Llegué a mi casa bastente cansada. Lo que menos necesitaba era un interrogatorio de Ashley, para ser sincera.
-¡Kate Williams! ¡Ni se te ocurra intentar huir! -me gritó mientras subía la escalera. Seguí caminando sin importar cuanto insistiera, entré a mi cuarto y cerré la puerta- ¡No me ignores! ¡Tenés varias cosas que explicarme!
Continuó gritando mientras golpeaba repetitivamente la puerta de mi cuarto por al menos 5 minutos. Se estaba tornando insoportable, como siempre, así me decidí a abrirle. En realidad no tenía idea de qué quería, pero era bastante recurrente en ella el cuestionar constantemente lo que hacía. Ya era casi una costumbre.
-¿¡Qué!?
-Explicame esto -dijo entrando a mi habitación mientras me mostraba algo en su teléfono. Su paso era firme, parecía enojada.
-Me hice una cuenta de Twitter, ¿cuál es el problema?
-¿Que cuál es el problema? ¡El problema es que Ashton te twitteo! -elevó un poco la voz- Y no termina ahí, no. ¡También te sigue! -parecía indignada, emocionada, confusa, todo al mismo tiempo. Caminaba de un lado al otro en mi habitación, moviendo los brazos mientras hablaba. Yo me limité a mirar el suelo, sin decir una palabra. Después de un eterno minuto de silencio, Ashley continuó- ¿Qué está pasando Kate?
Ni yo tenía idea de qué estaba pasando, y ella pretendía que le contestase seriamente. Tomé mi teléfono, abrí twitter y noté que era verdad lo que decía. Y no me parecía raro en realidad, creo que me lo esperaba, creo que quería que ocurriese algo así. Pero, ¿485 seguidores? Eso sí no estaba en mis planes.
¿Qué... Qué fue lo que twitteó? -Ashley bufó ante lo inexperto de mi pregunta, claramente no tenía mucha idea de cómo manejar Twitter. Se sentó a mi lado en mi cama, tomó mi teléfono y tocó un par de botones hasta llegar al tweet.
"Espero que puedas dormir después de tanto café", eso sumado a mi user fue lo que me dejó como tonta mirando el teléfono.
-¿En serio? O sea, podrías haberme dicho algo -mi hermana seguía hablando mientras yo procesaba todo en mi cabeza. Dijo algo de cómo ella pensó que mi pregunta sobre 5SOS era simplemente para saber, y cómo nunca creyó que podría ocultarle esto a ella, y cuánto amaba a esta banda, y que se casaría con Luke, y que tenía que verlos en vivo, y que no podría creer que sea tan mala hermana como para no contarle nada.
-¿Contarte qué?
-Que lo conoces, que vos eras sobre quién twitteaba, no sé, ¡algo!
-No seas tonta Ashley, no es así. No es para tanto.
-¿No es para tanto? Cómo se nota que no tenés idea de lo que significa esta banda para mí.
En ese momento terminé de entenderlo. En ese momento terminé de entender lo que hacía rato se presentaba en frente mío y no podía asimilar. Sí era para tanto. Ashton era el ídolo de mucha gente, era el modelo a seguir de mucha gente, era parte de la banda favorita de mucha gente. A mí, a lo mejor, me parecía insignificante, pero a muchas les gustaría estar en mi lugar.
Un segundo... ¿Qué lugar? Llevé mis manos a la cabeza dos segundos y cerré los ojos. No sabía si ocupaba o no un lugar en su vida, o qué. No entendía nada.
-Ashley, no pasa nada, ¿está bien? Solamente fue un café, nada más -dije después de mucho pensar. Ella se paró, caminó hasta la puerta sin decir una palabra, y antes de irse volteó para decirme algo.
-No creo que él piense lo mismo.
Ese fue el puntapié para toda una seguidilla de pensamientos que de verdad no quería tener. No quería pensar. No quería empezar a analizar qué me estaba pasando, qué estaba empezando a sentir. ¿Sentía algo por él, en realidad? Me atraía, de eso no había duda. Una parte de mí, sin embargo, no dejaba de sentir que eso no era para nada correcto. Cuando hoy en el Starbucks esperé a Ashton adentro un rato mientras hablaba con esas chicas, no pude dejar de pensar lo hermosas que eran, y lo bien que se veía él junto a cada una de ellas. Comparada con esas tres muchachas, mi revoltoso pelo castaño y mis ojos color miel, mi limitada altura y mi torpeza llegaban a un estúpido 6. Estamos hablando de tres 10 contra un estúpido e insulso 6. No hablemos siquiera de lo poco interesante que era, esas chicas parecían tener millones de historias que contar.
¿Qué me habría visto, entonces? ¿Qué le atrajo de mí? Intenté buscar alguna respuesta en mi cabeza, de verdad intenté, pero la conclusión fue tan triste como mi historia con los hombres: sos un pasatiempo. Siempre era la misma historia, nunca ocupé otro lugar en la vida de ningún hombre, ni siquiera en la vida de mi padre. Yo era un pasatiempo, una forma que tenían de entretenerse hasta que el próximo 10 aparezca.
¡Por Dios!, ¿en qué clase de mundo un chico como él se sentiría atraído hacia un 6 como yo?
Luego de echar cualquier tipo de esperanza con Ashton al suelo, de haberle saltado encima y de haberla destruído, mi cabeza al fin se calló, y caí dormida.
Desperté tarde para la cena, Ashley y mi madre ya estaban dormidas, y la casa desierta. Bajé a la cocina en busca de algo para comer, moría de hambre. Me preparé un sandwich rápido y lo llevé a mi habitación para comerlo allí. Fue entonces, al entrar a mi cuarto, que noté una gran caja rosa descansando sobre mi escritorio.
Me acerqué lentamente a ella, intentando hacer memoria y recordar si yo lo había puesto ahí, o si era mi cumpleaños, o si era Navidad. No era ninguno de esos días, era viernes 29 de septiembre, casi sábado 30.
Encendí la luz de lectura del escritorio y examiné el paquete. Era de color rosa, pero no de un rosa infantil, sino de un rosa viejo, hermoso. Un moño de gran tamaño se situaba en la esquina izquierda superior de la caja, junto con una nota. "Te verás hermosa con él". La nota no tenía ningún tipo de nombre ni aclaración. Ya podía imaginar qué era, pero no de quién provenía.
Abrí lentamente la caja, y corrí todo el papel que envolvía lo que había adentro.
-Debe ser una broma -susurré.
Desplegué un hermoso Valentino afuera de la caja. Largo, blanco y negro, simple. Era el vestido ideal. Luego de revisarlo varias veces y de admirar cada perfecto detalle, lo apoyé gentilmente sobre la silla y empecé a buscar alguna nota o algún indicio de quién podría haberlo enviado. Tenía a una persona en mente, pero empecé a dudar cuando no encontré nada relacionado con él.
Se me cruzó por la cabeza que, a lo mejor, Ashton twitteó algo relacionado con esto, porque obviamente mis expectativas estaban puestas en que fuese él quien envió el regalo.
Tomé mi teléfono rápidamente, y antes de poder abrir Twitter, me encontré con 7 llamadas perdidas de Jake.
¡JAKE! Mierda. Había quedado en almorzar con él. Me sentía la peor amiga del mundo. La última llamada había sido hace media hora, así que decidí llamarlo y ver si aún seguía despierto.
-Me debes una -dijo del otro lado de la línea.
-Perdón, perdón, perdón, perdón, perdón...
-Por suerte, ya sé cómo me vas a pagar -dijo. No parecía enojado, es más, parecía bastante divertido.
-Ni creas que voy a enseñarte cómo ser tan genial como yo, me voy a llevar ese secreto a la tumba.
-Nunca nadie podría ser como vos. -soltó una risa corta antes de continuar- Mañana por la noche tengo esta fiesta de mi padre, que organiza por los diez años de la empresa. Me dijeron que lleve a alguien, y no se me ocurre nadie más con quién pueda pasarla bien en un lugar así.
-Entonces quieres contar con el privilegio de mi presencia...
-Exactamente
-Me encantaría ir Jake, -sonreí- sólo dime qué tengo que usar.
-El vestido que dejé sobre tu escritorio mientras dormías. Te paso a buscar a las 7pm.
Me despedí de Jake y me desplomé sobre la cama. ¿Fue muy iluso de mi parte pensar que había sido Ashton quien había dejado el vestido ahí? Probablemente sí.
En la vida hay que acostumbrarse a las decepciones. Después de todo, yo siempre había sido un pasatiempo.
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Let me be the one to save you || a.i.
Fanfiction¿Qué pasa cuando las relaciones dejan de ser de a dos? ¿Qué pasa cuando se convierten en relaciones de a diez, de a cien, de a millones? Kate conoce a quien cree es el amor de su vida de forma inesperada. Todo parece ir bien hasta que nota que no e...