derecha, pared. Miro a la izquierda, pared... Pero con un ventanal cubierto por cortinas. Miro arriba, el techo. Miro abajo, mi cama, luego el suelo.

  ¿A que no saben quién cumple años hoy? ¡Jake...
no es..! Soy yo.

¿Y qué hago? Encerrada en la Casa Blanca por una dichosa amenaza. ¡Yayy! (Sarcasmo a la vista)

¿A quién le gusta quedarse encerrado en su cumpleaños? ¡Quiero diversión! Estar encerrada en muchas paredes y pasillos y decoraciones, etcétera, etcétera, no. es. divertido.

Escucho la puerta abrirse y mis ánimos no dan ni para voltearme. Estoy enojada, y cuando estoy enojada, ni yo misma me soporto.

- Cumpleañeraaa...- Canturrea Kyle.

- ¿Qué quieres?- Espeto con notable enojo.

- Uy, es tu feliz cumpleaños, debes estar feliz para que sea un feliz cumpleaños. Sonríe, ¿sí?- Se sienta al lado mío con una brillante sonrisa que envidio en estos momentos.

- Ya quisiera que fuese un feliz cumpleaños.- Le fulmino con la mirada y devuelvo mi vista hacia la ventana.

Supongo que tendré que ver el exterior desde aquí... Y aún así sigue siendo peligroso.

A veces quisiera ser normal... Pero recuerdo que ser normal puede ser aburrido y se me pasa... Pero luego recuerdo que de ser normal no estaría aquí encerrada... Y así sigue mi cerebro en un va y ven de pensamientos que solo logran que me moleste más.

- Oh vamos... Es tu cumpleaños, deberías estar alegre.- Si sigue sonriendo, le daré un puño justo en la boca para que no pueda sonreír más.

- Ya dijiste eso. ¿Puedes dejarme sola?- La verdad es que no quiero estallar y gritarle a Kyle sin que tenga la culpa.

- No hasta que sonrías.- Me muestra su perfecta dentadura.- Por favor.- Le muestro una sonrisa más falsa que decir que Dora la exploradora tiene una mamá estricta.- Mm... No es muy convincente.

- Ay ya. ¿Por qué no me traes unos panqueques mejor? Barriguita llena, corazón contento.- Entrecierra sus ojos.

- Bien.- Me despeina y se va, no sin antes desearme un "feliz cumpleaños" antes de irse.

Sin poder evitarlo, tiro un cojín hacia la puerta.

- Ni que feliz cumpleaños.

No pasa menos de cinco minutos cuando la puerta vuelve a abrirse.

- Jake te está esperando en la cocina.- Revoleo mis ojos.

- No quiero ir.- Jake me va a empalagar más que Kyle, y eso me va a enojar.

- Vamooos. Tus panqueques están listos, por cierto.- Entrecierro mis ojos y camino hasta la puerta, aún en pijama.

Llevo de mal humor desde ayer en la noche, que fue cuando me enteré que hoy no podría salir.
Por poco reviento un jarrón, pero pude controlarme.

¿Y que tipo de panqueques son esos que se hacen en menos de cinco minutos?

- No me veo tan mal, ¿cierto?

- Mm... Nah.

De todos modos no estoy de humor como para cambiarme.

En el camino, me hago una coleta para que mi cabello se vea un poco más decente.
Kyle toca la puerta del cuarto del comedor y esta se abre un poco. Kyle entra, luego yo.
Cuando alzo mi vista, mi mentón llega al piso.

Todo está decorado con rosas, hay un pastel de tres niveles sobre la mesa color blanco con rosas rojas de la pasta esa para bizcocho y tiene de esas perlitas plateadas que se comen.
Parece un bizcocho de boda pero realmente no me importa.

Jake está parado con un gran ramo de rosas blancas, rojas y rosadas y una sonrisa.

- Se te van a meter moscas a la boca.

- Eres un malvado.- Corro a él, inmediatamente envolviéndolo en un abrazo de oso.

- Feliz cumpleaños, princesa.- Susurra en mi oído y no puedo evitar derretirme internamente ante tanta dulzura.

The Boy Next Door ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora