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Por inercia empuje a Hadid para poder salir, al salir mire a Jade con una mirada malisiosa, a su lado estaba la alarma de incendio. Sin darle importancia seguí corriendo, pronto una campana sonó con gran estruendo. Las internas comenzaron a salir de sus habitaciones, impidiendo que corra con agilidad, el pasillo estaba lleno de chicas tratando de salir al patio central del internado. La puerta se hizo para mí la más lejana, al llegar la abrí, sin tener cuidado alguno de que las chicas se salieran. Aún así fue demasiado tarde. Madison no estaba ahí.

Andrew me miraba temeroso, mi mirada era de furia.

—¿Porque no la detuvieron?— pregunté contando internamente hasta diez.

—Señor ella no venía sola— dijo con un poco de nervios.

—¡¿Y eso que?!— grite.

—Déjeme explicarle— trato de calmarme.

—¡¿Explicar que?!— volví a gritar.

Andrew me tomo de un hombro y  su otra mano la estampó en mi mejilla. Lo mire con sorpresa.

—Me pegaste— dije.

—Usted me obliga señor—me dijo con un deje de temblor en su voz.
—Esta irreconocible, cuando se quitó las gafas apenas la reconocí  intenté atraparla aún así ella subió a un auto— Explicó Andrew— Ella estaba con otra persona, mandé a un equipo de patrullas tras ellos, no se preocupe que la tenemos.

Las palabras de Andrew fueron medicina a mi estrés, mi corazón latía a todo dar todo por el simple hecho de que ya la sentía en mis manos, ya quería tenerla en mis brazos.

—¿Que estamos esperando? Andrew, refuerza el equipo de patrullas, iré por un auto— mandé— y... Mantenme informado.

Entonces pensé, Madison no es tan tonta de aparecer en mis narices, menos Jade ¿Porque ella está aquí? Se suponía que estaba con Liam... Además, Jade Scruce es imposible que sea hermana de Anastasia Hadid. ¿Quien estaba con Madison? Es imposible que existan dos Jade's o dos Anastasia's. Corrí a la oficina de mi mamá y al llegar entre encontrándome únicamente con mi madre quien organizaba su escritorio.

—¿Dónde están ellas?— pregunte con apuro.

— Oh, se fueron.

—¿Porque estás aquí?— pregunté recordando la alarma de incendios.

— Aquí trabajo cariño— mi mamá se rió, alzando su vista.

—Sono la alarma de incendios— dije apuntando la puerta.

—Jade me explico que  por error se tropezó y no tuvo más remedio que sostenerse de la manija que activa la alarma— alzo los brazos— aclare todo por micrófono.

Mi teléfono sonó, desesperadamente lo busque en mis bolsillos, tenía que ser Andrew.

—Señor es un señuelo.

¿Niña Mala?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora