Intento de escape

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Ya habían pasado cuatro meses desde que Alyz había llegado a la manada y las últimas semanas se había estado debatiendo entre si huir de ahí o quedarse. Darius no había tenido ya otro ataque de ira y le estaba dando cierta libertad, ahora solía ir al pueblo regularmente y ya tenía incluso varios amigos, entre ellos la señora de la librería a la que siempre le compraba libros nuevos.

Aquella mañana caminaba tranquilamente por las calles hacia la plaza donde estaba la panadería. Algunos días antes le había prometido al panadero probar su pie de frambuesas que iba a ser la especialidad de la temporada y si le gustaba, comprar unos cuantos para la mansión.

En cuanto llego a la plaza se dio cuenta de que había algo raro, pero no sabía decir que. Entro a la panadería y saludo amablemente al panadero y a su esposa.

—¡Luna! me alegra mucho verla por aquí, aun que pensamos que no vendría —exclamo la señora del panadero.

—Bueno, no me costó mucho que Darius me diera permiso ayer —contestó Alyz.

—No es por eso luna, es por lo que sucedió hoy en la mañana —respondió el panadero.

—¿Qué es lo que sucedió? —preguntó curiosa.

—No lo sabemos muy bien, solo que alguien intento escaparse en medio de la noche y los guardias han ido por ellos para traeros de vuelta, nadie puede abandonar la manada- sentencio el hombre causándole un escalofrió a Alyz

Un segundo después de que dijera esto se escuchó mucho ruido afuera. Alyz se acercó a una de las ventanas para ver mejor. Afuera en la plaza varios hombres llegaron arrastrando a tres personas a quienes depositaron en medio de la plaza.

—No puede ser, son los Mozov —exclamó la mujer del panadero tapándose el rostro.

Alyz no entendía que pasaba, de pronto vio llegar a Darius junto a Dimitri y Alejo. Un hombre alto y mayor se acercó a ellos.

—Alfa, los hemos capturado como ordenaste —dijo el hombre mayor.

—Bien hecho, Udrov —contestó Darius mientras se acercaba a las personas que habían traído arrastrando y quienes ya se habían arrodillado en la plaza. Los miro duramente durante un instante y después les dio la espalda.

—¡Manada! —dijo llamando la atención de todos —el día de hoy, esta gente nos a deshonrado intentando escapar de nosotros, de su gente, de su familia y eso es alta traición —guardó silencio un momento y después prosiguió ante la mirada de un gran número de gente que se había reunido —y como bien saben todos, la traición es castigada con la muerte.

Alyz quedó pasmada y después volteo a ver al panadero y su esposa en busca de respuestas, pero ellos solo miraban por la ventana totalmente pálidos.

—¡Traigan la espada de plata! —bramó Darius.

Unos minutos después le entregaron una hermosa espada ancha hecha de la más pura plata, solo el mango parecía ser de oro —acerquen a los traidores —ordenó Darius tomando la espada.

Entonces Alyz comprendió, los matarían ahí mismo, con aquella espada mortífera para cualquier lobo. Sus piernas actuaron solas y salió corriendo de la panadería en dirección a Darius.

—¡No puedes hacerlo! —dijo Alyz en cuanto estuvo frente a él.

Darius se sorprendió mucho al verla, pero rápidamente recupero la compostura.

—¿Qué haces aquí? vuelve a la mansión- ordenó

—¿Realmente los vas a matar? —insistió Alyz conmocionada.

Flor de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora