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Seulgi volvía del lago y de hablar tranquilamente con su madre y hermana mayor por teléfono. La llamada le había alegrado más el día. Todos estaban bien y decían que la extrañaban, al igual que ella les extrañaba a todos. Pero en cuatro semanas ya se terminaba el campamento y podría volver a casa. Sin embargo, eso también significaba una cosa: empezarían las clases. Por un lado no quería entrar a la universidad, pero por otro sí porque así podría ver a sus amigos. Pero esas largas noches en vela estudiando. . , no deseaba que llegaran. Ya había terminado el web drama que tenía que escribir. Se había inspirado mucho en el segundo mes gracias a todos sus compañeros y su experiencia allí. Lo gracioso era que había hecho al protagonista justo como un chino que ella se conocía.

Rió por lo bajo al pensar en ello y negó con la cabeza. 

De pronto escuchó como alguien la llamaba con urgencia. Se dio la vuelta y vio a Xiumin desde la puerta de su estudio llamándola con la mano. Ella se guardó el celular en los bolsillos y corrió a él.

─Necesito tu ayuda ─le dijo él al mismo tiempo que la tomaba de la mano. Al entrarla al estudio, Xiumin le señaló a una trainee que estaba sentada pegada a la pared con el rostro escondido entre sus manos y las rodillas pegadas a su pecho─. Está llorando y no quiere levantarse ─le informó.

Seulgi caminó hacia ella y se agachó frente suyo. Posó su mano en su rodilla y le dio un pequeño apretón para llamar su atención.

─¿Estás bien? ─le preguntó suavemente y la niña negó con la cabeza─. Déjame verte ─le quitó las manos del rostro y lo vio lleno de lágrimas, causándole pena a la mayor─. ¿Alguien te ha hecho daño? ─le preguntó y miró a Xiumin, quien las observaba en silencio y con preocupación.

─No le he hecho nada ─dijo el chico al mismo tiempo que levantaba las manos en son de paz. Seulgi rió un poco.

─Xiumin sunbaenim no me ha hecho nada ─aclaró la niña inocentemente. 

─Ya lo creo ─asintió Seulgi. Sabía que Xiumin no sería capaz de hacerle daño ni a una mosca─. ¿Entonces quién?

─No lo sé ─respondió con la respiración entrecortada.

─¿Por qué no vienes conmigo y hablamos? ─le pidió con la intención de que se levantara pero ella volvió a negar. 

─No quiero. 

─Tendrás que decirme porqué.

─Es-estoy. . , sangrando ─murmuró lo último, asustada, y Seulgi abrió los ojos como plato.

─¿De dónde? ─La niña no respondió y se movió un poco de su lugar, dejándole a la vista a Seulgi una gran mancha roja en el piso.

─Aquí ─se señaló su parte íntima─ ¿Por qué sangro? ¿Voy a morir? ─preguntó asustada y Seulgi aguantó las ganas de reír.

─Tranquila. No pasa nada malo ─le dijo acariciando su pelo─. ¿Sabes qué es? ─ella negó─. Es la menstruación. Te acaba de llegar por primera vez y eso significa que ya eres señorita ─la niña la miró confundida─. Es normal en las mujeres. Nos llega todos los meses por alrededor de una semana. ¿Nunca te han hablado de ello? ─ella volvió a negar─. Qué extraño ─chasqueó la lengua─. Nuestras madres siempre nos informan. Bueno, seguro que la tuya estará muy feliz de saberlo ─le dijo con una gran sonrisa.

SM Trainee Camp {EXO & RedVelvet}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora