Antes, no sabía si decirle que es ella quien me gusta, pensaba mentirle, decirle que no, pero ¿que ganaba con eso? Nada, al igual que cuando se lo dije, tampoco gané nada. No me dijo que ella también, no me dijo nada, me sentí como un tonto al ser rechazado, pero yo soy su amigo y seguro no me ve como nada más que eso y tenía que aceptarlo, dejarlo pasar para que no sintiera la culpa de que tenía que responderme lo mismo y dejamos el tema, y ahora estamos en su casa comiendo pizza y viendo una película. No he dejado de pensar en ella, en que no siente lo mismo, en que prácticamente me rechazó, aunque no haya dicho nada. Pero bueno tengo que conformarme a eso.
Su voz interrumpe mis pensamientos.
-Ev...- susurra.
-¿Mm?- respondo.
-Ev...yo...- hace una pausa, me está asustando esto.- Evan, yo siento lo mismo por ti. Tú me gustas. No pude decirlo antes, porque es algo que no se me da muy bien, no se me hace fácil hablar de mis sentimientos. Pero me gustas Evan, en serio.- Finaliza de una manera tan rápida que solo puedo sonreír al escucharla, siente lo mismo por mí. Lo único que logro hacer en este momento es abrazarla, tenerla en mis brazos. Así duramos un buen rato, hasta que levantó su cabeza y quedó cerca de mi quijada.
-Ev, no quiero dañar esto que tenemos...- dice tan bajo que solo lo escuchamos ella y yo.
-Kend, no lo haremos, seguiremos siendo amigos y conociéndonos mejor hasta que tú decidas que es el momento. No tengo afán, con tenerte aquí, así y ahora, yo estoy bien.- respondo, sincero.
Me abraza más fuerte, como si tuviese miedo a soltarme y perderme, yo hice lo mismo. No sé que pasaría si la tuviese lejos de mí como hace un mes que solo la veía por los pasillos. Siempre me pareció una chica muy linda, creo que siempre me gustó en secreto sin yo darme cuenta. Pero ahora que la conozco me he dado cuenta que realmente me gusta, que realmente la quiero.
-Gracias por entenderme. Sabes...a veces pienso que somos tan diferentes pero tan iguales a la vez.- comenta y sonrío. Me siento tan feliz a su lado en este momento.
Se quedó dormida, dormida en mis brazos. Amo este momento, no podría pedir algo mejor, junto a ella todo es maravilloso. Sé que lo he dicho muchas veces, pero no puedo evitarlo, me siento completo junto a ella, me siento en paz.
(...)
Me despierto y estoy en el sofá de la casa de Kendall, ella ya no está junto a mí. Me levanto de golpe, tengo que ver donde está, no puede ser que yo también me haya dormido.
-¿Kend?- pregunto, viendo hacia todos lados.
-¡Voy!- dice desde la ¿cocina?
La veo salir de allá con una bandeja, en esta lleva dos platos con un sándwich cada una. Wow...no puedo creer que ella haya hecho eso por mí.
-¡Buenos días! ¡Prepare sándwich! Es que me levante y tenia hambre, así que nos hice un sándwich a cada uno, ¿quieres?- pregunta, amable.
-Gracias por eso, no tenias que preocuparte.- digo y mientras nos sentamos en el sofá nuevamente.
Nos pusimos a comer y los sandwiches, estaban realmente ricos, no eran la gran cosa, pero los había hecho ella y, para mí ya eran lo mejores.
Luego de terminar, veo la hora y son las 10:48 am debo irme, mamá debe estar preocupada por mí, sin embargo, sólo quiero estar junto a ella y no hacer nada más.
Pero debo irme, además la madre de Kendall podría verme, sino es que ya lo ha hecho.
-Eh...Kend, yo debo irme- digo y ella asiente levemente con la cabeza, se que quiere que me quede, pero no puedo ahora.
-Esta bien...¿nos vemos mañana?- pregunta y asiento.
-Claro e igual nos estaremos escribiendo.- aseguro y ella sonríe.
-Vale, ahora ve, tu madre debe estar preocupada.- dice y me da un beso en la mejilla, yo la agarro de la cintura y la abrazo.
Después de abrazarnos unos minutos, nos soltamos y Kendall me acompañó hasta la puerta, ahí me dio otro beso en la mejilla y me fui.
Sin duda, los días junto a ella, son los mejores. No puedo evitar sonreír con ella a mi lado, sus ocurrencias, todo en ella me hace feliz, hasta cuando se molesta por alguna tontería que haya pasado.
Llego a mi casa y, sin darme cuenta, me pasé todo el camino pensando en ella. Al entrar mi madre me esperaba en el sofá. Se levantó de golpe al verme, se le veía cansada, seguro no durmió por estar esperándome.
-¡Oh, Evan! Aquí estas, te llamé miles de veces, pero tu celular esta apagado, ¡me preocupe mucho!- dijo mientras me abrazaba.
-¡¿Donde estabas?!- me pregunta, molesta, luego de soltarme.
-Estaba en casa de Kendall...le gusto, mamá- digo y ella sonríe.
-Eso es genial hijo, pero no vuelvas a hacer eso, nunca más.- reprende y asiento, cabizbajo. Tiene razón, la hice pasar una mala noche, seguro.
-Lo siento, mamá, no pasará de nuevo. Ahora voy ver que tengo para estudiar y los deberes que dejó el profesor.- digo y ella asiente.
-Esta bien.- acepta y besa mi frente.
Llego a mi cuarto y pongo mi celular a cargar mientras saco los libros que debo estudiar.
"""""""""""""""""""""'"'''''''''"""""""""""
Hola lindos lectores😄Espero que les guste💞
Voten y comenten😇
Besos, May💜📖
Pd: Capítulo editado y corregido.
ESTÁS LEYENDO
Mi Mejor Casualidad. [TERMINADA]
Teen FictionKendall es amable, extrovertida, explosiva y muy alegre. Evan es tímido, muy estudioso y no suele relacionarse con muchas personas. Sin embargo, las vidas de estas dos personas muy diferentes, se cruzan por casualidad y Kendall se pone en la misión...