Flor de sangre

Hora de la verdad

-¿hola?- repitió el Zar -¿sabes lo asustado que estaba? nunca y escucha bien, ¡NUNCA! debes volver a hacer algo así-

-lo siento, realmente no vi otra salida- se disculpó Alyz con lágrimas en los ojos.

-siempre abra otra salida, siempre vendré por ti, no importa cómo, siempre encontrare la manera de mantenerte a salvo, confía en mi ¿de acuerdo?- pidió Alekxander sujetando el rostro de su amada

Ella solo asintió reprimiendo las lágrimas. Alekxander no se contuvo más y la beso apasionadamente. Se sentía tan aliviado de que Alyz estuviera bien. Ella le correspondió contenta de poder estar en sus brazos.

-¡ALYZ!- grito Mirna aliviada de verla despierta

Alekxander y ella se separaron algo avergonzados, pero a Mirna y a Andrey pareció no importarles por que se acercaron rápidamente contentos de que Alyz estuviera bien.

-¡por Dios santo! nunca vuelvas a hacer algo como eso- la reprendió Mirna -pensé que ya habíamos superado esa situación-

-lo siento mucho, es solo que... necesitaba ganar algo de tiempo en lo que ustedes se movilizaban-

-¿cómo? ¿ganar tiempo? ¿ósea que no te querías suicidar?- pregunto Mirna confusa

-No, esta vez no, yo... no me tome todas las pastillas, la mitad las tire por el retrete, pero necesitaba que pensaran que me había tomado todas para que me trajeran aquí y no con Darius- explico Alyz

-Que chica tan lista- dijo Andrey sonriéndole

-Aun así no vuelvas a darme un susto así jamás en la vida- pidió Alekxander

-lo siento mucho, pero... ¿qué fue lo que sucedió después de aquello?- pregunto Alyz

-descubrimos que el imbécil ese había sobornado al juez para que fallara a su favor, pero logramos que otra juez viniera y desechara el caso, lo que funciono, justo ahora el imbécil está bajo arresto- explico Alekxander

-¿ósea que lo meterán a la cárcel?- pregunto Alyz esperanzada

-maso menos, hablando de eso, llamare a la juez para avisarle que Alyz ya despertó- dijo Andrey saliendo de la habitación.

-¿a qué se refiere?- pregunto Alyz

-Darius esta arrestado, pero... no hay evidencias físicas del maltrato que sufriste, solo contamos con el testimonio de Mirna, por lo que no pueden procesarlo simplemente -explico Alekxander -la juez ha convocado a un juicio, pero solo procederemos si tú estás de acuerdo con ello-

-estoy de acuerdo- dijo Alyz inmediatamente -no dejare que me siga haciendo más daño, además de que debe de pagar por todo lo que ha hecho-

-sabes que estaré contigo siempre, a lo largo de todo el camino- dijo Alekxander apoyándola

-y yo también Alyz- dijo Mirna tomando su mano.

En cuanto Alyz fue dada de alta del hospital Alekxander y los demás asesorados por Pavel, iniciaron el trámite del juicio. La amable juez que los había ayudado continuo haciéndolo, convocando a un juicio lobuno y para asombro de muchos también humano. Este suceso que nunca antes había ocurrido llamo la atención de los medios por su singularidad. Haciendo de esto algo demasiado grande e importante. En el periódico, en las noticias de televisión, en la radio, por todos lados se hizo público el juicio que estaba por acontecer. Por primera vez en la historia un juicio que mezclaba a lobos y humanos sucedería en Moscú.

En los días que siguieron paparazis y reporteros se presentaron en la casa que el Zar alquilaba para la comodidad de todos. Por lo que la seguridad había sido reforzada y ellos habían tenido que resignarse a quedarse dentro de ella.