»Capítulo 36«

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- ¿Me vas a dar un beso o no?- Arqueó una ceja mientras sonreía pícaramente.

- Lo voy a pensar.- Crucé mis brazos mientras que Jake ponía cara de ofendido.

- ¿Lo vas a pensar?- Negó con la cabeza.- Se supone que la respuesta sea si. Soy tu novio.- Hizo puchero. Esa fue una respuesta que conmovió mi corazón.

Coloqué mis manos en sus mejillas y justo cuando nuestros labios estaban a centímetros, la puerta se abrió interrumpiéndonos una vez más. Terminé por darle el beso en la esquina de sus labios y me despegué, volviendo a sentarme después de notar que Jake fruncía su ceño.

- ¿En serio John?- John alzó las manos.

- Solo me iba a despedir...amigo.- Arqueó una ceja.

Luego de que le chocara el puño a Jake y le deseara que se mejorara y saliera pronto, de fue. También le había informado a Jake que encontraron un casquillo de bala y luego se fue.
Suspiré, llamando la atención de Jake.

- ¿Cansada?- Negué con la cabeza, la verdad es que si, solo un poco.- Mentirosa.- Entrecerró los ojos mientras que yo ponía cara de ofendida.- Te están saliendo ojeras.- Arqueó una ceja.

- Mentiroso.- Me quise vengar.

- Mírate en un espejo.- Tomé mi celular y cuando lo iba a alzar, Jake volvió a hablar.- Pum. Inseguridad, ya te delataste.- Sonrió con autosuficiencia.- Si fuese verdad que no estás cansada no te hubieses mirado en la pantalla de tu celular.- Todavía sonreía orgullosamente.

- Ya.- Resoplé mientras volvía a cruzar mis brazos.- Pensé que era buena en las mentiras.- Murmuré.

- Gracias por darme la razón otra vez.- Rodé mis ojos.- Ahora vuelve a casa.- Negué con la cabeza.- Heavenly...- Dijo en tono de advertencia. Volví a negar con la cabeza.- Heavenly, ¿que pasa si el mismo que me disparó viene hacia acá? No podré defenderte.- Frunció el ceño.

Me congelé, tenía razón, pero ahora lo que quería era estar al lado de Jake no importando las consecuencias. Casi lo pierdo y no me iba arriesgar otra vez.

- Dije. Que no. Me voy. A ir.- Arqueé una ceja y volvía mirar la pared con mis brazos cruzados, tratando de disminuir mi enojo.- Por advertencia, detesto que me contradigan.- Fruncí mi ceño, todavía mirando la pared.

- Ya sé con qué molestarte.- Lo miré y tenía una sonrisa juguetona.

Comprobado, no se puede estar molesto con Jake.

- No...te atrevas.- Entrecerré mis ojos. Su sonrisa juguetona creció.- Basta.- Negó con la cabeza, aún con la sonrisa. Rodé mis ojos y volví a mirar la pared.

- ¿Por qué miras la pared? ¿Te gusta?- Lo miré y tenía su ceño fruncido.

¿Jake celoso de una pared? Yo creo que ya le pusieron medicamentos.

- ¿En serio?- Parecía bastante enojado.

- ¿Por qué miras tanto la pared?- Iba a abrir mi boca pero luego comenzó a reír, obviamente terminó quejándose de dolor.

- Karma.- Traté de no sonreír.

- Ya, ya. ¿En serio no te piensas ir?- Negué con la cabeza.

- Ahora digo yo, ¿estás esperando otra chica?- Fruncí mi ceño, pretendiendo estar enojada.

- Por favor Heavenly Brooks, sabes que mi corazón es tuyo.- Dijo, cambiando su tono de voz a uno de narrador.- Tu eres el aire que respiro, eres el...

- Ya, ya, basta de cursilerías.- Sonrió.

- Ya, ven aquí nena.- Abrió sus brazos. Sonreí sin poder evitarlo y lo abracé cuidadosamente.

Colocó su mano izquierda, que tenía una aguja canalizando la vena debajo de su piel, en mi mejilla y me acercó a él, depositando un suave y cálido beso en mis labios, obviamente derritiéndome. Permanecimos así por unos segundos y luego él se despegó.

- En serio, quiero que te vayas a casa a descansar.- Habló dulcemente mientras que con su pulgar acariciaba mi mejilla.

- ¿Cuánto falta para convencerte de que no me voy a ir?- Enarqué mi ceja mientras que Jake reía ligeramente.

- Está bien, está bien... Pero llama a... No sé... ¿Kyle? Para que te traiga aunque sea una cobija... Pero que Ruth te busque las ropas, no me gustaría que Kyle viera tu ropa.- Frunció el ceño ligeramente.- Y que no me gustaría que entre a tu habitación.

- Pero si Kyle ha entrado otras veces a mi...-

- ¡¿Qué?!- Reí.

- Es broma.- Rodó sus ojos.- Aww, ¿estás molesto?- Sonreí medio juguetona.

- Sin comentarios.- Miró a lo lejos, supongo que a la puerta o a una pared.

- Eso ya es un comentario.- Enarqué una ceja mientras sonreía.

- Ya.- Resopló y luego respiró hondo.- Súbete.- Dio dos leves palmadas en la cama, en el lado izquierdo.

- Conociéndome, probablemente termine lastimándote.

- No me importa, súbete.- Ay pero que carácter.

Me subí al lado izquierdo cuidadosamente y me volví a acomodar cuando Jake me rodeó con su brazo. Depositó un corto beso en mi frente y sonrió. Lo miré a los ojos pensando... Pensando en cuánto lo amo, pensando en que no lo quiero perder.

(...)

Pasó una infinita semana y por fin, ya estábamos de camino a la Casa Blanca. Kyle iba conduciendo a velocidad normal mientras que yo tarareaba una canción de la radio que sonaba por lo bajo.

- Todavía no puedo creer que te hayas quedado por una semana.- Negó con la cabeza.

- Bueno, lo hice. Deberías creerlo.- Sonreí ligeramente.
Jake me devolvió la sonrisa y besó mi frente.

Cómo amo que haga eso.

- Ay por favor... Dejen los cariños para después cuando yo no esté.- Kyle puso cara de asco haciéndome reír.

- Necesitas una novia.- Jake comentó.

- Urgente.- Agregué.

- De hecho...- Dejó de hablar, dejándome en suspenso.

- ¿De hecho..? Espera... No me digas que...- Puse cara de ofendida cuando asintió.- ¡¿Y no me dijiste?!- Llevé mi mano a mi pecho.

- Ya no grites.- Cubrió una de su oreja derecha con su mano.- No es para tanto.

- ¡¿No es para tanto?!- Reí falsamente.- No es para tanto... Que gracioso.- Crucé mis brazos.- Se supone que soy tu mejor amiga.- Lo miré por el retrovisor y lo vi rodar los ojos.- Malparido.- Resoplé.

- Ya cálmate princesa.- Jake besó mi mejilla.

- Eso es lo peor que me puedes decir en este momento.- Volví a fruncir el ceño.

- Pues perdóname.- Puso tono de bebé y no pude evitar sonreír.

De verdad lo amo.

The Boy Next Door ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora