Miro el reloj, y junto a él, el calendario. Pasaron exactamente dos años desde aquel día.
Salgo de mi cuarto, nuestro cuarto, aún usando mi pijama y con sus pantuflas en los pies, las cuales me quedan un poco grandes.
Entro a la cocina, y lo veo. Un pantalón a cuadros y su torso desnudo, inclinado hacia el sartén que sostiene con una de sus manos. El chirrido del aceite hirviendo es lo único que oigo hasta que me acerco a él.
Estaba tarareando mi canción favorita.
Lo rodeo con mis brazos por la cintura, apoyo mi cabeza sobre su eterna y cálida espalda, y me acoplo a él justo en la parte de la canción que más me gusta.Nota mi presencia, y con una sonrisa en el rostro, voltea a verme.
Su mirada me llena de vida, como todas las mañanas. Me saluda con un beso y un elogio, dejando de lado mi apariencia desastrosa, a la cual está acostumbrado.
Me abraza, me da otro beso, y me susurra un "Te amo" al oído, y en lo único en lo que puedo pensar es en lo bueno que es tenerlo a mi lado.
Me recuerda con una sonrisa juguetona lo bien que la pasamos la noche anterior, y tomando impulso y confiando en su fuerza, me sube a la mesada para continuar con la diversión.
Me besa, y me muerde, y me hace cosquillas, y mientras yo rio de forma incontrolable ante sus juegos, él me recuerda lo bella que soy, y lo mucho que me quiere, y que soy lo único en su vida.Pasaron exactamente dos años desde aquel día.
Dos años desde que, luego de una serie de buenos consejos, y finalmente decidida de lo que quería para mí, corrí hacia él.
Recuerdo su expresión cuando me vio, parada y perdida, con una sonrisa idiota que decoraba apenas mi rostro alborotado por el llanto que me había acompañado esos últimos días.
Sus ojos se iluminaron con incertidumbre mientras intentaba descifrar qué estaba haciendo yo allí.
Recuerdo como, luego de unos segundos de sólo mirarnos, corrí hasta él, salté encima suyo y lo rodeé con mis piernas y brazos. Me sostuvo torpemente hasta que se acostumbró de nuevo al peso de mi cuerpo, buscó mis ojos, e intentó decir algo.
Negué con la cabeza, aún sonriendo, y dije lo primero que se me ocurrió en el momento, antes de que invitablemente nos hundiéramos en un beso.-Feliz aniversario, amor...
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Let me be the one to save you || a.i.
Fanfiction¿Qué pasa cuando las relaciones dejan de ser de a dos? ¿Qué pasa cuando se convierten en relaciones de a diez, de a cien, de a millones? Kate conoce a quien cree es el amor de su vida de forma inesperada. Todo parece ir bien hasta que nota que no e...