Capítulo 10

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-¿A qué te refieres, Kate? -la expresión de su cara mostraba lo preocupado que estaba. Yo mantuve la calma como pude, me incorporé, y comencé a hablar. Me sentía lista para dar ese paso.

-No me gusta mucho hablar sobre esto, -mi voz se sentía quebradiza y frágil- pero es parte de mi vida, de mi historia, y si las cosas siguen así... Bueno, en algún momento tendrías que saberlo.

Él asintió levemente con la cabeza, y evitó decir palabra alguna, lo que me ayudó mucho a no arrepentirme de lo que estaba haciendo. Sus ojos, clavados en mí como dos lanzas, no hacían más que complicar las cosas. Era increíble lo mucho que se notaba la preocupación detrás de ellos, cosa que me hizo sentir que le importaba a alguien al fin. Tomó mi mano y se dispuso a escuchar.

-Me enteré que iba a tener una hermana menor cuando tenía 2 años. No recuerdo mucho de esa edad. En realidad, no recuerdo absolutamente nada, excepto por el día en que mi padre, si es que se merece que lo llamemos así, nos dejó.

Ashton pestañeó un par de veces, no sé si porque no entendía la situación, o por si no quería creer lo que decía.Yo intenté recuperar el aire y la parte de mi alma que se me habían escapado al decir eso, y continué.

-A mi familia no le iba del todo bien en ese momento, y Ashley fue una completa sorpresa. Una sorpresa no muy agradable para él. Mi mamá no tenía trabajo, y mi padre trabajaba y traía a casa lo que le sobraba luego de una visita a su bar favorito.

Hice una pausa para recuperar nuevamente el aire. Me estaba costando mucho más de lo que pensé hablar sobre ese tema. Sentía mi voz tambalearse y mil nudos en mi garganta.

-Una noche, un mes antes de dar a luz a Ashley y apenas un día después de mi cumpleaños número 3, mi madre y él discutieron. Y lo que parecía una pelea habitual, se convirtió en un desastre. Nunca había escuchado gritar tanto a mi madre. En ese momento no entendía muy bien por qué peleaban, era muy chica. Mi mamá me contó varias veces que él estaba harto de la vida que llevaban, harto de nosotras, harto de todo. Ella, por su parte, no quería convivir más con su arrogancia y su aliento a alcohol barato. A la mañana siguiente, despertó y él ya no estaba allí, ni sus cosas.

Hice una pausa y tomé un poco de agua de un vaso que estaba sobre la mesa.

-¿Simplemente se fue y las dejó solas? ¿Qué clase de persona hace eso? -Ashton comenzó a hacer un millón de preguntas y a maldecir, como si yo no me hubiese hecho ya esas mismas preguntas y hubiese maldecido bastante durante toda mi vida. Lo interrumpí en medio de su enojo para continuar con mi historia.

-Nunca lo volví a ver, ni mi mamá. Después de que nos abandonó, mi madre hizo un increíble esfuerzo, y gracias a nuestros abuelos que nos cuidaban a mi y a Ashley, pudo ir a la Universidad estatal. Se recibió de Corredora de Bienes raíces, y pudimos salir adelante, cosa que no había podido hacer antes por haberme estado cuidando a mi, y por su precipitado matrimonio con un idiota. Tampoco hablamos con él, ni una carta, ni una nota, ni siquiera un "lo siento por dejarte cuando más me necesitabas"... No puedo ni recordar su rostro, no hay más fotos, ni videos. Ella se deshizo de todo... Muchas veces me sentí horrible, porque sentí que en parte fue mi culpa que él se fuese, y que la vida de mi madre haya comenzado como un terrible desastre antes de encontrar algo de estabilidad. Y otras veces simplemente me odio por no ser suficiente para mi propio padre.

-Ey, -buscó mi mirada, que estuvo la mayoría del tiempo clavada en el piso, y acarició apenas mi rostro- eres más que suficiente, eres increíble. Nunca dejes que nadie te diga lo contrario.

Sonreí, pero la verdad es que estaba más concentrada en mi relato que un sus halagos.

-Eso en verdad ya no me interesa. El problema va mucho más allá de mi autoestima. Yo estoy bien, lo superé. El problema es...

-¿Ashley? -me interrumpió. Hice silencio intentando formular en mi mente las palabras correctas para decir lo que estaba por decir. Mordí mi labio inconscientemente por unos segundos, respiré hondo y lo dije.

-Intentó quitarse la vida hace unos años...

Sentí su mano apretar la mía con fuerza, probablemente un acto reflejo por lo que acababa de decir. No dijo nada por unos segundos, sólo me miraba y luego miraba el piso, y de nuevo a mi, y después el piso otra vez.

Cuando por fin pudo decir algo, murmuró apenas unas palabras.

-¿Cómo? ¿Por qué?

- Yo estaba en la escuela, la directora me llamó afuera del aula, y me dijo que Ashley estaba en el hospital. Se había escapado del colegio, y vuelto a la casa, que estaba sola. Tomó una cantidad increíble de pastillas, según los médicos. Mi mamá llegó justo a tiempo, un segundo más tarde y... -dejé de hablar porque tenia miedo de terminar la frase- Era demasiado chica...

Mi voz comenzó a quebrarse de nuevo. Ya era suficiente, no quería hablar más.

-Semanas más tarde nos enteramos el por qué, obviamente  relacionado con mi padre. Sentía que todo lo sucedido era su culpa, y venía acumulando muchísimas cosas desde chica. A partir de entonces comenzó con médicos, y psicólogos, y grupos de ayuda...

-Nunca pensé que podría haber hecho algo así. -se lanzó encima mío y me abrazó- Has pasado por tanto... Eres muy fuerte Kate, y muy valiente. Sabes eso, ¿verdad?

-Si, lo sé.

-Y me alegra mucho que hayas confiado en mi.

Sonreí en aprobación por lo que había dicho. Se sentía bien descargar ese peso de encima mío.

Ashton me rodeó con sus brazos nuevamente y yo me hice una bolita en el sofá y contra su pecho. Pasamos lo que quedaba de la noche hablando más que nada de cosas sin sentido. Algún que otro beso se le escapaba de vez en cuando, y yo dibujaba formas asimétricas sobre su pecho con mi dedo.

Me sentía increíblemente aliviada.

Media hora  más tarde, Ashley y los chicos aparecieron bajando las escaleras. Ella con una gran sonrisa en su rostro, y Calum y Michael riendo a más no poder. Luke no parecía tan entretenido.

-Oh... No estés triste porque rompí tu record, Luke -comentó Ashley mientras se le adelantaba al muchacho y se le reía en la cara de forma burlona.

-¿Te ganó? - Ash  comenzó a reír de forma exquisita, como siempre, mientras el resto se volvía a instalar en los sillones del lugar.

Ashley pasó un rato hablando felizmente de cómo le había ganado a Luke, mientras él se limitaba a hacer silencio y no comentar mucho. Me encantaba verla así, decía la verdad cuando hablaba de lo mucho que amaba a esos chicos, y de cómo la habían ayudado a salir adelante. Era todo verdad.

Se prometieron una revancha luego de que dije que ya era hora de irnos, y nos despedimos de los muchachos. Sin que nos diéramos cuenta, ya se había hecho las 3 de la mañana. Ya era hora de bajar a la realidad, al otro día tenía que volver a la facultad. Y estudiar para el examen del viernes. Y aprobarlo. Y hablar con Jake.

Mierda, Jake...

Durante el trayecto a la casa, Ashley no paró de hablar un segundo. Me contó que había hablado mucho con Luke, y que se divirtieron mucho juntos. Él le pidió su número telefónico y le dijo que le encantaría volver a verla. Me sentía feliz por ella, pero también preocupada. No necesitaba otra decepción en su vida, y, aunque Luke parecía un buen chico, no sabía si poner todas mis fichas en él. Le pedí que se tomara las cosas despacio.

Discutimos un poco cuando se presentó la idea de subir a Twitter y todo lo que él representa las fotos con los chicos, y contar lo que había pasado. Acordamos que estaría bien que dijera que los conoció, pero que evitara la parte de ir a comer en la casa de Luke. Lo que menos necesitábamos, ambas, era que esas muchas cuentas dedicadas a ellos y sus fanáticas comenzaran a hablar de nosotras. Todos sabemos cómo acaba eso la mayoría de las veces.

En general, había sido un día muy positivo, esa noche me fui a dormir con un "Ya te extraño" en el buzón de mensajes de mi teléfono, y una sonrisa en el rostro.

Let me be the one to save you || a.i.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora