Let me be the one to save you || a.i.

Prólogo

Abrí la puerta de mala manera y la cerré con fuerza detrás mío. Caminé firmemente por todo el departamento hasta nuestra habitación; los vecinos seguramente se quejarían del ruido más tarde.

-¿Kate? ¿Eres tú? -escuchar su voz me tranquilizó un poco, pero no lo suficiente como para sacarme de encima el todo enojo que me invadía.

Me saqué la remera sucia, y me puse lo primero que encontre. Continué acomodando un par de cosas, con la esperanza de lograr distraerme un poco. Ashton entró a la habitación con una toalla atada a la cintura, recién salido de bañarse. Se acercaba a mí con una sonrisa cuando notó mi mal humor.

-¿Qué pasó? -preguntó abrazándome por la cintura. No le presté atención e hice que me soltara, intentando tragarme todo lo que tenía para decir. Salí rápidamente del cuarto y me dirigí al living, luchando por ser indiferente al interrogatorio de mi novio- Kate, ¿qué pasó? -volvió a preguntar, insistente.

-Nada -dije de mala gana mientras revisaba mi teléfono sentada en el sillón. Ashton, aún desnudo y con la toalla anudada a la cintura, se quedó parado a mi lado esperando una respuesta.

Yo, concentrada en el teléfono, no le contesté. Odio, odio, odio, un tweet cariñoso, odio, odio, odio. Eso era todo lo que veía mientras revisaba mis menciones. Cada vez me costaba más soportar todo eso. Tiré el teléfono en la pequeña mesa que decoraba el living en frente mío, y Ash no dudó un segundo en agarrarlo. No le tomó más de dos segundos entender lo que me pasaba.

-¿Estás así por todo esto? -incurrió.

No pude mirarlo a los ojos, mi mirada quedó clavada en el piso. Hice fuerza para no llorar, pero tenía tanto adentro por dejar ir que las lágrimas no tardaron en empezar a caer. Una tras otra.

-Ey, -dijo Ashton sentándose a mi lado y buscando mi mirada- no les hagas caso, no creas nada de lo que dicen, ¿ok? Eres perfecta, y te amo más que a nadie en el mundo.

-El problema ya no es lo que dicen Ash... -dije entre lágrimas.

-¿A qué te referis?

Me costó mucho empezar a hablar, mi cabeza todavía no había procesado lo que había pasado. Pero sabía bien qué quería hacer al respecto. Me incorporé y tomé coraje.

-Una de tus fans intentó herirme -dije, con la voz ahogada en el llanto. Ashton pareció no entender lo que pasaba. Sus grandes ojos verdes parpadeaban una y otra vez- Una de tus fans se accercó a mi, fingió querer sacarse una foto conmigo y me acorraló contra la pared. Luego sacó un cuchillo e intentó herirme, o matarme, o... No sé, me asusté, y empecé a gritar, y... -Ashton me interrumpió con un abrazo en el momento justo. No podría haber seguido hablando. Me achiqué contra su pecho, su piel aún caliente por la ducha.

-Kate, -comenzó a decir- tranquila. Estoy acá, estoy con vos. No te va a pasar nada, te voy a cuidar.

-Me gritó que te dejara, que eras suyo. -sollocé- No puedo seguir con esto Ash.

Me separé de él, para su sorpresa, y me levanté. Fui a la habitación y empecé a armar un bolso.

-¿Qué haces, Kate? -preguntó Ashton atrás mio. Su voz dejaba ver su preocupación.

-Voy a pasar la noche a la casa de mi madre -dije concentrada en mi bolso, intentando que cese el llanto- Necesito tiempo para pensar, lejos de todo.

-Kate, no...

-Ash, -interrumpí- no puedo más con esto. De verdad, no puedo. No soporto más el odio constante, las amenazas... Esto ya fue demasiado lejos.

-No me dejes -susurró abrazando mi cintura, de manera que quedáramos enfrentados. Me acercó a él y me besó rápidamente- Podemos superar esto, juntos. Podemos encontrarle una solución. Lo único que te pido es que no me dejes.

-Ash, sólo... -hice un pausa- Sólo dejame ir, por favor. Dejame ir. Necesito algo de tiempo, necesito tranquilizarme, necesito pensar.

Sus ojos se empezaron a humedecer, lo que hizo toda la situación más dificil.

-Ashton, por favor...

Apoyó su frente contra la mía, y miró en lo más profundo de mi alma por unos segundo que parecieron eternos. Sus ojos siempre fueron mi debilidad.

-Esto no es un adiós Ash -sururré.

-Te amo. -contestó- Te amo.

Me besó por última vez, y me acompañó a la puerta. Prometió llamarme al otro día para poder hablar. Lo único que yo quería en ese momento era estar sola con mi cabeza, terminar de procesar todo lo que estaba pasando.

No es así como pensé que las cosas serían un año atras, cuando conocí a Ashton por primera vez...