»Capítulo 18«

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- Ya terminé.- Noté que me miró de arriba a abajo.- Vamos.- Traté disimular. Jake por su parte asintió.- Oh, espera, déjame buscar dinero.

- Yo te pago lo que quieras.- ¿Escuché bien?

- Por favor, no hagas eso.- Dicho esto, busqué mi dinero y volví a salir.- Ahora si, vamos.

(...)

Jake condujo hacia un parque, a lo lejos se podía ver una feria, así que le hice prometer a Jake que luego iríamos.

Nos bajamos del auto y comenzamos a patinar. ¿Hace cuánto no salía de la Casa Blanca? Siento como si hubiese pasado casi un mes.

- Había olvidado decirte que los de la C.B. están haciendo los arreglos para saldar tu apartamento.

- ¿Que es la C.B.?- Dije mientras esquivaba una persona.

- Para.- Obedecí.- La Casa Blanca.- Dijo en mi oído.

- Okay..?- Comenzamos a patinar nuevamente.- ¿Y por qué lo dices en secreto?- ¿Qué clase de pregunta es esa?- Ugh... ¡Que tonta soy!- Olvídalo, ya se la respuesta.- Rió.- ¿Te puedo preguntar algo?

- Eso ya es una pregunta.

- Pues, te preguntaré algo. ¿Qué pasó entre tu y Carter?- Apretó su mandíbula.- Está bien no me digas.

- Lo encontré con mi ex-novia.- Lo miré sorprendida.

- Perdón, no quería...

- Está bien.- Me sonrío. De algún modo, siento que no es una sonrisa verdadera.- Eso ya es cosa del pasado.

- Entonces, ¿por qué sigues enojado? ¿Por qué aprovechas para caerle encima?

- Se suponía que él era mi amigo.

(...)

Ya nos encontrábamos en la Casa Blanca, y yo como siempre encerrada en mi hábitat... Quiero decir, mi habitación.

Ya era lunes, un preciado lunes. NOT! No hay nada mas difícil que levantarse de la cama un lunes. Aún así, traté de meterme en la cabeza que hoy sería un excelente día y que debo aprovechar cada segundo de hoy... O al menos ver todo de forma positiva.

Me pasé las manos por la cara y (como zombie) busqué mi ropa y entré al baño.
Terminé mi rutina, incluyendo el delicioso desayuno. Llegué a la entrada y como ya era de esperarse, Jake aún no estaba presente. Se le estaba haciendo costumbre estar tarde, ya le había dicho que  deberíamos estar frente la puerta, al menos a las 7:10. Son las 7:09 ya. Dijo que lo haría, lo hice prometerlo, lo prometió, incluso dijo que estaría antes y ahora miren, rompió su promesa. ¿Por qué cada vez que digo "hoy será un excelente día" hay algo que lo arruina?

*Mensajes de texto*

Heavenly: Nunca hagas promesas que no puedes cumplir. ¿Haz oído ese dicho?

Lo leyó y no contestó.

Heavenly: Tomaré un taxi. :)

5...4...3...2...

- ¡No irás a ningún taxi! ¿No puedes esperar unos minutos? Estaba hablando con el jefe.

- Hiciste una promesa.

- Soy agente, Heav. Significa que debo ir casi todos los días a presentarme con el jefe, así obtengo instrucciones.

- Entonces, ¿por qué no te levantaste más temprano?

Frunció el ceño.- Touché.

- Como iba diciendo... Me voy en un ta... Quiero decir, me voy en mi auto.

¡Había olvidado completamente mi auto! ¡¿Cómo es eso posible?!

- Oye, oye... No vas a irte sola. ¿Y si te pasa algo?

- Pues pasó.

- No lo voy a permitir.- Apretó su mandíbula. Si sigue haciendo eso me voy a derretir.

Pensé por un momento.

- ¿Donde estás reunido con "el jefe"?- Imité su voz.

- Sígueme.

Lo seguí hasta una habitación, sus paredes eran blancas, en el centro un ventanal largo que casi alcanzaba el techo, como los ventanales de mi habitación. Frente el ventanal había un escritorio aproximadamente de seis pies de largo, y detrás del se encontraba un hombre. Parecía de unos... ¿Treinta años? Su cabello era negro y sus ojos un hermoso color gris.

- Ah, hola señorita Brooks, en qué le puedo ayudar.- Sonrió.

- Buen día...- Me acerqué a su brillante escritorio de madera.- Tengo un problemita. Me gusta ser puntual, incluso hice un acuerdo con Jake de estar frente a la puerta aproximadamente a las 7:10. Él me lo prometió, incluso dijo que llegaría antes. No cumplió con su palabra, pero luego me explicó que estaba reunido con usted. ¿Es posible que hablen más tarde? No quiero llegar tarde.- Le dediqué una sonrisa sarcástica.

Miró a Jake, luego a mi y rió.- Lo siento, no puedo hacer eso.- Rió nuevamente.

Fingí estar pensando.- Creo que existe unas microondas que permiten comunicarse por medio de un aparato electrónico que hoy en día llamamos teléfono celular, Smartphone, Android o iPhone.- Le sonreí sarcásticamente otra vez.

Rió.- Ya me agrada, es igual que yo.- Le dijo a Jake.

- No tienes idea.- Dijo Jake a la vez que rodaba los ojos.

- No, no. No me parezco a nadie, yo soy yo misma. Ahora, me iré sola. Adiós.

- Ya te dije que no irás sola. Son solo unos minutos, relájate.

- Unos eternos minutos de agonía.

Iba a salir de la oficina, pero Jake me bloqueó la entrada. Ya me está haciendo enojar.

- Solo voy a esperarte en la entrada.- Apreté mi mandíbula.

- Te estaré vigilando.- Entrecerró los ojos, cosa que me hizo reír.

- No me iré, lo prometo.- Me dejó salir dudoso. Le dediqué una sonrisa inocente.

Bajé las escaleras por las que antes había subido para llegar a la oficina, y me senté en el suelo, frente la entrada. Es el colmo, ahora estoy obligada a llegar tarde.

- ¿Qué haces ahí sentada?

Esa voz...

The Boy Next Door ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora