Let me be the one to save you || a.i.

Capítulo 35

HOLA, ¿SABÍAN QUE ESTE ES EL ANTEÚLTIMO CAPÍTULO? BUENO AHORA LO SABEN.

No sé, estoy muy nerviosa con todo esto. Muchísimo. Espero que salga bien, y que les guste.

Como sea, ya supongo que saben que estoy escribiendo otra fic, la cual muchas ya leyeron. Como le prometí a no recuerdo quién, hoy voy a hacer la gran John Green, y les voy a poner un fragmento del primer capítulo.

Por otra parte, Y ESTO ES MUY IMPORTANTE, para que suba el última capítulo, tienen que ir ya ya ya a leer el prólogo de la fanfic de la que estaba hablando recién. Se llama Dizzy Hurricane, está en mi perfil, y si no se llena de votos y comentarios, no subo el último capítulo.

SI, LAS ESTOY EXTORCIONANDO.

Bueno, listo. Espero que les guste este capítulo, y acá va un fragmento del primer capítulo de Dizzy Hurricane:

"Decidí, sin embargo, parar en Punto y coma antes. No, no con la esperanza de encontrarla, sino con el objetivo de comprar "Sin vuelta atrás". Decidí que leer el libro que me había recomendado era una buena forma de tenerla en mi mente un rato.

Para mí sorpresa, había una sola copia del libro, lo que podía significar que había mucha demanda, o muy poca demanda de él. Lo tomé y lo analicé un poco. Era pequeño, y colorido, y llamativo, y yo estaba dispuesto a darle una oportunidad.

Lo abrí e inmediatamente las páginas comenzaron a volar entre mis manos hasta aterrizar en una en particular. En ella, estaba adherida una nota post-it.

"Sabía que vendrías. Un gusto conocerte, extraño"

Junto a ella, una margarita sin pétalos, que ya estaba algo seca por la espera.

Entonces me convencí de que no sólo había conocido a una persona única, sino que esa había sido la primera y última vez que cruzaría miradas con Emma Roth Stromberg."

Ahora sí, ante último capítulo. Disfruten, voten, comenten ♡

○○○○○

Me levanté de la cama temprano al día siguiente, sin haber podido pegar un ojo en toda la noche. Fue demasiado larga.

Me vestí cuando aún estaba oscuro afuera, pero ya se escuchaban los autos de la gente yendo temprano a trabajar. Preparé un café rápidamente, y lo tomé mientras recorría el departamento.

Ashton seguía durmiendo.

Tenía su cabeza apoyada sobre la palma de su mano, y parecía tener algo de frío, aunque el clima últimamente había sido bastante cálido. Me acerqué a él, y me senté sobre la mesa ratona que descansaba en frente del sillón. Ashton odiaba que hiciera eso.

Apoyé el café sobre dicha mesa a mi lado, y me incliné hacia él para poder taparlo con la sábana que se había corrido de lugar.

Incluso durmiendo, y completamente abstraído del hecho de que alguien lo observaba, era majestuoso. Ni un centímetro de su ser era imperfecto. Y dolía saber que yo, comparada con su exquisitez, era ridículamente No Sufiente.

Y aún así me quería.

Me quería a mí. Un seis. La imperfección personificada. La que se deja llevar por lo que el mundo piensa de ella. La que está demasiado asustada para continuar siendo feliz con él. La rota.

Lo observé unos minutos, mientras mi mente retrocedía un año, y me llevaba a cada momento que pasamos juntos. Día tras día, recordé.

Recordé la electricidad que recorridó mi cuerpo con el primer roce, lo desconocido y hermoso del primer beso, sus susurros en mi oído al hacer el amor.