Capítulo 21

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Lo primero que oí cuando mi conciencia volvió a mi cuerpo fue un pitido constante.

Luego, mis sentidos comenzaron a reactivarse.

El lugar era frío, sin vida. Yo me sentía fría, sin vida.

Un increíble aroma a limpio inundaba el lugar, aunque ni siquiera sabía si ese era un aroma en particular. Tampoco sabía qué día era, ni qué hora.

Mi cuerpo pesaba mucho, no tenía fuerzas para nada, y me sentía muy cansada.

Alguien sostenía mi mano.

No sabía quién era tampoco, pero de vez en cuando escuchaba un "Despierta, Kate", o algún suspiro disperso que flotaba por el aire y se perdía en medio de toda la tensión que se podía sentir en el lugar.

Hice fuerza un largo rato para poder abrir mis ojos. Cuando finalmente logré hacerlo, me cegó la tenue luz que emitía una lámpara ubicada a la izquierda de la cama sobre la que me encontraba.

Era la única luz que alumbraba el oscuro lugar, y aún así dificultó mi visión.

Parecía ser de noche. Todo estaba muy silencioso, dejando de lado algunos pasos rápidos que se escuchaban afuera del cuarto.

Giré lentamente la cabeza hacia el lado derecho de la cama para encontrarme con Jake.

Lo pude reconocer por su cabello dorado, porque su cabeza estaba gacha y sus dos manos tenían atrapada a la mía.

Una de sus piernas se movía sin control, obviamente producto de la preocupación o el estrés.

Era un hospital, y yo estaba internada.

Jake era el único que pude ver en la habitación, y ocupaba la única silla del lugar.

Una ventana cerrada con cortinas, que apenas dejaban ver la oscuridad del afuera, la lámpara, un gran televisor apagado, una mesa de luz, y un sillón eran todo lo que había, sin contar la sensación lúgubre que colmaba el lugar.

-Jake -pude apenas decir, volviendo su atención hacia mi. Inmediatamente, al notar que había vuelto en mí, se incorporó, como si su alma hubiese vuelto a su cuerpo, y se arrojó encima mío.

-Kate... Dios, estaba tan asustado -intentó abrazarme a pesar de lo incómoda que resultaba mi posición para hacerlo, y luego se separó de mi un poco. Llevó su mano a mi frente y la acarició un poco. Yo me sentía bastante abrumada- Me preocupaste.

-¿Qué...? ¿Qué ocurrió, Jake? -pregunté, creyendo saber la respuesta pero queriendo cerciorarme.

-Chocaron -dijo sin vueltas, e inmediatamente reaccioné.

-¡Ashley! ¡Oh Dios, Ashley! -exclamé con la poca fuerza que tenía- ¿Dónde está? ¿¡Cómo está!?

-No deberías preocuparte por eso ahora, Kate. Voy a avisarle a tu madre que estás...

-¡Dime cómo está! -dije elevando un poco más la voz mientras él se alejaba con su teléfono en su mano.

-Kate, no... -sabía que iba a intentar evadir nuevamente la pregunta, así que lo interrumpí.

-¡Sólo dímelo de una vez, Jake! -grité desesperada, sintiendo cómo una gran cantidad de energía dejaba mi cuerpo de repente.

Se quedó parado en medio de la habitación sin decir nada por unos segundos. Se me estaba haciendo eterna la incertidumbre.

Jake suspiró, y se acercó a mí. Recuperó su lugar en la silla, y volvió a tomar mi mano.

Yo sentía que me iba nuevamente. Un cansancio abrumador se apoderó de mí luego de luchar por una respuesta. Me sentía débil, y desganada, pero necesitaba una respuesta.

Let me be the one to save you || a.i.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora