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Todo el camino iba pensando en como sería mi vida en adelante y lamentablemente no imaginaba mi vida sin Harry, es triste pero cierto, estaba enamorada de un chico que desconocía completamente ahora.

En el aeropuerto llame a un taxi para que vaya por mí, inmediatamente llegó uno y me ayudó a subir mis pocas pertenencias al auto, le pase la dirección y espere, en la trayectoria en taxista hizo varias paradas, no le podía ver su cara y comencé a asustarme un poco, su estatura era baja y vaya que tenía un gran trasero.

Finalmente me dejó en la puerta de mi casa, al bajar, volvió a ayudarme con mi maleta y en un movimiento, le obligue a ver mi rostro para saber de quién se trataba.

—¡Hey Madison!—me saludo el ojiazul, su rostro se me hacía conocido.

—¿Te conozco?— pregunte con mucha confusión.

—Aja, soy Louis Tomlinson, creo que ya nos hemos visto en otra ocasión— Entonces lo recordé.

—¡Louis!— lo abrace y me asombre por mí tonta actitud, ni siquiera lo conocía— Lo siento, es el embarazo— me aleje de él.

—No te... — de repente paro de hablar y su mirada se frunció— ¿Embarazo?— él miro mi vientre y asentí.
—Eso no dijo el botas— dijo en un susurro que casi no alcance a escuchar.

—¿El botas?— pregunté.

—Lo siento, es mi jefe y dijo algo sobre mujeres embarazadas y ahora lo recordé bien— su voz temblaba un poco pero... Eso no importaba, camine a la puerta de mi casa y golpee.

Seguido llegó Louis con mi maleta, después de unos segundos salió mi mamá, su aspecto había cambiado demasiado. Ya no tenía cabello y en su cabeza había un gorro que casi no le cubría su coronilla, estaba delgada y su mirada gacha. Al verme su mirada mostraba vergüenza y lo único que hice fue abrazarla, la abrace muy fuerte y llore en su hombro, fue la primera vez que sentí a mi mamá.

—Perdón— salió de mi boca un sollozo, no podía mantenerme en pie y caí, caí en los pies de mi mamá. —Perdóname por favor— mi mamá me abrazó, lo más fuerte que podia.

—Cariño, no hay nada que perdonar, te amo— duramos en el suelo por mucho tiempo. Louis se había ido y ya me dolía la espalda.

Me pare y ayude a mi mamá, quise preguntar el porqué de su cambio repentino pero recordé aquel día en donde Harry me había dicho que mamá tenía sida, al parecer no bromeaba, era verdad.

Tenía miedo del saber cuánto tiempo mas la tendría a mi lado, me sentía culpable, no la aproveche cuando estaba bien y ahora no sé hasta cuánto tiempo la tenga. Me odio.

En la tarde, mamá y yo conversamos y le conté todo lo que ocurrió, ella me pidió perdón por hacer parte de tal plan, me aclaro que ella tenía miedo de quitarme la imagen perfecta que tenía de Bob, me dijo que por despecho se acostó con hombres desconocidos y por ende término con una enfermedad. Llore toda la tarde y mamá me hizo un calmante, dijo que si seguía llorando mi bebé se pondría mal.

En la noche, dormí con mi mamá y la abrace como nunca lo había hecho, la amaba.

¿Niña Mala?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora