19. Prisión.

216 13 1
                                    


—Madison, llegamos —escuche a Harry susurrar en mi oído con gran delicadeza.

—Hm— me queje.

—Vamos levantate, puedes dormir en el internado — volví a quejarme, aun estaba en el regazo de Harry.

—Cargame—susurré y en su respuesta lanzo una risita.

—¿Segura?— pregunto y yo asentí— okay —y se levanto, y me llevo en sus brazos, yo aún seguía con los ojos cerrados, pronto sentí como el se sentó, pensé que habíamos llegado entonces abrí un ojo, pero no, estábamos en un taxi.

Me relaje y volví a dormir, dormir en su pecho era el paraíso completo.

—Madison, llegamos.

—Llevame a mi cuarto — susurré.

Pronto escuche como la gran puerta se abría y como el lugar se inundaba de silencio, entre abrí mis ojos y mire todas las miradas puestas en nosotros.

Sonreí y me aferre mas a Harry, mi mirada se dirigió a alguien en especifico. La novia de Harry, sonreí aun mas y Harry llevo sus manos un poco mas abajo de mi trasero.

Harry comenzó a caminar entre la multitud conmigo en sus brazos y comenzó a subir unas escaleras.

Pero una pregunta estaba en mi cabeza ¿Por que la novia de Harry se encontraba aquí?.

—Llegamos—musitó Harry y me puso en una cama muy cómoda, el me cubrió con unas sabanas y comenzó a alejarse para irse.

—Harry—el se detuvo y volteo a verme—quedate un rato ¿si?— me hice a un lado y palpé el pequeño espacio.

—Pero solo un rato— dijo y se puso a un lado, lo abrace al igual que él a mi— duermes mucho.

—La culpa es tuya

—¿Porque? — pregunto Harry sonriendo.

—Porque tu haces que desee estar todo el tiempo dormida, claro siempre y cuando sea a tu lado.

...

Abrí mis ojos y sólo pude ver una pequeño luz tenue, visualice mas camas, pensé que era la única.

Comencé a levantarme. Harry se había ido y yo no me había dado cuenta.

Se escucharon pasos fuera de la gran habitación y de inmediato volví a acostarme, la puerta se abrió dejando ver la luz antes tenue ahora aun mas brillante, el rostro de una señora que se le notaban los años se asomo, visualizo en cada rincón para después coger e irse.

Volví a levantarme y me dirigí a la puerta donde antes había entrado la desconocida señora, pero no pude abrirla, le había echado llave ¡que maldita prisión en la que me encontraba! nuevamente se escucharon pasos, volví a lanzarme a la cama y apenas pude acomodarme, cerré los ojos y la cerradura comenzó a sonar, la puerta se abrió lentamente y no miraba nada todo era oscuro, pronto un pequeña luz se prendió llegando a mi rostro, no sabia en lo absoluto quien era pero mi cuerpo temblaba, poco a poco los pasos se escuchaban mas cerca de mi y mi corazón se estaba saliendo del pecho.

—Madison—escuche un susurro, mi corazón latió aun mas fuerte al saber quien era —oh vamos se que estas despierta, sé que no estás dormida— volvió a susurrar Harry, ahora tocando mi hombro y moviéndolo con delicadeza.

—¿Como sabias?—abrí mis ojos.

—Bueno, tus ojos tiemblan cuando te haces la dormida—Harry sonrió y sentí como quemaban mis mejillas.

—¿Que haces aquí?— cambie de tema.

—Te traje algo de comer, ya que no has comido na...

—No quiero— interrumpí.

¿Niña Mala?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora