Tormenta

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Alyz golpeo tan fuerte como pudo a Darius para alejarlo, pero sus golpes no hicieron ni el más mínimo daño al chico quien la volvió a sujetar del cuello para estampar otro asqueroso beso, pero antes de lograrlo Alyz le mordió el labio lo más fuerte que pudo.

Darius soltó un grito más de enojo que de dolor. La sujeto del cuello y con fuerza la lanzo hacia la cama, ella cayó de espaldas y antes de que pudiera hacer cualquier cosa ya tenía a Darius encima besando su pecho, la chica se removía mientras gritaba que se detuviera pero él no hacia el menor caso.

Cuando el alfa se levantó un poco para desabrochar su pantalón, Alyz soltó un grito de espanto e inmediatamente se dio la vuelta para intentar huir, solo logro gatear un poco antes de sentir como el chico la jalaba de los tobillos hacia él, cuando estuvo más a su alcance la tomo de la parte de arriba de los jeans y como una gran fuerza los hizo trisas.

La chica intento levantarse pero Darius se lo impidió aplastándola con su cuerpo, podía sentir su aliento en su oído.

-te voy a hacer mía, de ahora y para siempre-

-¡NO! ¡Suéltame! ¡Déjame ir o nunca te lo perdonare!- grito Alyz aterrada

Pero el alfa hizo oídos sordos. Alyz sintió también rasgarse su ropa interior, el chico se retiró un poco y después de golpe introdujo su miembro dentro de ella. La chica soltó un grito de dolor, desesperación y sobre todo de terror. Sin piedad el chico la penetraba frenéticamente mientras ella lloraba y gritaba. Poco después por fortuna, el alfa termino dentro de ella soltando un gruñido, se levantó como si nada, se abrocho los pantalones y la miro una última vez antes de salir de la habitación.

Alyz ultrajada y adolorida se quedó tendida en la cama llorando desconsoladamente, jamás pensó que algo así le sucedería, jamás pensó que alguien podría ser capaz de eso y mucho menos que el amar a alguien fuera de esa manera. La chica estuvo un par de horas tendida en la cama sollozando hasta que las lágrimas se negaron a salir. Como pudo se levantó de la cama y se dio una ducha que duró varias horas hasta que Mirna llego y la saco de la ducha, la ayudo a vestirse sin decir ni una sola palabra.

Su cuerpo y mente estaban hechos trizas por lo que no le costó nada caer en un profundo sueño.

Al día siguiente no se levantó de la cama para nada, no tenía ni ganas ni fuerzas para hacerlo, tampoco comió nada de lo que Mirna le llevo. Por la tarde llego el doctor Kozlov enviado por Darius seguramente, Alyz no quería verlo pero sabía que negarse sería peor.

Después de la revisión le dejo un ungüento y varios medicamentos, Alyz volvió a la cama y no salió de ahí hasta dos días después. Necesitaba aire y aquella habitación la asfixiaba, ayudada por Mirna salieron al patio trasero donde se sentaron en una pequeña banquita.

-el día de hoy se siente un poco menos frió que los anteriores ¿no cree Luna?- dijo Mirna intentando distraer a Alyz

-creo que tienes razón- contesto ella vagamente mirando la nieve que se acumulaba por el patio.

-sabe, en primavera aquí florecen las rosas más hermosas de toda la región, ya vera cuando la nieve comience a deshacerse-

Un escalofrió recorrió la espalda de Alyz, aún faltaban meses para la llegada de la primavera, ¿qué sucedería hasta entonces?, después de aquella terrible noche no quería volver a ver al alfa nunca en su vida, pero sabía que eso sería imposible.

-Las rosas se marchitaran- contesto Alyz vagamente.

Mirna iba a comentar algo pero en ese momento llego Alejo apresuradamente.

-Luna, me alegra encontrarla en la casa- dijo esbozando una sonrisa

-¿dónde estaría si no?- respondió Alyz

Flor de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora